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domingo, noviembre 20

20 de noviembre del 1975

Hoy es 20 de noviembre de 2005. Hace 30 años mis compañeros de la escuela naval de Cadiz y yo, estábamos haciendo prácticas en el astillero de puerto Real, en Cádiz, y muy temprano por la mañana oímos por la radio del coche que Franco había muerto. No sabíamos que podía pasar pero lo que sí estaba claro era que los chistes sobre la prolongada vida de Franco ya no tendrían gracia.

Antes de entrar al astillero tomábamos un café en el bar, y antes de salir, dos obreros comenzaron a pegarse y en el bullicio y los manotazos no sabíamos si era por lo de Franco ó era por casualidad. Lo cierto era que la gente estaba muy nerviosa y los “me cago en dios” se escuchaban por doquier. El gracejo de los andaluces no dejó esperarse y entrada la mañana ya oímos carcajadas sonoras por todas partes.

Paco, de Sevilla, al lunes siguiente trajo un par de botellas de Cava y por la noche brindamos por el Rey.

En el ambiente también estaba que en realidad brindábamos por la muerte de Franco, pero el próximo rey era nuestra esperanza. Los rojos pensábamos que el rey duraría poco y hablábamos sobre Pipino el breve, el padre de Carlomagno. Juan Carlos el breve era nuestro chiste de cabecera. En la universidad de Madrid, el profesor de matemáticas nos decía que no duraría más de 4 años. Los rojos tomarían venganza de la derrota de la guerra civil porque los fachas habían dejado muy envenenada a la sociedad española. Se hablaba de los Carlistas, de la Falange antimonárquica, de el ejercito que no estaba de acuerdo con la designación de Juan Carlos, que los verdaderos dueños de la corona eran los Borbón Parma, que la derecha estaba muy dolida con Franco, que la iglesia haría morder el polvo a Juan Carlos...muchas cosas estaban en el ambiente.

La verdad es que no dábamos un real por la corona. Pero no había pasado aun el 23F. Era aún el interesante 1975. Ese futuro 23F de 1983 me pilló en Panamá y desgraciadamente no podía cruzar comentarios con mis amigos de Cádiz. Así que el día que Juan Carlos se ganó la corona y el corazón de los republicanos lo pasé sólo, en un hotel de Panamá, fumando en el balcón y oyendo las noticias de la televisión y la radio de Panamá.

El tango dice que 20 años no es nada y aún recuerdo los juegos con mis hijos, que hoy en día son adultos que no les importa demasiado que demonios pasara entonces. Es verdad que ahora tengo una vaga idea de que vivo en el futuro. No sólo Internet, los viajes al espacio y la moderna sociedad me lo recuerdan. Es que 30 años tampoco es mucho. Pero las diferencias son enormes. Si bien mis hijos son ya adultos y la sociedad española tiene una percepción mejor de sí misma, yo también tengo un cambio evidente en mi percepción de mi mismo y de la historia de España.

Así que deseo dejar por escrito que siento sobre este siempre sorprendente país. No solo Preston, el historiador inglés, es el único extranjero que ama la historia de éste país. Ahora millones de inmigrantes de todo el mundo se sienten atraídos por la historia de estos 30 últimos años de España.

De hecho es parte de mi propia historia porque 1974 fé el año que nació mi hija y 1976 el año que terminé mis estudios en la escuela naval de Cádiz.

Pero comencé a dar vueltas por éste mundo y siempre añoré mis años de juventud en España, cuando pensábamos que ese rey reinaría poco y que vendría un república salvadora.

Nadie podía prever un rey democrático con todos los poderes absolutos que Juan Carlos I había heredado del dictador.

Pero se ganó la corona y evitó el baño de sangre que la derecha quería en este país. Lo mismo que los integristas cristianos de América quieren con el mundo que ellos creen entregado por Dios directamente a la cristiandad.

El integrismo católico es España ve en estos momentos una oportunidad para ajustar cuentas con la izquierda española. Se aliaría con la derecha musulmana sin el menor prejuicio para poder bañar en sangre a esta España que se ha alejado tanto de la idea que tenía Franco con su “democracia orgánica”.

La extrema derecha española será el ariete pero el motor será el “democrático” Partido Popular. Hará lo mismo que la democracia Cristiana en el chile de 1973 y a la quema de mezquitas, matanzas de “moros” y sudacas, asesinatos de homosexuales y otras gracias soñadas por ellos. Eso preparará el camino para salvar a España de la confabulación “Judeo-masónica-musulmán-comunista” de la fragmentación que estos eternos enemigos del país, que anunciaba Franco y sus filósofos fascistas de los años 40, estarían dispuestos a efectuar en España.

El trabajo será apoyado por la panda actual de “visionarios” evangélicos de Washington. Aznar será el arquitecto de esta operación que se haría tan limpiamente que hasta alguna izquierda española seguirá el juego.

La actual arremetida contra el presidente del gobierno español y las insidias de la derecha, más el desgano de la juventud española enloquecida por gastar más y trabajar en lo que sea con tal de estar a la altura de los ricos del mundo, la división de las fuerzas de izquierda, la falta de claridad de los Think-Tank izquierdistas, el ejemplo de Francia, el poder mediático de Italia y otros factores harán que el próximo gobierno sea el de Rajoy en España y Esperanza Aguirre en La Comunidad de Madrid.

Acercamiento a la España de Franco. A la Norteamérica de los Integristas Cristianos evangélicos.

Ese será el “correcto” camino que anunciarían en su momento. Los Estados pequeños que no harán nada por el estado del bienestar de las socialdemocracias europeas, que recortarán gastos sociales para “potenciar” la generación de riqueza de la economía de mercado.


Una visión de la historia como la que las inclusas y las cárceles de Franco enseñaban en su momento. Las clases de religión obligatorias y la exclusión de inmigrantes reacios a su “españolización” de los mercados de trabajo.

No es todo esto lo que espero, pero lo veo peligrosamente cerca. Frente a mi ordenador levanto una copa y brindo como lo hicimos hace 30 años, por ese Juan Carlos que criamos breve y resultó longevo y poderoso porque se apartó de la soberbia que no deja ver claro el guión de la historia.

Los próximos 30 años, si la derecha deja de crear fantasmas y enemigos inexistentes, como los comunistas que incendian parlamentos alemanes, ó armas de destrucción masivas como las de Irak, ó esas tramas que los obispos españoles le quieren grabar a fuego en el cerebro de los jóvenes españoles, esos 30 años espero que sean los mejores de éste país. Lo deseo por la felicidad de mis hijos porque la mía en Colombia fue un fiasco que tanto ése país como yo tenemos la culpa.

No haré como Perón hizo con los argentinos, ó Franco con los españoles, culpar a otros por las propias desgracias. Las causamos los mismos del país. Si bien el motor de nuestras desgracias fue y será la economía de mercado, fueron los argentinos, los colombianos y los españoles quienes generamos las desgracias en esos países.

De momento en España se ha salido del infierno pero aún le quedan unas décadas a Colombia y la Argentina. Perón dejó grabado en la mente de los argentinos que se podía y se debía ser de izquierda y peronista. En Colombia, del seno del partido Liberal, el partido de la izquierda edulcorada colombiana, sale un presidente de extrema derecha que la gente del pueblo aún asocia a la izquierda colombiana. Como los “izquierdistas” peronistas, ó los sectores “liberales” de la extrema derecha española, que aborrecen al Rey y quieren un capitalismo salvaje que quebrante la voluntad de la izquierda española.

Brindo pues por otros 30 años por este Rey “republicano” que dejó con los crespos hechos a la derecha española.

¡ salud !