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domingo, abril 22

HOY COMIENZA LA BATALLA POR FRANCIA




Estos días de elecciones francesas y españolas, Europa está en el ojo del huracán. El verano que se avecina dará muchos quebraderos de cabeza a los verdaderos –si estos existen- demócratas.
Los sectores populares han estado mirando para otro lado, sin percatarse de lo que ha estado pasando en sus narices. Poco a poco, los salarios en todo el mundo han ido bajando de tal manera que desde los años 70 hasta hoy, se ha pasado de un salario suficiente para no morir de hambre a la necesidad de dos salarios en una sola familia para continuar viviendo. En las narices de los sindicatos y de los sufridos padres de familia que ven como sus hijos sueñan con trabajar, pasando directamente –sin preparación- al mercado laboral con sólo 15 ó 16 años. Deserción escolar bien vista por los think tank neoliberales que saben de la necesidad de mano de obra barata y con un mínimo de conocimientos.
En Francia, hace poco los barrios periféricos de París se amotinaron por la muerte de dos chicos que huían de la policía y se electrocutaron al esconderse en un armario eléctrico. Eso despertó la ira incontrolada de miles de descendientes de inmigrantes que llevan años esperando que se les dé trabajo sin conseguirlo. Si lo consiguen es en las precarias bolsas de trabajo para inmigrantes, pues su color de piel los diferencia de los franceses blancos cristianos. Las tesis de Le Pen han calado hondo en algunos sectores de la clase trabajadora supuestamente de izquierda.
A diferencia de París, los suburbios de Madrid, con mayorías izquierdistas, siempre han sido plazas rojas. No ha habido ese cambio de preferencias políticas tan dramático que los llevó de votar por Marchais y Miterrand a votar por Le Pen. Pero siempre fueron sitios de inmigración pequeña, menos del 5% de la población total. Hoy está cerca del 12% y ya comienzan a escucharse diatribas xenófobas en boca de políticos mesurados en tiempos no muy remotos.
En Madrid también hay políticos de extrema derecha, pero organizados por el PP y la cúpula de la santa madre iglesia. Tienen una presentación mejor que los extremistas franceses, pues en España no es aún muy clara la línea que divide a los conservadores de los antiguos franquistas y guerrilleros de cristo rey. Esto les permite navegar en esas sinuosas aguas de lo políticamente correcto-incorrecto sin despertar muchas sospechas.
Las elecciones de hoy dejarán posiblemente la segunda vuelta en manos de Sègolene Royal y Nicolás Sarkosy. Y es de esperar que la elección en esa segunda oportunidad sea aquella que alivie las tensiones entre las clases trabajadoras de la Francia que nos enseñó a lo que pueden llegar las revoluciones si se hacen con ganas de solucionar problemas viejos y estrechamente vinculados a la condición humana.
Si Francia no se deja hipnotizar por los cantos de sirena del neoliberalismo, la elección de Segolene Royal será el comienzo del cambio político europeo en un siglo que comenzó con la embestida de la violencia reaccionaria norteamericana y la violencia sectaria del terrorismo islámico.
Las francesas, hoy recordarán la misoginia de la derecha conservadora parisina, la misoginia del moderno Irán y la posmoderna sociedad norteamericana con enormes anteojeras que no les permite ver las mentiras de los integristas evangelistas y sionistas que diseñaron en su momento la manera de conquistar el mundo de forma imperceptible.
Para ver como pintan las cosas antes de terminar las elecciones de hoy, en donde
Leo lo siguiente en un diario de Internet:

“…Jean Marie Le Pen y Ségolene Royal son un muestra clara que al diversidad de ideologías que conviven en Francia.
Le Pen, es un hombre repleto de desbordes ultranacionalistas, racistas y xenófobos y con un estilo claramente provocador. El máximo exponente de la extrema derecha francesa que a los 77 años se apresta a competir por la presidencia por quinta vez.
Hijo de un pescador y una costurera, Le Pen nació el 20 de junio de 1928 en el pueblo bretón de La Trinité-sur-Mer (Morbihan).
Diplomado en Ciencias Políticas y licenciado en Derecho, a los 27 años se convirtió en el diputado más joven en integrar la Asamblea Nacional de la mano del líder sindical Pierre Poujade, creador de la corriente poujaidista.
No obstante, un año después abandonó su banca de diputado para enrolarse voluntariamente en la defensa de la Argelia francesa.
Integrante del temible cuerpo de paracaidistas galos en las guerras de Indochina y Argelia, en 1962, Le Pen justificó el uso de la tortura durante su servicio en Argelia contra integrantes del Frente de Liberación Nacional (FLN), aduciendo que esa práctica era necesaria para luchar contra el terrorismo.
En enero de 1971 su empresa fonográfica fue clausurada por apología de crímenes de guerra al editar discursos de Adolf Hitler y Lenin, por lo que debió afrontar un duro proceso judicial.
Sin embargo, este juicio no sería el ultimo, ya que a lo largo de sus 50 años en la política Le Pen acumula una veintena de condenas entre multas y expulsiones del Parlamento francés y europeo por sus exabruptos.
Justamente, esos exabruptos son considerados por sus rivales como una táctica para ocupar lugar en los medios de comunicación, puesto que la mayoría de los medios galos lo ignoran o evitan darle espacio.
A fines de los 70, heredó del empresario cementero Hubert Lambert (autor de diversas revistas nacionalistas) su actual mansión en las afueras de París y una enorme fortuna que le permitió potenciar su carrera política.
De ahí en más, varias apariciones mediáticas potenciaron su figura y le permitieron en las elecciones presidenciales de 1984 obtener el 11 por ciento de los votos, lo que obligó a la derecha tradicional a posicionarse con respecto a Le Pen.
En 2002 tuvo su apogeo político: obtuvo el 16,86 por ciento de los votos entre 16 candidatos, lo que le permitió acceder a la segunda vuelta contra el actual presidente Jacques Chirac.
Esta elección constituyó un hito en la vida política francesa, puesto que fue la primera vez que un candidato de extrema derecha pasa el primer turno en una elección presidencial.
La mujer
Ségolene Royal, intentará concretar hoy su sueño de convertirse en la primera mujer presidenta de Francia, con un fulgurante ascenso que en dos años y medio la catapultó a la cima del Partido Socialista, la principal fuerza opositora.
Royal fue designada candidata socialista a las elecciones presidenciales de 2007, tras conseguir el 60,64 por ciento de los votos de los militantes de esa fuerza.
La candidata socialista ostenta una vasta experiencia en la política francesa puesto que fue ministra en los gobiernos de Francois Miterrand (Medio Ambiente) y de Lionel Jospin (Educación y Familia e Infancia).
Además, Royal es diputada de Deux-Sevres desde 1988 y presidenta de la rica región de Poitou-Charentes (en el Oeste de Francia) desde el 2004.
Nacida en Dakar hace 53 años, Royal es hija de un coronel de la artillería francesa que abandonó a su numerosa familia.
Por este motivo, a los 19 años Royal mostró toda su determinación al ganarle un proceso judicial a su padre por no pasarles pensión alimentaría a ella y sus siete hermanos.
Tras finalizar sus estudios políticos en las más prestigiosas escuelas francesas, Royal se afilió al PS y cuatro años más tarde ingresó en el gobierno de Miterrand como asesora del secretario general de la presidencia Jacques Attali.
Electa diputada y tres veces ministra, Royal es llamada "La Zapatera" en Francia, por una repentina irrupción en los primeros planos de la política gala similar a la que hizo el presidente del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero.
En tan sólo dos años y medio, "Segó" -como la llaman sus seguidores y la prensa francesa- se impuso definitivamente dentro de su partido logrando una ascensión fulgurante, pero en los últimos meses su figura se vio desgastada por la campaña electoral y algunos problemas en el seno del socialismo francés.
Lo que catapultó su imagen fue el viaje a Chile en enero de este año para apoyar a su amiga Michelle Bachelet en la campaña presidencial, mientras todos los socialistas conmemoraban en Francia un nuevo aniversario de la muerte de Francois Miterrand.
Las tres semanas en Chile junto a Bachellet -que terminaría siendo elegida presidenta- fue un golpe de efecto que la llevó a las primeras planas de todos los periódicos y a que las encuestas la situaran como una de los políticos preferidos de los franceses.
De ahí en más, todo fue ganancia para Royal, a quien ni siquiera el amague de regresar a la política de Lionel Jospin pudo frenar.
Chirac deja el Palacio del Elíseo
Dicen sus más cercanos colaboradores que el presidente francés, Jacques Chirac, está en labores de mudanza, una idea poco creíble sobre el hombre que llevó las riendas del Palacio del Elíseo durante 12 años.
Ciertamente, 10 días después del fin de las elecciones, es decir tras la segunda ronda (6 de mayo), Chirac deberá abandonar el emblemático Elíseo, recinto sobre el cual Francia deposita todas las miradas.
Sin embargo, el bajo perfil mantenido hasta ahora por "un viejo zorro" de la política gala, hace aún más sospechosa su actitud. Se pronunció públicamente por Nicolás Sarkozy, conservador y del mismo partido, Unión por un Movimiento Popular (UMP). Su desgano en el respaldo a Sarkozy se debe a viejas heridas que obviamente no sanaron con el paso del tiempo. Y por tal motivo, el silencio de Chirac huele a dos cosas: maniobra en secreto o prefiere votar, también en secreto (¿por quién?).
Nobles y plebeyos recorrieron alguna vez jardines y salones de la sede actual del Jefe de Estado galo, edificación del siglo XVIII decenas de veces transformada que es el principal objeto del deseo de los políticos franceses.
En realidad es el símbolo de la codicia de los políticos desde que el 12 de diciembre de 1848, la Asamblea Nacional decretara que el "Elíseo Nacional" sería la residencia del Presidente de la República.
Esa medida no se mantuvo siempre estable, pero al final terminó por imponerse en el siglo XIX y el Palacio tantas veces remodelado por caprichos o ideas más prácticas, se afianzó en su proyección para los estadistas.
Chirac le dice adiós, aunque en verdad fue el segundo inquilino con más permanencia en el recinto, 12 años, dos menos que su antecesor, el socialista Francois Mitterrand (14).
Hoy y el 6 de mayo próximo se definirá el nombre del nuevo dignatario galo entre 12 candidatos, que se mueven en corrientes ideológicas de la izquierda y la derecha, con matices centristas en ciertos casos, y extremistas en otros.
La sede presidencial
El edificio del centro de París construido en el siglo XVIII y confiscado a la aristocracia en el período de Revolución Francesa, fue alguna vez una llanura salpicada de pastos y huertos y algunas casas con techo de paja.
Entre la Grande Rue du Faubourg Saint-Honoré y el Grand Cours (Campos Elíseos), el sobrino político de André Le N tre, arquitecto Armand-Claude Mollet, tenía unos terrenos que en 1718 vendió a Henri-Louis de la Tour d'Auvergne, conde de Evreux.
El arquitecto hizo el hotel entre un patio (del lado de la calle) y un jardín (del lado de los Campos Elíseos), poniendo así el punto de partida del plan de urbanismo del Faubourg Saint-Honoré.
Ya en 1742, Pignol de la Force consideraba al barrio como uno de los más hermosos de París. En el hotel levantado entre 1718 y 1722, se aplicaron principios definidos por expertos en arquitectura.
Partió de conceptos excepcionales del modelo clásico. Un vestíbulo de entrada situado en el eje del Patio de Honor y los jardines, un cuerpo de doble profundidad, un Apartamento de Gala dividido por la mitad por un Gran Salón que abre al jardín.
El implacable paso del tiempo no le hizo mella, a pesar de que llegó a servir de escenario de fiestas y bailes. Sus modificaciones, de acuerdo con arquitectos franceses de actualidad, respetaron sus aspectos esenciales...."


Hasta aquí lo encontrado en internet. Espero que mis amigos colombianos que son también ciudadanos franceses le hagan un bien a Europa y voten por Sègolene....