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lunes, diciembre 31

AMANDO A PABLO, ODIANDO A ESCOBAR, UNA RADIOGRAFÍA DE LA SOBERBIA COLECTIVA


AMANDO A PABLO, ODIANDO A ESCOBAR, UNA RADIOGRAFÍA DE LA SOBERBIA COLECTIVA.

El entorno de Virginia.

Para analizar un libro, una obra de arte, una idea política ó cualquier creación humana, es necesario estudiar antes la percepción del autor, su tiempo, su entorno y por último su intención.

Virginia Vallejo es y ha sido una mujer bella. Las mujeres blancas y bellas en un país con claras actitudes colectivas racistas como Colombia, otorgan un privilegio no escrito en la ley pero efectivo y determinante en la práctica.

En la Armada colombiana no se permitió que sus oficiales fuesen indios ó negros. Sus buques tuvieron siempre en sus puentes de mando a oficiales de tez blanca ó poco teñida, y sólo la marinería y sub-oficiales podían hacer alguna carrera dentro de ese cuerpo de las fuerzas armadas.

Un fenómeno que sucedió siempre en la sociedad colombiana y que habría de desembocar en hechos que están perfectamente descritos en el libro “Amando a Pablo, odiando a Escobar” de la periodista Virginia Vallejo.

Ella publica este libro después de que Alberto Santofimio Botero, un político perteneciente al partido liberal colombiano fuese juzgado y condenado a 24 años de cárcel por el asesinato de dirigente de su partido Luis Carlos galán Sarmiento, cuando éste era candidato a la presidencia por el partido liberal y seguro ganador de esa contienda.
Vallejo es una mujer muy inteligente. Y ese es uno de los aspectos que ha determinado el odio y nuevos enemigos que la bella periodista ha despertado estos días en Colombia, pero no el único.

El principio de la trama.

En su obra, Virginia dibuja el estado de una de las sociedades más divididas de América latina. Desde 1947, cuando se produce “el bogotazo”, disturbios que sumieron a la capital colombiana en la destrucción y el fuego por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, un tribuno de izquierdas quien en la década de los años 40 intentaba introducir políticas con contenido social que la oligarquía colombiana miraba con muy malos ojos y precipitaron su asesinato. Aunque Virginia Vallejo no describe estos hechos sí los sugiere.

En esa época nacieron las ideas que aún hoy dividen a ese atribulado país. Personajes como Manuel Marulanda, el jefe y fundador de las FARC, sufrieron las embestidas de “los pájaros”, grupos paramilitares que se formaron para embridar las ansias de libertad de campesinos y obreros que empezaban a rebelarse contra una oligarquía que con puño de hierro sometía a las clases populares sin el menor rubor. Hubo cosas como “Larandia”, en los llanos orientales colombianos, en la provincia del Caquetá, un estado dentro del estado, creado por el patriarca Leonidas Lara y sus hijos que como en la alta edad media, cobraban por el pastoreo y el transito de campesinos y sus ganados. Larandia tenía su propia moneda moneda con la que eran pagados los empleados, que compraban en los “economatos” de la familia Lara. Dentro del grupo de empleados, además de técnicos y campesinos, se encontraban los primeros paramilitares que guardaban la disciplina interior del enorme latifundio que empezó con menos de 2000 hectáreas y terminó con cerca de 8000 hectáreas gracias al terror infligido a pequeños y medianos aparceros quienes se vieron obligados a vender sus tierras a don Leonidas y sus hijos. Todo con el conocimiento y la aprobación de las autoridades ejecutivas y legislativas del gobierno central de Bogotá.

Como la familia Lara, varias familias ricas de Bogotá y El Valle del Cauca, provincia azucarera, ejercieron su autogobierno en territorios de sus latifundios. Una de ellas era la familia del patriarca azucarero Harold Eder, que sometió a los colombianos a la ausencia de azúcar completamente artificial, para producir un aumento de los precios. Con los años, tanto la familia Lara como la familia Eder sufrieron el zarpazo del secuestro y la muerte a manos de los grupos guerrilleros.

La ayuda de Dios.

Otro aspecto a tener en cuenta son las creencias religiosas no sólo de Virginia Vallejo, católica creyente procedente de familias de ambiente religioso común en la cristiana Colombia.
Se cuenta que los sicarios al servicio de los narcotraficantes se pintaban una Virgen María en el pulgar de la mano con la que sujetaban el revólver que mataría a sus víctimas, con el objeto de les diera “puntería” para llevar a cabo su tarea con la bendición de Dios.

En toda la obra de Virginia Vallejo es notorio el hecho de que cree en mundos metafísicos, deja entrever la religiosidad de sus amigos cercanos y sus enemigos no muy lejanos. La creencia en los destinos marcados por Dios y la ayuda de los ángeles y los santos así como las almas de las víctimas de los asesinatos de las mafias insertas en la sociedad y el gobierno colombianos.
El legendario sacerdote católico Rafel García Herreros, creador de “El minuto de Dios” (programa televisivo y luego barrio obrero sometido a drásticas formas de vida) asistió espiritualmente a Pablo Escobar en la llamada Catedral, cuando el capo se entregó ante el acoso de sus enemigos y de las fuerzas de seguridad del Estado.
El padre Isaías Duarte Cancino parece que estaba detrás de las actividades de las mafias colombianas que actuaban contra los insurrectos. Duarte murió en Cali asesinado por la mafia… Pero no sólo fue la iglesia oficial la que olfateaba el dinero fácil de la mafia sino las organizaciones parareligiosas que saben perfectamente que el mundo de los narcos conservadores y sus familias pueden ser muy agradecidos.

La Cruzada Estudiantil y profesional de Colombia, creada por el señor Néstor Chamorro Pensantes, una organización integrista católica al estilo del Opus Dei español y Tradición Familia y Propiedad, procedente del católico Brasil de los años 50 y Fundada por el brasileño Plinio Corrêa de Oliveira y el jesuita Walter Marieux, encontró pronto una fuente de financiación en el mundo de los narcotraficantes del cártel de Cali. Por éste hecho la cruzada ó el señor Chamorro, ya fallecido, fueron condenados por connivencia con organizaciones narcoterroristas y lavado de activos, además de una acusación por delitos sexuales.

La semilla del Diablo.

Virginia y Pablo nacieron al comienzo de los años 50, cuando estaban en marcha en Colombia las políticas establecidas por la oligarquía de esa nación. Pero también se gestataba en el mundo el mayor negocio delincuencial de la historia, después que los ingleses, un siglo atrás, con normas creadas por la corona británica, habían creado el negocio de la heroína, consumida por los chinos y fabricada por súbditos de Inglaterra en la India.

En efecto, quienes han visto la película “The French Conection”, cuando Alain Charnier, el traficante de heroína francés que se escapa, es un personaje sacado de la vida real. Pues ese traficante se refugia en Medellín y cambia su tráfico de heroína a cocaína. Crea la semilla del cartel de la cocaína de la hermosa ciudad de Medellín. El FBI seguía la pista de Medellín desde 1959 porque sabía que las mafias cubana y norteamericana comparaban heroína procedente del sur de Colombia pero “cocinada” en Medellín, según nos cuenta la periodista Cardona.

El hecho es que Pablo Escobar, de ladrón de automóviles y lápidas pasa al negocio de la cocaina convirtiendose en uno de los hombres más ricos del mundo, con una riqueza entre 2000 y 3000 millones de dólares. Mucho mayor que cualquier riqueza de los terratenientes y la variopinta fauna de la oligarquía colombiana.

Ingredientes para una historia de horrores.

He aquí los ingredientes que tiene esta sopa letal de la cual hemos bebido los colombianos que nacimos a mediados del siglo pasado.

Una oligarquía que no podía ver las consecuencias de sus actos, pues si desde la época de la colonia, el mundo estaba perfectamente constituido por siervos y señores y una pequeña población intermedia de sacerdotes y pequeñoburgueses, no tenían que cambiar las cosas con los años.

Una población cada vez más culta procedente las capas sociales altas pero también intermedias que dieron lugar a un incipiente izquierdismo y a un radical agrupamiento de las clases pudientes.

Al igual que la gran hacienda de la familia Lara ó la de los azucareros de la familia Eder del Valle del cauca, que utilizaron a “los pájaros”, se hacía en los años 80 muy necesario un ejército y una policía que defendiera los intereses de los antiguos y los nuevos capitales de la amenaza de una creciente insurrección propiciada por las guerrillas y partidos políticos de izquierda. No era políticamente correcto ni siquiera entonces que la tarea de combatir al pueblo de las clases desfavorecidas recayera exclusivamente sobre las fuerzas de seguridad del estado.

Se requería entonces de un cuerpo intermedio bien organizado. Eso lo comenzó a integrar “el mexicano”, Gonzalo Rodríguez Gacha, miembro del partido conservador y rico narcotraficante, amigo y colega de Pablo Escobar, que utilizó los servicios del antiguo oficial del ejército israelita Yair Klein, para organizar las nuevas fuerzas paramilitares que con el objeto de combatir a la guerrilla que robaba droga y dinero a los hacendados, establecieron un matrimonio de conveniencia entre las oficiales fuerzas armadas colombianas y el ejército de los narcotraficantes.
Virginia Vallejo asistió sin saberlo al nacimiento de estas fuerzas, pero cuando se dio cuenta ya no podía hacer nada, salvo actuar como toda la sociedad colombiana. Asistir inerme a la masacre de todas las fuerzas de izquierda, el aplastamiento de la Unión Patriótica, el asesinato de líderes de izquierda como Luis Carlos Galán quien apoyaba la extradición de narcotraficantes y proponía políticas sociales participativas.

En efecto, Vallejo no podía denunciar las cosas que ella sabía a unas autoridades que habían participado activamente en los hechos criminales que se conocieron a mediados de los años 80.

Las revelaciones que todos conocían.

Se ha escrito mucho sobre el libro de Vallejo, pero los más relevantes a mi entender son:

1. El asesinato de Luis Carlos Galán ordenado por Pablo Escobar pero ayudado por fuerzas de seguridad del Estado.


2. La toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y los hechos que se salieron de las manos al gobierno, a los guerrilleros, a los narcotraficantes quienes sólo querían que se robara los documentos de extradición que afectaban a ellos, todo por la intromisión de oficiales del ejército que incluso protagonizaron un golpe de estado en ese momento al apartar al jefe supremo de las Fuerzas armadas que era el presidente Belisario Betancourt.
Querían, siempre según la autora, saber de una cantidad enorme de dinero que supuestamente los narcotraficantes le habían dado al M-19 para efectuar la toma. Por esos hechos actualmente oficiales del ejército y la policía están siendo investigados.

3. La activa coparticipación de la banca privada y oficial en el lavado de dineros procedentes de tráfico de cocaína, marihuana y el contrabando común.


4. La amistad entre Pablo Escobar y el actual presidente de Colombia, quien en su puesto de director nacional de aeronáutica civil, tramitó y legalizó licencias para aeropuertos y aviones pertenecientes al cártel de Medellín. Ese extremo ha sido negado insistentemente por el mandatario colombiano, pero la embestida de cortinas de humo que ha protagonizado, lejos de exculparle le han dejado en evidencia.


5. La participación pasiva de la sociedad y las autoridades colombianas al aniquilamiento de las fuerzas de izquierda populares. Ese hecho es reflejado por la autora en varias páginas del libro.


6. La expresión de la soberbia y la codicia no solo de los narcotraficantes sino de todos los gremios de ésa sociedad. La misma Virginia cuenta como es respetada por el miedo que se le tiene a Escobar, pero también, cómo es castigada cuando ya se sabe que no tiene la protección del capo. La presión sobre el gremio de narcotraficantes de la mendicante oligarquía que solicitaba dineros para campañas políticas e inversiones en las diferentes industrias que requerían inyección de dinero fresco y abundante, a cambio de favores sociales ó legales.


7. Los odios y las traiciones de los periodistas que pelean por el favor de los capos y al mismo tiempo defienden en público la “guerra” contra el narcotráfico.


8. La toma de partido del gobierno a favor de la facción de narcotraficantes que se han aliado contra Pablo Escobar. Todo un estado de derecho toma parte en la persecución de un incómodo narcotraficante que en el pasado financió campañas políticas y reinados de Belleza, así como programas de vivienda que debería haber llevado a cabo el Estado.


9. La aceptación social de algunos narcotraficantes en la alta sociedad de la industria y las finanzas colombianas. La asociación de “reinas de belleza” y narcos fue la forma de asalto de las nuevas clases acaudaladas para acceder a la mesa de los ricos de siempre.

10. La personalidad de Pablo Escobar descrito por Virginia Vallejo como un benefactor de su pueblo, contrapuesto a la avaricia de una clase política que insensible ante la miseria inducida de un pueblo, de un país, se pavonea mostrando la riqueza casi con obscenidad. El más rico del pueblo que enseña sus riquezas a los menos afortunados es una costumbre de los países mediterráneos europeos. Ser el más rico del cementerio ha sido una constante en la historia de España, Italia y algunas zonas mediterráneas de Francia. Los pueblos anglosajones no hacen tanta ostentación personal, pero sí la ostentación colectiva. Las costumbres de España e Italia han sido transportadas a nuestra Suramérica y el resultado es que las mafias italiana, francesa y española se parecen tanto a la colombiana ó viceversa.

Otros temas que ha desarrollado Virginia Vallejo son anécdotas sobre sus amores con Escobar y la relación amor-odio que tienen durante esos 5 años en los que ambos disfrutaron de su juventud y de su fortuna.

Pero nos cuenta cosas extraordinarias sobre asuntos y personajes de esos años:

El hecho de que en las conversaciones que ella recuerda con Santofimio, el político, lleno de rencor, no sólo mostraban el deseo de que Escobar mandara a sus sicarios para que mataran a Galán, sino que tenían el plan de llegar a la presidencia primero él y luego Escobar. Pero esa alucinación ya la han tenido otros delincuentes en este mundo, y no sería la única vez que delincuentes lleguen a una jefatura de estado. Ya Noriega lo había hecho en Panamá, y Josheph Kennedy logró poner a su hijo John en la sala oval de la Casa Blanca, después de enriquecerse con el tráfico del alcohol prohibido en la Norte América mojigata de las primeras décadas del siglo XX.

De hecho América latina muestra un amplio abanico de jefes de estado corrompidos por el dinero, que dejaron actuar a otros delincuentes y hasta los protegieron. República Dominicana, la del “chivo” Trujillo, la Cuba de Batista en los años 40 y 50, El Haití de Papá Doc y Nene Doc, El Paraguay de Alfredo Strossner, El México de el PRI, la Venezuela de Adeco, el Perú de Fujimori, etc. etc

El intento de que los mafiosos enlodaran Al ministro del Nuevo Liberalismo, Rodrigo Lara Bonilla con la ayuda de Virginia Vallejo a lo que ella se negó y sí lo hicieran periodistas como Edgar Artunduaga, supuesto “amigo” pero férreo competidor de Virginia y actual senador Uribista, por supuesto, al que el mismo Escobar califica de rata de alcantarilla.

El hecho de que los narcotraficantes mostraran su cercanía con el expresidente Alfonso López. Tanto que el mismo López dice:

“…me sorprendió porque realmente tenían un plan coherente, tratándose de una propuesta tan sui generis, en medio del ambiente que reinaba como consecuencia del asesinando de Lara, se podía esperar mucha improvisación y emotividad. No fue así: tenían su exposición bien preparada. Desarrollaron de forma sistematizada durante los cuarenta y cinco minutos tres temas: Su posición frente al asesinato de Rodrigo Lara, su posición frente al ejército y su posición frente al gobierno. Comenzaron afirmando que la organización que ellos representaban era algo de la importancia y de la magnitud de la Federación Nacional de Cafeteros. (…)Ellos dijeron que representaban a unas cien personas, que constituían la cúpula de la organización de la cocaína, una organización que según ellos había tomado diez años en formarse y que trabajaban en coordinación con gentes del Brasil. Bolivia, Perú y Ecuador y con cómplices en los Estados Unidos. Según ellos, esa organización se forjó al imponerse el espíritu empresarial antioqueño, sobre las otras regiones y otros países (…)” (El tiempo. Bogotá 9 de julio de 1984. Pg. 8A

El candidato de López, Ernesto Samper Pisano es descrito en el libro de Virginia Vallejo como detentador de dineros de las mafias del cártel de Cali. Es sabido que Samper fue sometido a un juicio en el senado cuando ya era presidente, del que salió librado pero tuvo serios enfrentamientos con su ministro de defensa, un hijo del conocido escultor cubista Botero.

En una filmación anterior a la publicación del libro, Virginia Vallejo muestra cómo el único periódico impreso de tirada nacional que queda en Colombia (el sueño de los políticos de derecha: un solo periódico afín al gobierno y con sus dueños de ministros) defiende la acción de Santofimio ante sus jueces.

Cuenta también Virginia Vallejo como pasó fugazmente por el lecho de el jefe del cártel de Cali, Gilberto Rodríguez, y como hace parte del Grupo Radial Colombiano de propiedad de éste.

Hace poco un hijo de Rodríguez cuenta como el medio radial de su padre tenía a conocidos periodistas en su nómina. Entre ellos al neoliberal Carlos Lemos Simonds. Sobra decir que eran especialistas en contar las bondades del liberalismo a ultranza, el que con el tiempo sería descrito como neoliberalismo

La percepción de “la diva”.

He de confesar que no me gustó que en su libro se refiriera a sí misma como “la Diva”. Tampoco el que mencione reiteradamente “….el más rico de Colombia…”, la más bella de Colombia….el más rico del mundo…

Creo que aún no ha salido mentalmente del papel en la que precisamente los hombres la encasillaron. Se refiere muchas veces a su grado de inteligencia, lo que no es mentira pero no debe mencionar tantas veces pues corre el riesgo de mostrar precisamente lo contrario. Esas cosas pudo expresarlas de otra manera. Pero esto no le resta interés al libro.

Algunas personas que han leído el libro piensan que da mucha importancia a la riqueza, a los trajes caros, a los miles de dólares con los que vestía, su presunto enciclopedismo y el papel de profesora de amantes para asuntos de historia, de política y hasta de asuntos financieros. Pero creo que hace parte del mundo y las circunstancias que describe. Lo cierto es que la periodista es una mujer culta, de extensas lecturas e intereses intelectuales.

De hecho, ella es poseedora de una cultura del glamour propias de su actividad como periodista mujer en un país machista, dónde antes que persona, la periodista es un objeto de consumo en la pantalla del televisor. En su misma época la periodista más respetada en la televisión, no era tan agraciada y estuvo muchos años presentando noticieros. No recuerdo su nombre pero se que presentaba conjuntamente un noticiero con Passtrana, antes de que fuera alcalde de Bogotá y luego presidente de Colombia.

Dice la escritora Patricia Cardona de la universidad Eafit:

“La búsqueda de aceptación dentro de los grupos tradicionales a nivel social, económico y político del país, puede evidenciarse también en los frecuentes lazos de amistad que hicieron con personajes conocidos de la vida política del país o con aquellos que por su procedencia social o por el papel simbólico dentro de los grupos reputados, entre ellos cabe señalar los personajes de farándula, los jugadores de fútbol y especialmente las reinas de belleza.

No es un secreto que el Reinado de Belleza de Cartagena jugó un papel preponderante en la consolidación de los imaginarios que las clases altas del país tenían en torno a sí mismas, y en relación con lo que pensaron como nación: la concreción de los valores y las prácticas que las distinguían como élites; en función del rango, el prestigio y el poder, elementos que a la vez se convertían en piezas diferenciadoras con respecto los demás grupos.

En el reinado de Belleza de Cartagena se daban cita cada año, las niñas representantes de las élites más acendradas de las diversas zonas del país, en especial de aquellas que habían hecho parte de lo que desde la constitución de 1886 se pensó como nación, es decir el territorio andino y los departamentos de mayor tradición blanca de la Costa Atlántica. En tal sentido, el reinado de belleza funcionó desde la lógica de la creación de lazos sociales entre las élites regionales del país, que designaban las representantas que encarnaban los ideales "aristrocratizantes" de tales grupos. Así la mayoría de reinas tuvieron la misión de poner en el escenario los valores morales, "el deber" ser que caracterizaba las clases altas a las cuales pertenecían, y mostrar la capacidad adquisitiva de los hombres del grupo.

Responsables de mostrar socialmente la riqueza y el poder de los hombres del grupo, las reinas también deben representar los valores femeninos que la "buena" sociedad, supone, deben poseer, estos valores femeninos buscan también la creación de marcadas diferencias entre las damas de sociedad; que no tienen la obligación de trabajar para vivir, en cuyos cuerpos no se delatan las marcas de los trabajos pesados, de los sufrimientos productos de la pobreza y el abandono y las mujeres de los sectores menos favorecidos que carecen de tiempo y recursos para ocuparse de las vicisitudes del cuerpo o del aprendizaje de técnicas útiles en materia simbólica, pero inútiles en la vida práctica.

Las técnicas aprendidas por las mujeres de clase alta son elementos inseparables de la retórica del prestigio: tocar el piano, hablar varias lenguas, conocer las normas de la etiqueta, etc., son indispensables en su desenvolvimiento cotidiano; estas técnicas hacen parte del entramado cotidiano que teje los lazos de las sociabilidades de las clases altas. Para las mujeres de otras procedencias sociales, estos aprendizajes son absolutamente obsoletos, por cuanto las técnicas que deben dominar tienen que ver con la solución la supervivencia que no da tregua.

Por lo tanto los cuerpos de las reinas son entendidos como la expresión del imperativo categórico de las clases altas, basadas en el mantenimiento de las tradiciones y la perpetuación "idealizada" y hasta anacrónica de ciertos valores, entendidos como privilegios de clase: pureza, sumisión, belleza, delicadeza, obediencia, sutileza, recato, distinción, prudencia, clase, etc. Siguiendo este argumento, en el reinado de belleza, por los menos hasta los años 80 se privilegió un tipo virginal de mujer, que diera claras pruebas de la capacidad de control moral y social de los hombres y la diferencia de la clase alta de las clases bajas abocadas al madre solterismo, la prostitución y las relaciones sexuales por fuera de la institución matrimonial, (lo cual no implica que las clases altas no corrieran los mismos riesgos, pero en términos ideales se pone que no sucede de la misma manera); por lo tanto se privilegia el prototipo de la niña recatada, inocente y virginal, nada incisiva en asuntos políticos, nada polémica y poco dada a la coquetería y a la sensualidad…”

Hasta aquí Patricia Cardona en su interesante artículo: “Los narcotraficantes y su búsqueda de aceptación en la sociedad colombiana”
Queda claro que ejercer de “bella” no sólo era un asunto de las reinas de belleza sino de todas las mujeres de la burguesía colombiana, aún más las profesionales como Virginia Vallejo que se presentaba ante las cámaras de televisión.

Continuara……….

viernes, diciembre 28

ESCHER

Se va éste año que para los viejos pasó como un cometa desbocado. Problemas como el cambio climático, las innumerables guerras, la creciente contaminación de todos los escenarios, la agresiva oferta para el consumidor de todas las edades, las sorprendentes declaraciones de los políticos y las de quienes actúan como referentes en todas las ramas del saber, el avance en la ciencia y la tecnología, el ambiguo enjambre de criterios, las amenazas cercanas y lejanas, el miedo inducido y el debido a reales causas, y todos los que sí son problemas reales y hasta los problemas artificiales, todo esto se atornilla y se repliega en nuestros cerebros de tal manera que todos tenemos un cada vez más dispar percepción del mundo. En épocas pasadas la población era más uniforme en su abanico de percepciones. Con la llegada de Internet en forma masiva hace apenas 15 años ha revuelto aún más las turbias aguas en las que nada el hombre moderno y lejos de uniformizarse, el hombre actual es mucho más crítico ante los acontecimientos del mundo.
Hace poco he conocido que ya los científicos saben más sobre la forma en que el cerebro humano y el de los macacos pueden ver diferentes formas ante una misma imagen. El gran dibujante Holandés, Escher, jugaba con esos fenómenos de la mente y en sus dibujos un observador puede ver pájaros blancos en un cielo negro ó pájaros negros en un cielo blanco. Otros dibujantes pintan una anciana que vista de otra manera es una jovencita. El mismo dibujo puedes interpretarlo de manera diametralmente opuesta. Eso es conocido por los diseñadores de la política y las mismas palabras pueden tener interpretaciones diferentes. Así ha sido hace siglos, pero ahora con la perspectiva científica, esos fenómenos pueden ser dirigidos a voluntad, con el objeto de curar enfermedades como la dislexia, ó hacer que todo un pueblo interprete como acciones buenas las más perversas actividades humanas.
La forma de hacerlo es estudiada por inteligentes hombres con motivaciones financieras ó políticas.
Solo que no sabremos de dónde nos vienen los tiros y cuando ya hemos comprado ó votado no tendremos forma de dar marcha atrás si creemos que no hemos equivocado ó nos han engañado. Esa será la pena constante que nos afligirá en los próximos años.
. Hace muy poco, en 2004 se despidió el año con un tsunami en Banda Ache. Éste año se ha despedido con un magnicidio en Pakistán. En 1985 en Colombia, un furioso volcán y la toma del palacio de justicia con más de 100 muertos entre magistrados de la corte suprema de justicia e inocentes trabajadores fueron el marco de ese noviembre negro. Pero con el debido tratamiento mediático, todos salieron ganando. Todos creyeron que salieron ganado. Genios como Escher lo lograron. Mientras tanto, solo deseo que este año 2008 que va a comenzar sea el mejor posible para todos ustedes.

jueves, octubre 18

Von Wernich en Argentina, Alberto Santofimio en Colombia y la ley de la memoria histórica en España


Von Wernich en Argentina, Alberto Santofimio en Colombia y la ley de la memoria histórica en España.

Descubrir los secretos de la historia es el demonio que se aparece todas las noches en los sueños de quienes guardan cadáveres en los armarios de su entorno cercano. Desde 1936 en España se cometieron las tropelías propias de una guerra entre hermanos. El miedo al dictador no desapareció de golpe con la muerte de Franco. De hecho, la intentona golpista de 1981 por parte de la extrema derecha nacional-católica española puso de manifiesto que el monstruo no había muerto y que solo estaba dormido por cansancio después de 40 años al mando de este gran país europeo.

Ese miedo dejó su impronta en esa ley no escrita de punto final llamada pomposamente “transición española” que en definitiva era un silencio pactado a cambio de dejar entrar la democracia en España tal como se entendía en el resto de Europa.

El silencio estaba centrado en no usar nunca las razones del golpe de estado ejecutado por Franco y la respuesta republicana para que en un ambiente de perdón y olvido se llevara a cabo la nueva experiencia de una democracia.

Los jefes militares de entonces nunca vieron con buenos ojos que la izquierda y los republicanos vencidos en la guerra civil tuviesen voz y voto en un futuro gobierno que siempre fue de “los verdaderos” españoles, es decir los católicos ultraconservadores.

Pero Juan Carlos I tenía otra visión y quizá otros planes, por lo que tuvo muchas dificultades para sacarse de encima a los fascistas civiles, militares y eclesiásticos que tenía en su entorno más cercano, incluido el entorno familiar.

Hoy, muchos años después de esa guerra civil, el gobierno socialista de Zapatero intenta formalizar una ley que ponga en su sitio las consecuencias de esa guerra fraticida. Por supuesto, la derecha más conservadora arremete contra esa ley. Pero en 2007, pocos secretos pueden quedar sepultados para siempre. El origen de las grandes fortunas de algunas familias puede estar en entredicho dentro de pocos años. La inestimable ayuda de la iglesia católica a la entronización de mafias locales y las amenazas para que cambiaran de dueños tierras, ganados, propiedades y dineros, quedó relegada al olvido letárgico de 40 años de dictadura nacional-católica.

Pero las víctimas republicanas no olvidan sus peripecias y aún viven muchas de ellas.

Además en este ambiente de globalización, dónde las noticias de otros conflictos y sus consecuencias son conocidas al instante gracias a la magia de Internet, la radio y la televisión, poco puede escapársele al grueso de la población.

Por lo tanto, las comparaciones no se hacen esperar y después de la condena a cadena perpetua del sacerdote católico Christian Von Wernich, hallado culpable de crímenes de lesa humanidad, actuando como capellán militar de los servicios secretos de la dictadura militar argentina, más la condena en primera instancia del ex senador Alberto Santofimio en Colombia como uno de los autores intelectuales del magnicidio perpetrado en la persona de Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato a la presidencia colombiana en 1989.

Todo esto es un asunto de tendencias. Y es un aviso para navegantes en España. Veamos los antecedentes y encontremos las causas por las que ambos grupos de generales golpistas necesitaron de los servicios de agentes de la iglesia.
El caso de Von Wernich es fácilmente trasladable a la España de 1940 porque fueron este tipo de sacerdotes quienes ayudaron a tejer las redes que atraparon a muchos incautos republicanos quienes confiando en las piadosas sotanas, entregaban información delicada que era utilizada por los fanáticos militares de Franco y paramilitares como los requetés y falangistas en busca de terrenos de rapiña, cosa que a las autoridades militares del “movimiento nacional” franquista no querían ó no podían controlar.

La situación Argentina 1974 y España 1936 tiene en común que ambos países habían situado a generales golpistas de derecha que salvaban aparentemente a sus naciones de las garras rojas del comunismo. Ambos países llegaron muy lejos en esas pretensiones y contaban con la ayuda exterior de grupos que aún hoy no han sido completamente estudiados, independientemente de los Estados Unidos de Kissinger y de los grupos económicos europeos con intereses en la Argentina de aquella época.

En realidad en ambos casos se estaban estableciendo las bases sólidas de la dominación de unas clases económicas sobre otras, con el ropaje de una “revolución nacional sindicalista” dirigida por Franco, en el caso español, y por Videla en el caso argentino.

En España la tarea fue mucho más fácil a partir de 1941, pues acabada la guerra civil, Franco quedó con las manos libres para ajustar cuentas en el interior sin las ataduras que hoy no permitirían tal conducta. Juicios sumarios, muertes por decreto sin explicaciones, amenazas muy efectivas, terror en la población, hambre y privaciones que hacían más fácil el reparto del botín de guerra, aceptación cristiana de la situación, población asustada y alienada. En Argentina los militares robaron niños arrancándolos prácticamente de los brazos de sus madres “terroristas”. En España se hizo algo mucho peor como fue el tratamiento que se dio a los niños separados de sus padres “rojos”, ó muertos en la guerra, dentro de los orfanatos instalado por las fuerzas franquistas. También debió darse el apropiamiento de bebés en un mundo bajo la salvaje ley del vencedor. No había necesidad de cumplir trámites legales, mucho menos en medio del disfrute de la soberbia de la victoria.

Pero lo que se ha dado en Colombia estos días con la condena a 24 años de cárcel a Santofimio dice mucho si lo trasladamos a la España de los años 40. Siempre se ha hablado de la ayuda que la mafia siciliana dio a las tropas norteamericanas antes y durante la segunda guerra. Lo que poco se sabe es la ayuda que la delincuencia organizada española dio a Franco, o el pago que éste dio a los grupos que lo apoyaron. Hoy se sabe que la extrema derecha española dirige sin el menor rubor el mundo de la prostitución. ¿Costumbre de los padres..tradición laboral..?

Se sabe que el tráfico de esclavos para las obras faraónicas de Franco fue un hecho que pasó desapercibido por la misma población española. En estos alquileres de presos se movieron muchos millones durante años. Es difícil creer que el mundo del hampa organizada no tuviese que ver nada con esto.

Precisamente en la tierra del dictador, Galicia, es donde ha florecido el hampa del narcotráfico. Puede ser casual, pero en una tierra de siervos y señores es dónde mejor se pueden dar las condiciones que se han dado en Colombia, donde una oligarquía enseñó a sus siervos que solo debe trabajar aquel que no dispone de riquezas.

Lo que querían Pablo Escobar y Santofimio, una narcorepública próspera, con una clase dominante de narcotraficantes con títulos universitarios, políticos defensores de una “narcolegalidad” es lo que ya se había intentado en la Italia del siglo XX pero de una manera tan grosera que no pasó de un buen intento y algunas materializaciones en pequeños territorios del sur y el centro de la bota italiana.

Ese sueño de la derecha tenía que ser diseñado a muchos años de gestación con la ayuda de grupos ultraconservadores norteamericanos y la inestimable ayuda de la iglesia católica experta en esto de trabajar durante varias generaciones como lo dibuja Vicente Blasco Ibáñez en su novela “La araña negra”.

Pero varios grupos incontrolados como los representados por Escobar-Santofimio se han presentado en la historia y han desordenado la tarea ya expresada desde los tiempos de Cesar Borgia. Este desorden ha sido castigado por los detentadores del poder y conocedores de esa gran tarea que no permite la irrupción de aficionados.

A mediados del siglo XX en España aparece otra gran mafia que viste galas sacerdotales y aparece como una piadosa organización religiosa: El Opus Dei. Es la manera española de organizar los cuadros del hampa bajo las rígidas costumbres religiosas. Las nuevas clases mafiosas españolas deben seguir normas globales, contribuir con el neoliberalismo, disminuir la presencia del estado, alejarse de los grupos criminales comunes, presentar ante el gran público una imagen políticamente correcta, definir bien que ricos deben pertenecer a la organización y defender los negocios de sus asociados. A cambio la santa mafia hace el Lobying correspondiente ante las instancias estatales, organiza encuentros, media en casos de litigio, etc. Etc.

Santofimio no podía esperar generaciones. Así que el asesinato de Luis Carlos Galán era sólo un atajo que valía la pena tomar. La vida política de éste senador colombiano es el ejemplo de una impaciente estrategia que chocó con los planes de otros superiores y más fuertes con la misma

Noriega en Panamá y Uribe en Colombia son casos de impaciencia más que de delincuencia pura. Ese problema ya lo han tenido en España y en Italia, pero se han encontrado esas fuerzas de derecha con el muro impenetrable de la socialdemocracia europea, con fuertes sindicatos, con partidos de izquierda conocedores de la historia, con intelectuales consecuentes y honestos.

Así que en España deben ser descubiertos para los ciudadanos esos hechos imperceptibles como por ejemplo que esa pretendida campaña contra la ley de la memoria histórica lo que encierra es el deseo de parar la posibilidad de llegar a juicios similares a los de Von Wernich y Santofimio. Además que la nueva economía global tiene que usar grupos fuera de la ley para que el narcotráfico y los contrabandos de gentes y mercancías mantengan engrasada la maquinaria neoliberal como sucede en los Estados Unidos, donde se tiene que ser al mismo tiempo el mayor consumidor de drogas, el mayor lavador de activos financieros y al mismo tiempo el mayor “opositor” al negocio del narcotráfico.

De lo contrario, nunca sabremos quienes fueron los verdaderos delincuentes durante y después de la guerra civil española, quienes fueron los Von Wernich y los Santofimios que aún hoy en España no han sido juzgados por el hecho de haberse cerrado en falso la tan cacareada “transición española” que fue en la practica una ley de punto final como la firmada por el neoliberal Carlos Saúl Menen en la Argentina.

Mi amigo Edgar González Ruiz me ha pedido que incluya en mi blog uno de sus artículos sobre un caso de acoso clerical contra una ciudadana en el México del ultraconservador Calderón. Es éste presidente quien quiere reforzar las capellanías militares debido a los buenos resultados que dieron personajes como Von Wernich a la junta militar de Videla en Argentina. El clero en el ejercito dio buenos resultados a Franco y ésa es una experiencia que no puede pasar por alto a la derecha :

http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=43080

sábado, septiembre 22

Im-Pulso: LA IGLESIA CATÓLICA Y EL PARTIDO POPULAR ESPAÑOL, SON ACTUALMENTE ASOCIACIONES PARA LA DELINCUENCIA

LA IGLESIA CATÓLICA Y EL PARTIDO POPULAR ESPAÑOL, SON ACTUALMENTE ASOCIACIONES PARA LA DELINCUENCIA. CON LA CANTIDAD DE RENUNCIOS EN QUE SE LOS HA PILLADO, NO LES QUEDA MÁS REMEDIO QUE ALIARSE CON EL CRÍMEN ORGANIZADO PARA SEGUIR HACIENDO DE LA POLÍTICA SU MEDIO DE VIDA. ESO NO ES CASUAL SINO QUE RESPONDE A UN DETALLADO PLAN PARA ENTRAR DE LLENO EN LA PERCEPCIÓN DE ESPAÑOLES Y EUROPEOS Y ESTRUCTURAR UNA REALIDAD COMPLETAMENTE ARTIFICIAL. LA HISTORIA ES UN ENEMIGO A BATIR POR LA "FAES" DE AZNAR Y POR LOS MEDIOS PROCLIVES A LA IGLESIA. DESPUES DE 1939, SE DEDICARON A SAQUEAR LAS FORTUNAS PARTÍCULARES Y LAS DEL ESTADO. CON LA VENIA DE FRANCO, TODO EL TERRITORIO ESPAÑOL SE CONVIRTIÓ EN COTO PRIVADO DE PEDERASTRAS Y DE CAZA-ROBA FORTUNAS DE LOS "ROJOS". ESO ES LO QUE NO PERMITIRÁN PORQUE ESAS MISERIAS DEBEN PERMANECER EN SECRETO. COMO LOS CRÍMENES DE LOS REQUETES EN ANDALUCÍA PERPETRADOS POR EL PADRE DE UNO DE LOS DIPUTADOS CONSERVADORES. LOS NEGOCIOS OSCUROS DE "MAPFRE" SE CONOCERÁN ALGÚN DÍA, Y LOS DE ACTUALES MILLONARIOS AFECTOS AL RÉGIMEN DE FRANCO...
VER:

http://asuntosdelmultiverso.blogspot.com/2007/09/necesidad-de-alianzas-con-la.html

JJMORENO40@HOTMAIL.COM

lunes, septiembre 10

NECESIDAD DE ALIANZAS CON LA DELINCUENCIA DE LA OPOSICIÓN ESPAÑOLA Y DEL GOBIERNO COLOMBIANO.


En días pasados, la directora de la biblioteca nacional de España dio unas declaraciones según las cuales estaba harta de ver la televisión y de leer periódicos. Ella explicaba que la prensa escrita y la televisión eran mayoritariamente correas de transmisión de la extrema derecha mediática.

Lo que Rosa Regás ha expuesto es el estadio de
un plan que la extrema derecha mundial ha llevado a cabo desde hace muchos años.

Una noticia que retrata el actual estado del género humano es la presencia de neonazis judíos en pleno Israel, de orígen ruso, organizados para atentar contra emblemáticos sitios hebreos, reivindicación de la supremacía de la raza blanca. Esto pasaría por una de esas noticias que muestran la pobreza mental de algunos grupos humanos. Pero va más allá de eso. El brutal contrasentido de una noticia así hay que compararlo con la actitud del ejército de Sharon en
Zabra y Chaitila, cuando en un auténtico remake del ejército de Hitler, los israelitas cometieron una matanza contra desarmados palestinos.
Además, el estado hebreo es hoy uno de los principales proveedores de armas para los estados criminales del mundo. Mas adelante retomo este asunto de los judíos nazis y el de la fundación del estado paramilitar y narcotraficante en Colombia con el concurso de la empresa privada israelita. Se está expandiendo el nuevo concepto de “libertad” que antes nos parecía tan claro, en la versión neoliberal de última hora.

La defensa de la “libertad” que los neoliberales colocan en sus estandartes es además de otras cortinas de humo, la libertad de alianzas estratégicas. Una de ellas es la posibilidad de crear empresas de paramilitares para “vender” seguridad a los países interesados. Una sana competencia a las empresas privadas norteamericanas e israelitas.

Eso ya es posible en Colombia, Israel y los Estados Unidos, pero es un sueño largamente acariciado por la derecha europea, principalmente por Italia y España.
Para llegar a esto, tiene que presentarse al ciudadano una realidad difusa que no le permita diferenciar entre delincuencia y motivación política. Incluso que pueda encontrar razones históricas para defender, sin saberlo, una acción política como necesaria y razonable. Eso sucede en Colombia donde un neocon como Uribe trata de dar carta de naturaleza política a los mismos paramilitares narcotraficantes que él creó cuando su jefe Pablo Escobar necesitó defender al narcotráfico de los robos de dinero y droga que las guerrillas llevaban a cabo en las zonas de cultivo de la coca y robos de dineros en las ciudades de Medellín principalmente y Cali y Bogotá.
Para eso utilizaron los nuevos estrategas del narcotráfico, dentro de los cuales se cuenta al padre del actual presidente de Colombia, los servicios de empresas privadas israelitas como la de Yair Klein.

El ciudadano colombiano ve en la actuación de Uribe una actitud pacificadora y motivada por el deseo sincero de terminar con la violencia de su país. Por eso Uribe ha ganado las elecciones en dos ocasiones y probablemente lo haga una tercera vez.

La deriva de algunos partidos políticos de España y Colombia para convertirse en “asociaciones para la delincuencia” es un plan grosero en su ejecución pero eficaz en sus resultados. En Colombia ha sido relativamente fácil, por cuanto los partidos de izquierda ya habían sido pasto de las llamas de la historia. La demonización de esos partidos era muy fácil en una Colombia reaccionaria con unos partidos políticos empeñados en mostrar que la política era un asunto privado, manejado por unos grupos “iniciados” y que el gran público solo tenía que asistir como un convidado de piedra, sin mayor tarea que elegir entre dos ó tres hermanos gemelos. Es como si en Polonia hay una elección popular en la que sólo es posible elegir a uno de los dos hermanos Kaczynski. Eso ha estado pasando durante siglos en Colombia y más descaradamente durante el período del llamado “Frente Nacional” cuando el pueblo colombiano podía elegir por un período de 4 años a gemelos políticos. Esa formula quiso seguir funcionado hasta que se cayó por su propio peso. Pero al menos ha contribuido a abrir los ojos a muchos colombianos que se dieron cuenta que el asunto había que dirimirlo entre la izquierda y la derecha, tal y como está definido el actual campo de batalla de las ideas políticas del mundo. Ya no sirven la mentirosa posición de izquierda del partido liberal ni la posición de derecha del partido conservador. Ahora es un asunto entre dos posiciones extremas porque así lo ha puesto Álvaro Uribe Vélez, el representante de la nueva Colombia en manos de los libres hombres de empresa que ejercen el libre y sano comercio de la cocaína, del sano tráfico de armas y con la ayuda de agentes estatales, libres de toda sospecha, como la policía, el ejercito, la aviación y la armada que defienden a los libres hombres de empresa de los ataques que los enemigos de la libertad perpetran contra tan honorables empresarios como las familias mafiosas de la costa atlántica y los paramilitares como Mancuso.

Mientras tanto el inteligente presidente colombiano crea las condiciones políticas y judiciales para que los paramilitares puedan ejercer sus derechos civiles y actúen en política. Para llegar a eso, es muy fácil si se le da a estos grupos el carácter de grupos “sediciosos”, que como delito político es manejable y sobre todo “interpretable” a gusto de un senado salpicado hasta el asco de actividades “parapolíticas”.

No hay “desvergüenza” en esta actitud de ejecutivo y legislativo. Lo que hay es un plan debidamente trazado para que no sea visible en su desarrollo la mano de las mafias internacionales. Al igual que en España, donde la derecha nacional-católica muestra “delitos” como el matrimonio entre homosexuales ó la impartición de asignaturas como “educación para la ciudadanía”, el gobierno de Uribe muestra “delitos” como el ejercicio del papel de senadores a antiguos guerrilleros que ganaron ese derecho en las urnas como el senador de izquierda Gustavo Petro.

YAIR KLEIN, la iniciativa privada en defensa de “la libertad”.

Hace pocos días fue detenido en Rusia el personaje que organizó la estructura militar de los narcotraficantes colombianos, pagado por el capo Rodríguez Gacha pero contactado por las autoridades militares colombianas que querían castigar a las FARC sin entrar a considerar lo de los molestos derechos humanos. Yair Klein vino desde Israel a estructurar el negocio de la defensa de narcotraficantes y terratenientes, ganaderos y políticos que vivían del apoyo a los capos de la droga. En ese momento nació el paramilitarismo en Colombia, lo que salpicó de sangre a todo el país, con los asesinatos de estudiantes, sindicalistas, campesinos, e incluso otros narcotraficantes de menor monta pero molestos para el correcto funcionamiento de los negocios de los grandes, y el control de los mercados norteamericanos y europeos de la distribución de las drogas
El mismo Yair Klein ha dicho que fué un error desmontar los paramilitares sin haber derrotado a la guerrilla. No comprende Klein el plan de Uribe, que va más allá de una derrota militar. Se trata de estructurar otra forma de ver el negocio de la droga, de tal manera que acabar con eso (el narcotráfico) equivale a detener la lucha contra la delincuencia de la guerrilla. ES NECESARIO EL NARCOTRÁFICO PARA DEFENDER LA LIBERTAD. Para eso hay que dejar escrito a fuego en la mente de los colombianos de bien, que los paramilitares son “alzados en armas” como lo son los guerrilleros. Son luchadores por la libertad. Es decir que tienen un justo “principio político”.

Lo de hacer equivalentes los dos movimientos en cuanto a la honestidad de sus principios es como decir que Dios y el diablo son contendientes con los mismos principios pero de signo opuesto. En Europa, la derecha hace uso de algo parecido cuando dice que hoy no hay derecha ó izquierda sino intereses distintos. De esta manera la gente joven, sobre todo, no acude a las urnas, un respiro para la derecha, estos, sí, votos disciplinados.

Patrones diseñados para que el gran público no observe que Uribe de presidente democrático es un zorro al que han confiado cuidar de las gallinas.

De tal manera, es posible entender posiciones ultra conservadoras dentro de la izquierda. El caso de la Eurodiputa “socialista” Rosa díez es un ejemplo de esa perversión de la realidad urdida desde la derecha. Ella dice que sigue siendo socialista, defendiendo a los conservadores con uñas y dientes…historia que no es nueva y que se repite casi todos los años. Es el caso de judios antisemitas neonazis que viven en Israel y proceden al parecer, de familias de judíos rusas:

NAZIS ANTISEMITAS JUDÍOS EN ISRAEL

Aquí podriamos estar ante un nuevo modo de tomar el mando por parte de la delincuencia. Usando un lenguaje perverso, como lo viene denunciando hace décadas Noam Chomsky, desde las factorías norteamericanas, se ha pasado a las factorías del llamado tercer mundo, para que se realicen los experimentos como el de Israel, que ha pasado de ser un país querido por las fuerzas de izquierda en los años 50 y 60 a ser un bastión del conservadurismo cristiano de Norteamérica, la mayor fuerza ultraderechista del planeta.
Esto es parte del plan por arrancar el mayor capital de las manos de las clases medias y trabajadoras del mundo. Que el pan se convierta poco a poco en combustible para las máquinas, ó que las casas de los trabajadores les sean arrebatadas por los bancos que en su momento concedieron los llamados “créditos basura”, no es solo problema para los mexicanos que tienen que sufrir la escasez de maíz y altos precios para sus tortillas, sino un problema mundial para las clases menos favorecidas del mundo. En España estamos a la espera de la explosión de la burbuja inmobiliaria que no golpeará a los bancos y a las inmobiliarias, sino a los trabajadores que compraron casas con precios artificialmente inflados y ahora les tocará venderlas por precios muy inferiores a sus hipotecas, si es que logran venderlas. Sobrevivirán a esta hecatombe financiera los más fuertes, los más ricos, los mejor arropados por su clase…

Pero como todo plan mundial, todo aquella fuerza que se vea acorralada por las fuerzas populares está invitada a formar parte de esa contrarrevolución que solo la
delincuencia mafiosa puede ayudar a llevar a cabo. De esta manera, la derecha española y la colombiana se pondrán de acuerdo para meter una ruidosa zancadilla al gobierno progresista del PSOE de Rodríguez Zapatero. El escenario artificial será preparado en oficinas especiales y llevado a cabo por mafiosos de Italia, Colombia, Rusia y España. Nadie se va poner medallas si esto tiene éxito. Permanecerá oculto y solo algunos miembros del Club Bilderberg lo sabrán. El éxito será un fracaso en medio de un escándalo de los planes de Zapatero con su plan de Alianza de civilizaciones.

Desde un atentado hasta un escándalo sexual, financiero ó político, Zapatero sufrirá un revés antes de las elecciones de 2008, para que la derecha pase a formar gobierno. Será su venganza por lo sufrido en 2004.

Pero no será tan fácil para la derecha y el plan tiene que ser contundente y secreto.
Una vez instalados en el poder, la involución traerá formas de gobierno franquistas y ese “neofranquismo” será llamado rebelión popular, toma del poder por parte del pueblo para acabar con las formas totalitarias del socialismo español. Suspensión de leyes aprobada por el gobierno socialista. Permisos especiales para que alguna empresa privada española, como el caso de Hallyburton en USA, lleve a cabo tareas de limpieza étnica en cualquier lugar del mundo. Alianzas estratégicas entre empresas paramilitares colombianas y españolas para llevar la paz a Colombia, vender “defensa” en todo el mundo y cosecha de capital nuevo en rentables empresas contra guerrillas izquierdistas. De esta manera, guerrilleros de la ETA y paramilitares tendrán trabajo. Los antiguos etarras procedentes de la extrema derecha abertzale (llamada izquierda abertzale) tendrían trabajo honesto limpiado el mundo de incómodos comunistas y socialistas.

Continuaré con el desarrollo de esta idea, que no es común pero que la he pensado como la salida lógica del desarrollo de una delincuencia moderna y muy metida en política, en busca de mercados nuevos en un mudo cambiante que poco a poco no debe “ver” ese difuso cambio de hecho político honesto a golpe delincuencial.

viernes, julio 6

ACORRALADAS, LAS FIERAS SE HACEN MUY PELIGROSAS SOBRETODO SI ESTÁN ENFERMAS DE RENCOR

La vida política en España se ha tensado de tal manera que responde al deseo de quien desea un cambio profundo por la vía en que sucedió en 1936. Han muerto turistas en El Yemen, y esto es un símbolo de las luchas de un mundo civilizado contra la barbarie, y estas luchas también se viven en suelo europeo. Si algo distingue a una civilización es su capacidad de crear turistas. Estos personajes muestran el bienestar de un país ó de sus clases pudientes. Pero son un enemigo para las oscuras fuerzas de la barbarie mundial.

Pero la barbarie no es sólo la que representan los islamistas en Inglaterra ó los etarras en España ó los paramilitares y guerrilleros en Colombia.
Es también la que representan las fuerzas oscuras de quienes quieren un mundo libre de las molestias del Estado y de todo aquello que embride las fuerzas del mercado. Un mundo en el que el capital sea la mayor fuerza de la sociedad y las leyes le sean beneficiosas para una mejor cosecha de capitales. El neoliberalismo no va a permitir que una mayor cantidad de ciudadanos vea como el Estado ejerza su actividad no permitiendo que el capitalismo salvaje tome el mando de una sociedad cada vez más embrutecida por el consumismo desbocado.

Tampoco va a permitir que el Estado cuide el medio ambiente y no permita la contaminación se enseñoree del planeta lo que permite un mayor desarrollo de más mercados y otros caminos para el desarrollo de la industria farmacéutica y otras industrias contaminantes. Es el entendimiento del dasarrollismo como una fuerza que permite más mercados y más escenarios para el gran capital.
Todo lo anterior necesita ser reconducido, y España es ahora un perfecto escenario para esas batallas que nos esperan en este nuevo siglo que se estrena con guerras, supercontaminaciones y nuevas enfermedades del cuerpo y de la mente.

Los recientes acontecimientos, en los cuales el mundo ultraconservador ha visto perdidas sus batallas en suelo ibérico, dónde ha sido puesto en evidencia el engaño de la ultraderecha, con unos juicios en Madrid por los asesinatos del 11-M, que han demostrado hasta la saciedad que la llamada “teoría de la conspiración” era un mal producto de las factorías mediáticas proclives al pre-dividido Partido Popular Español, que en el debate sobre el estado de la nación quedó claramente señalado el profundo abismo entre las fuerzas conservadoras de España que han tenido que echar mano del conservador Rodrigo Rato, dimitido presidente del FMI para intentar frenar la caída en picado de un Mariano Rajoy cada vez más hostigado por los mismos voceros de su partido, esos recientes acontecimientos, han acorralado a una bestia herida y se vislumbra un proceder inesperado en las filas ultraconservadoras españolas, que se retuercen en un caldo de rencor, envidia, y otros pecados descritos en su católico catecismo.

Cuando cerró el debate, por parte del PSOE el diputado López Garrido,portavoz del gobierno socialista, , mostró que la bancada conservadora estaba vacía y los ministros, el presidente y los otros partidos sí estaban presentes. Eso no puede pasar desapercibido. ¿Que estaría haciendo el grupo pensante del PP, cuando le toca ver el campo de batalla desierto en manos de su oponente?
Muy claro que estaban preparando la estrategia para las siguientes batallas. Pero como todo animal herido, el político tiene varios ases en la manga y en medio de su desesperación puede dar golpes peligrosos. Ya lo intentaron el 23 de Febrero de 1981 y fallaron de tal manera que sirvió a la democracia española como una vacuna contra esos movimientos desesperados. Fortalecida la democracia después de ese 23F, los ultraconservadores españoles han desarrollado otras técnicas y otros cuadros humanos. No es impensable otra intentona. Saben que ya no tienen posibilidades con esos métodos. No cuentan con un ejército afecto a las causas nacionales, ni cuerpos armados que pudiesen secundarles. Así que tienen que hacerlo de otra manera.

La creación de escenarios artificiales es un buen método, pero les ha fallado lo de intentar hacer creer a la población que fue la ETA y la policía quienes perpetraron los hechos del tren de cercanías de Madrid, donde casi 200 personas murieron y otras 1800 quedaron heridas de diferente consideración.

Han de crear otro escenario artificial, con ayuda extranjera a ser posible, que les dé posibilidades en las próximas elecciones generales que claramente tienen perdidas. Saben que tienen que apartar a Mariano Rajoy pero no les queda tiempo ni fuelle político. Otros cuatro años en la travesía del desierto no lo soporta el ala ultra del PP. Es el momento de preparar algo novedoso y al mismo tiempo imperceptible. Con lo de las armas de destrucción masiva en Iraq, hicieron el ridículo y eso ha acrecentado su rencor. La campaña de la iglesia católica contra el gobierno no es suficiente y saben que esa tarea encomendada a los obispos no es para buscar nuevos yacimientos de votos.

Las campañas de los medios escritos y televisión sólo pueden hacer eco de medias verdades que la población tiene ya demarcadas. Ya no se puede engañar a la población española como se hacía a mediados del siglo pasado.

La respuesta podría venir de Colombia, donde un ultraconservador presidente Uribe ha podido engañar a todo un pueblo. Los movimientos políticos del neoliberal Uribe, debidamente escoltado por el presidente norteamericano, ha contado con la ayuda de la delincuencia local, disfrazada de “política”. Sus resultados han sido magistrales. En Colombia, los bienpensados ciudadanos han avalado en las urnas sus políticas. Uribe ha acabado con el concepto de “delito político”. Todo es ahora terrorismo. Una rebelión popular contra un gobierno no es posible sin ser llamada “terrorismo”. Reflejos del 11-S que cobijan ahora a todo el planeta.

La ayuda de Uribe podría provenir de capitales del narcotráfico, de asesinos a sueldo muy bien entrenados por militares israelíes y equipados con toda la nueva brujería de las armas modernas. Hace pocas horas fue confiscado un cargamento de armas procedente de Israel con destino a Centroamérica. Lo curioso es que algunas de ellas son de aire comprimido. Se dispara la imaginación, pero desde que Yair Klein preparó las tropas de asalto del cartel de Medellín a mediados de los años 80, el crecimiento de la delincuencia y el paramilitarismo no ha parado en Colombia. En estos 25 años ese país tiene ya una tecnología paramilitar para exportar incluso a Europa, donde crece la necesidad de acabar con las socialdemocracias que tan mal ejemplo dejan el mundo, mostrando que el individuo tiene derechos y que éstos deben ser defendidos en todo el planeta.

El hampa en España está muy ocupada en sus tareas cotidianas y no prestaría mucha atención a los requerimientos de un partido en apuros. Además, este tipo de tramas no cuenta con el visto bueno de todos los sectores conservadores. Debe por tanto contar con el permiso de una instancia más alta, internacional a ser posible, y debidamente bien remunerada. Muy secreto y con unos niveles de seguridad a prueba de toda cadena de hechos desafortunados que saque a la luz pública los planes de tal trama.

El diseño de esa operación tendría que estar a cargo de instancias ultraconservadoras españolas de la máxima credibilidad. Y su ejecución debería estar en manos de personal de la más absoluta confianza. Los paramilitares colombianos poco podrían hacer porque su acento podría delatarles. Ellos sólo podrían aportar los dineros del que fácilmente disponen en todo el mundo.

Determinar qué es lo que podrían hacer, depende mucho del objetivo de esa trama. En Italia, las llamadas tramas negras han mostrado poca efectividad y mucha publicidad que es precisamente lo que no se espera en estos casos. Así que al igual que los suramericanos, poco podrían hacer.
Lo mismo se podría decir de un comando norteamericano de la CIA. Se les notaría el plumero de entrada. Pero precisamente está a la vista de todos qué es lo que podrían hacer. Crear un escenario artificial, en el que quede involucrado el PSOE, y que pueda ser ratificado por “autoridades” en varios países, usando una de las banderas más queridas por Rodríguez Zapatero: La Alianza de Civilizaciones.

En la 59 asamblea de Septiembre de 2004, con un R. Zapatero recién estrenado como presidente del gobierno español, propuso una “alianza de civilizaciones”. No tardó la derecha en ridiculizar el plan de Zapatero que más tarde ha contado con adhesiones de más de 60 países y renombrados líderes de todo el mundo. Eso ha despertado el rencor más amargo dentro de las filas ultra del PP español.

Pues bien, he aquí los elementos para crear un “escenario artificial” que involucra la respetabilidad del joven jefe del gobierno español a nivel internacional. Es el turno de las bandas del hampa internacional, procedentes de Rusia, Colombia, Serbia, Italia, los mismos elementos de la ETA, teledirigidas por la derecha mundial y por los gobiernos afines a la más oscura red reaccionaria que el mundo ha visto desde la época de los Borgia, cuyo puente de mando lo compone la camarilla de delincuentes poco comunes que se ha apoderado del gobierno norteamericano y que recibió un certero varapalo del gobierno español al retirar las tropas de Irak e invitar a otros gobiernos a que hicieran lo mismo. Esto ha sido una sentencia del castigo más aleccionador que el gobierno norteamericano podría dictar, en uso de la venganza propia de un grupo mafioso.

La profunda división en el seno del PP español tiene que estar consumiendo mucho tiempo a sus directivos, pero la preparación de estrategias está a cargo de personajes poco conocidos del público, aún menos conocidos si estas estrategias no son políticamente correctas e inconfesables. Jóvenes inteligentes, bien pagados y con herramientas de información modernas, en el sosiego de oficinas especiales, quizá universitarias, con la asesoría de tiburones y halcones de la derecha debidamente autorizados desde las alturas, estarían en plena faena a estas alturas. Es la forma de trabajo más común incluso en el mundo empresarial, donde una parte del tiempo del personal se invierte en la preparación de nuevas ideas comerciales, estrategias de ventas, nuevos productos y hasta el estudio de las costumbres de futuros clientes.

La tarea de estos “pensadores” es determinar cuales son los pasos a seguir para el desprestigio del gobierno de Zapatero y de paso permitir el mando del PP por los más extremistas que viven en el seno de ése partido.

Podrían ser los siguientes:

Un magnicidio en el PP (la muerte de un jefe prescindible del partido y de alguna forma incómodo en la actualidad, asesinato que debe ser imputado mediáticamente a la izquierda española ó a defensores de la alianza de civilizaciones)
Un magnicidio en el PSOE. Esto debe ser aleccionador si además es imputado a los mismos miembros del PSOE.
Un magnicidio en el mundo árabe propiciado por España, para un desprestigio total de la alianza de civilizaciones.
Supuestas tramas de socialistas para un golpe en Suramérica. Podría ser un contradictor de Europa ó en su defecto un incómodo “defensor de la libertad” neoliberal como Uribe. Recordemos el papel que intentó hacer Aznar en el golpe al presidente Chávez en Venezuela. Con razón Castro le llamó el “Furercito”
Incluso un gran “accidente” imputable al gobierno de Zapatero, con el debido cubrimiento mediático lleno de “pruebas” como las preparadas por Luís del Pino del diario “el Mundo” de Madrid acerca de la matanza de Atocha que del Pino atribuye a una trama de la policía y de la banda Terrorista ETA. No ha importado lo demostrado que quedó lo absurdo de esas tesis tras el juicio seguido en Madrid, el entorno ultra de ha seguido con los llamados “agujeros negros” del 11-M.
Esta sería la tónica a seguir para el desprestigio, después del rencor que ha generado la inepta tarea del ministro de defensa de Aznar, Federico Trillo, miembro del Opus Dei español, que hizo el ridículo tratando de tapar los desaciertos del accidente del avión Yakolev en el que murieron decenas de Militares españoles que venían de una zona de guerra. En esa operación hubo hasta 9 subcontrataciones que dejó al descubierto una zona gris entre legalidad y delincuencia en el seno del ministerio de defensa.

Todo esto lo sabe el gran capital, que debe sopesar entre seguir apoyando la socialdemocracia del PSOE, y la entrada de un mundo de nuevos “caballeros de industria” de la mano de aquellos políticos que harían más fácil el accionar de un modo de relaciones de industria más acordes con los planes de Perle, Rumsfeld, Wolfowtz, Cheney, en un mundo neoliberal cuyos Estados no se opongan a la “libertad” de acumular riquezas y contaminar el mundo sin las trabas de aquellas fuerzas progresistas que Zapatero encarna.
Además, el pago local es el permiso de saquear las cuentas del estado como lo hacen imperceptiblemente los nuevos alcaldes del PP español que ganan unos 100.000 dólares al año al haberse subido el salario hasta un 40% en algunos casos con salarios por encima de los más altos responsables políticos del gobierno central. Otra zona gris entre delincuencia y legalidad.

Como lo han hecho en Suramérica toda la vida, al estar toda una clase política dedicada a engordar las cuentas bancarias de Suiza y de los paraísos fiscales de todo el mundo. Las oligarquías sudamericanas y algunas asiáticas son un buen espejo para el proceder político en el filo de lo ilegal y lo legal. El paradigma de los políticos modernos.

Esta forma de “delincuencia oficial” es bien vista por los grupos ultraconservadores que ven en ella la forma de financiar aquello que no sería posible financiar por vías legales. Los dineros procedentes del narcotráfico y el comercio de armas crean unos problemas que no crean los dineros procedentes de la delincuencia urbanística ó del contrabando de materias primas y mercancías comunes.

Apoderarse de estados como lo han hecho en Colombia es muy costoso y no es tan fácil como allí llegar al estado de cosas que lo han permitido. Es un cocinado histórico dónde una clase política desenvolviéndose entre la legalidad y la delincuencia ha llegado a entronizar verdaderos cuadros profesionales dedicados al saqueo del estado. Los paramilitares colombianos tienen sus tentáculos metidos hasta en las universidades. Por supuesto en alcaldías y gobernaciones. Pero eso no es completamente posible en Europa salvo en algunas regiones de Italia y de Serbia. Las fuerzas de seguridad Europeas son muy profesionales y esto no permite una operación con facilidad como en Suramérica. Los mismos islamistas han tenido serios problemas para sus operaciones. Pero han sucedido desgracias en España e Inglaterra. Así que el factor suerte lo tendrían en cuenta en cualquier operación.

El reciente perdón de Bush al ayudante de Cheney deja claro que los delincuentes puestos por el mismo establecimiento son bien tratados y hasta perdonados. Así que si el Partido Popular español hace algo que en su día pueda ser descubierto, contará con la ayuda de los buenos oficios de los políticos de turno. Una razón más para intentar cualquier cosa…

sábado, mayo 26

LOS ESPAÑOLES TIENEN UNA CITA CON LA HISTORIA



Aunque las elecciones de mañana domingo son unas elecciones comunitarias más dentro de la época posterior a la transición, es la primera vez que hay en la percepción del ciudadano medio español la idea de que estas son unas elecciones primarias antes de las generales del primer trimestre de 2008. Por lo tanto los partidos han apostado sus restos a éstas elecciones. Pero también es una elección de dos tipos de concebier el servicio público que es el ejercicio de la política.

Hay dos maneras y está muy claro hoy quienes son los personajes de carne y hueso que representan esas formas de praxis política. En el lado de la izquierda está José Luis Rodríguez Zapatero con su Partido Socialista Obrero Español y por el otro el modelo que trata de imponer José María Aznar, quien no compite en estas elecciones. El representante oficial es Mariano Rajoy, pero muy marcado desde la derecha por las huestes de Aznar.

Para decirlo más claro, Zapatero representa un partido político democrático y Aznar representa otra cosa diferente a un partido político. Aquí es donde la percepción de los españoles está siendo dirigida de tal manera que aparentemente se trata de una disputa electoral entre dos contendientes con un ideario diferente, opuesto pero con el máximo principio de respeto mutuo y de aceptación de las reglas de juego.

En el caso del PSOE, no cabe duda que quienes estamos cerca de la sexta década, el socialismo que representó ese partido llevó a España a lo que es hoy. El estado del bienestar, el desarrollo de las autonomías, las carreteras, la seguridad social, la conformación de un ejército profesional respetuoso con las autoridades civiles y sobre todo, la estabilización de una monarquía dentro del marco de la legitimidad. El Rey heredó todos los poderes de un dictador sanguinario que había traicionado a la república. Pero éste Rey se ganó la corona como alguna vez lo dijo Fidel Castro, por haber evitado un baño de sangre el famoso 23 de febrero de 1981, cuando hizo que Franco se revolviera en su tumba y desautorizar a unos golpistas de extrema derecha que querían repetir lo de 1936.

Luego vendrían los 13 años del gobierno de Felipe González del PSOE, que dejó a España difícil de reconocer. El país pasó de ser el vecino pobre de Europa a ser un motor de gran potencia dentro de la comunidad de esta Europa moderna. Aznar arrebató en las urnas el poder al PSOE en 1996 y continuó la labor de desarrollar a España. Lo hizo bien, hasta que vinieron, 8 años después, los acontecimientos del tren de cercanías de Madrid, con 192 muertos que sumieron a Aznar y a su partido en tal postración que desnudó sus espíritus y los mostró en su verdadera dimensión.

Al perder las elecciones del 2004, la política española debe haber entrado en una dinámica que la saca del resto de naciones Europeas. Si esto mismo hubiese pasado en Francia ó Alemania, el curso de los acontecimientos políticos tendría una presentación diferente, pues tanto derecha como izquierda en esos países están siendo llevados sin interrupción desde el final de la segunda guerra mundial, por partidos que surgieron de las cenizas de ése terrible holocausto que le costó al mundo decenas de millones de muertos.

No olvidemos que España no participó abiertamente en la segunda guerra mundial. Su cercanía ideológica con la Italia de Musolini y la Alemania de Hitler sólo se dejó ver con esa división Azul que fue a luchar contra el marxismo representado por las tropas rusas. Oficialmente, España era neutral, aunque en un equilibrio estable.

Después de la guerra, Franco, ó sus asesores, fueron hábiles al utilizar la naciente guerra fría y en su anticomunismo tejió lazos con Norteamérica que comenzaron al principio de los años 50 y los continúa Aznar con Bush, hasta que Zapatero llega al poder y retira las tropas españolas de una guerra injusta e ilegítima en las tierras del petróleo.

Golpes muy fuertes para la historia de un país que acaba de nacer para la democracia, después de una férrea dictadura nacional-católica, tan integrista como la Iraní de los sacerdotes musulmanes, incluido su concepto sobre las mujeres.

Todo esto ha debido hacer saltar las alarmas en los pensadores conservadores y han determinado un ritmo y una estrategia que no están contemplados en la cultura política de los países democráticos de Europa.

Los mismos conservadores del resto de Europa miran hacia otro lado cuando se les interroga sobre el estado actual de la relación izquierda-derecha en España. Es un teatro difícil de digerir. Cuando Aznar ha dicho algunas cosas, sus oponentes dicen que está loco, otros dicen que es el rencor, otros dicen que no ha asumido su derrota de 2004.

Pero es desgraciadamente otra cosa. Aznar sí sabe lo que está haciendo. Quizá algunos de los hombres de su partido, incluido Rajoy no lo pueden decir abiertamente porque AHORA no es políticamente correcto. Quizá dentro de su propio partido no compartan su proyecto, pero él es quien dicta las normas a esta hora y debe hacerlo con el mayor sigilo.

Todo viene desde muy atrás. Recodemos lo siguiente:

“El 8 de mayo de 1950, para el quinto aniversario de la capitulación del Tercer Reich de Adolf Hitler, el ministro francés de Relaciones Exteriores,
Robert Schuman, propone poner en práctica el proyecto de Louis Loucheur y Richard de Coudenhove-Kalergi, creando una Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA).

Schuman es miembro numerario
del Opus Dei. La confraternidad secreta católica le ha creado una imagen que logra borrar el recuerdo de su participación en el gabinete de Philippe Pétain, quien firmara el armisticio de la deshonra. En Nueva York, Allen W. Dulles organiza una conferencia de prensa en la que hace pública una lista de 118 eminentes personalidades norteamericanas, miembros del ACUE, que brindan su apoyo al plan Schuman.”

Después de que Schuman estableciera su plan, el nefasto George Kennan escribe en un célebre artículo que abre las puertas a los nuevos pensadores neoliberales:
“…Los Estados Unidos poseen el 50% de la riqueza del mundo, pero sólo el 6% de su población... En tales condiciones, es imposible evitar que la gente nos envidie. Nuestra auténtica tarea consiste en mantener esta posición de disparidad sin detrimento de nuestra seguridad nacional. Para lograrlo, tendremos que desprendernos de sentimentalismos y tonterías. Hemos de dejarnos de objetivos vagos y poco realistas como los derechos humanos, la mejora de los niveles de vida y la democratización. Pronto llegará el día en que tendremos que funcionar con conceptos directos de poder. Cuántas menos bobadas idealistas dificulten nuestra tarea, mejor nos irá..."

Aznar, quien hace campaña contra la constitución en la España de 1978, quien vota contra todas aquellas leyes liberales que intentan colocar a España dentro de las naciones democráticas y desarrolladas de Europa, es un joven bien avenido con las ideas de estos pensadores de la derecha europeo-americanas que tratan de establecer el neoliberalismo en Europa. Esto es, debilitar el Estado, suprimir los impuestos en la medida de lo posible, dejar plena “libertad” a las empresas y los empresarios y que las leyes no corten de raíz la natural codicia de aquellos empresarios que quieren acumular riqueza a toda costa.

Pero Aznar sabe que si los partidos de izquierda abren los ojos de los españoles, su tarea va a ser más difícil, y no es la hora de permitir otros 13 años de dominio socialista.

Quedan dos caminos para seguir. O una alianza de los neoliberales con la izquierda –cosa muy difícil en principio- ó un golpe de estado contra los mismos rojos que combatió Franco.
Esto último no es posible con unas Fuerzas armadas profesionales. Ya no quedan generalitos golpistas. Así que es el momento de los ejercitos privados como los ha diseñado Alvaro Uribe en Colombia.

La historia del paramilitarismo es Europa es antigua. Quizá los eventos de Serbia y Croacia son los más conocidos, pero en Italia y Grecia ya funcionaron en su momento. España tiene pocos jóvenes dispuestos a derramar su sangre en luchas fratricidas, pero no sería difícil que con los buenos oficios de la Iglesia puedan ser armados con la dirección de Obispos integristas que los hay en cantidad. Pero la globalización permite que puedan ser usados ejércitos privados de otros países. Uno de esos países con ejércitos bien adiestrados para "luchar contra el comunismo” es a todas luces Colombia.

Pero estos ejércitos en realidad lucharían contra todo aquello que frene el desarrollo de la gran empresa de tal manera que sea imperceptible, con apoyo de los medios de comunicación que harían ver las acciones de esos ejércitos privados como defensores de la libertad. Eso no es difícil con toda la experiencia que tienen los Estados Unidos en domesticar sociedades en Suramérica y Europa. Pero es socialismo es un hueso duro de roer. Sabemos que los partidos de izquierda en todo el mundo están infiltrados por oscuras fuerzas de la derecha y esto es un hecho con el que los izquerdistas debemos convivir. Es parte de las condiciones de la aldea global.

Debo decirlo con pocas y certeras palabras: Aznar, Uribe, Milosevic, Bush y otros personajes de ese estilo quieren gobernar “repúblicas neoliberales” defendidas por ejércitos privados. Por eso la oposición descarada a las monarquías por parte de esa derecha neoliberal que supuestamente defiende la monarquía que viene de aquellas antiguas familias notables de la Roma Imperial.

Pero todo esto en clave izquierdista, es la acción de asociaciones para delinquir, de tal manera que todo parezca un ejercicio a favor de “la libertad”

Solo que se les ha visto el plumero. Llaman a un partido clasista, xenófobo y de los ricos “Partido Popular”. Por todas partes crecen asociaciones de la derecha más rancia con nombres en que la palabra Libertad aparece muchas veces. Los nuevos conservadores, defensores de sus derechos de propiedad, se llaman ahora liberales y llaman a la “rebelión cívica” para oponerse a las embestidas de los partidos de izquierda, que siempre oponen su justicia social.

Esta justicia social supone que los dineros del Estado se utilicen para construir herramientas para el uso de los menos favorecidos económicamente. Los neoliberales dicen que eso trae veneno en su propia concepción, pues las ayudas convierten en perezosos a los pueblos. El estado del bienestar de las sociedades Europeas y algunas de América y asia, son un monstruo contra el que hay que luchar.

La muestra de todo esto la trajo el huracán
Katrina que azotó el sur de Los Estados Unidos. Para solventar sus efectos no hubo suficientes medios económicos pero para la guerra de Irak los millones fluyeron para empresas privadas como Halliburton ó para aquellas empresas que facilitan mercenarios costosos para esas guerras.

Ese es el escenario que deben ver los españoles mañana 27 de mayo del 2007. Deben decidir entre un partido político y una asociación para delinquir en la que se está logrando convertir al Partido Popular Español, el otrora partido político de una derecha que tuvo a verdaderos demócratas en su seno.

Suerte pues a los partidos de la izquierda en España que puedan frenar los impulsos de soberbia de Aznar, Zaplana, Acebes, Esperanza Aguirre y esos políticos que defienden a los representantes de la extrema derecha española pero que traicionarían sin rubor en cuanto no les sean necesarios. Lo mismo que ocurriría con aquellos soldados paramilitares que trabajarían en su momento en la sombra para una derecha que sólo ama el principio de mercado.

jueves, mayo 17

LA HERENCIA DE LOS FEUDOS


LA RELIGIÓN ES NECESARIA PARA ENGAÑAR POLÍTICAMENTE Y CON MÁS FACILIDAD A LA GENTE, A LOS VOTANTES.

Con la enorme cantidad de información sobre política y religión, tanto los medios escritos en papel como los digitales han causado un hartazgo en la gente, especialmente en la juventud que esto a su vez causa una exclamación muy común entre la juventud: ¡todos son iguales!...
Pues eso es una victoria de la derecha. En las actuales circunstancias, donde los políticos conservadores tienen un margen de maniobra muy estrecho, les quedan solo los caminos del engaño ó de la desinformación, y el camino del diseño de realidades alternativas que incluyen la provocación para “armar” motivos artificiales para sus causas. Ese es un camino difícil y solo es facilitado por las creencias de la gran población. Es por eso que en los Estados Unidos y en los estados confesionales, es tan importante que sus jefes políticos expresen inequívocamente su creencia en algún dios, sea éste Yavé, Dios, Alá ó cualquier otro invento de última hora. Al decir “todos son iguales”, se corta la posibilidad de un enjuiciamiento personal por parte del votante. De esta manera se vota menos, lo que favorece a la derecha, ó se divide a la izquierda.
En este post pienso desarrollar la idea de que varios líderes mundiales tienen fija la idea de que el ejercicio del poder debe tomarlo la gran población del mundo como un derecho que Dios ha establecido para unos pocos individuos que están por encima de las leyes de los hombres y solo han de responder ante el altísimo por sus actos. En épocas muy lejanas, esto no era muy complicado. La ignorancia permitía que todo un pueblo, como los egipcios, gastara casi todo su esfuerzo en las construcciones gigantescas que glorificaban la memoria del faraón. En la edad media, los monarcas eran literalmente dueños de bines y vida de los más débiles del estado y los impuestos eran gastados en los lujos y bienestar de los elegidos de Dios. Contra ese estado de cosas, esa percepción interesadamente grabada en las mentes de la gran población no había nada que hacer. Ha de esperarse hasta el siglo XVIII para que esta humanidad comenzara a sacudirse los “principios” de vida establecidos por la gracia de Dios. Lógicamente estas ideas chocaron con los guardianes de la fe, puestos allí para la defensa de los privilegios, en una tarea que se ejerce aún hoy de manera más sutil pero con la misma ó mayor efectividad.

Algunos de esos distinguidos con los favores de los cielos como Wolfowitz, Aznar, Bush, Sarkozy, Uribe y otros que piensan estar en esa lista exclusiva, no están muy dispuestos a creerse que las leyes están hechas incluso para ellos.

PAUL WOFOWIZT, EL JUDÍO ENVIADO POR DIOS A ADMINISTRAR LOS DINEROS DE FIELES E INFIELES.

Resulta un tanto divertido el sainete que en el seno del Banco Mundial el flamante Paul Wolfowitz ha presentado para un mundo de las finanzas entre sorprendido y sonriente. El regalo que preparó para su novia, empleada del BM, no salió como se esperaba. Dice el comité que estudió el caso: “rompió el código de ética al pedir un fuerte aumento salarial para su pareja y recomendamos una resolución en la que expresará su pérdida de confianza en él”. Por lo tanto los intolerantes miembros de la junta directiva del banco que no distinguen entre los mortales a los elegidos por Dios, “Wolfowitz será "invitado a dimitir voluntariamente".”
El dinero sólo pueden manejarlo los ricos a sus anchas. Que algunos pongan en medio asuntos tan prosaicos como las leyes, es casi una blasfemia. El amoroso Paul solo quería dar muestras de su gran cariño y esto no lo ha entendido esta junta directiva sin alma.
Esto le pasó al anterior alcalde de Madrid, Alvarez del Manzano que en una desmesurada muestra de amor hacia su esposa, ésta viajó y utilizó costosos hoteles por cuenta de los dineros del Estado.
No obstante, con el rabo entre las piernas porque el pecado es cobarde, “El consejo ejecutivo del banco quiere evitar una confrontación con el gobierno estadounidense y por eso no votó el despido de Wolfowitz, de acuerdo con el Washington Post. En vez de ello aprobó una resolución que retira su confianza al presidente de éste, con la cual espera que sea el propio Wolfowitz quien decida presentar su dimisión.”

Para los planes de PNAC una dimisión de Wolfowitz es un paso atrás y una blasfemia pues las leyes molestan el plan que Dios tiene para los comunes mortales y que solo pueden ser conocidos por sionistas y evangelistas. Contravenir esto debe ser visto como una afrenta a Dios. Hoy está sobre la mesa un nutrido juego de condiciones para que el desinteresado funcionario dimita, en otro ejercicio de la irracional soberbia de los que se creen dueños de este planeta, los que se creen herederos de los señores feudales. Al Banco Mundial le costará una enorme suma de dinero el haber despedido a un ladrón. Si eres dueño de una empresa y pillas con las manos dentro de la caja a quien haz puesto allí para que la cuide y maneje, luego tienes que premiarlo con mucho dinero.

Lo de vaciar las empresas es un trabajo muy apetecido por estos personajes. Para esto nada como las costumbres comerciales como las famosas “Stock Options” que es un robo disfrazado por medio del cual un gerente se marcha con una cantidad abultada con el compromiso de no trabajar para la competencia. Ese dinero por supuesto lo pagan los clientes de la empresa. Una nueva estirpe de delitos a la luz de la “modernidad” favorece la nueva economía, que ha de estafar de otras maneras. Preguntémonos si Wolfowitz no sabía que al aumentar el sueldo de su novia astronómicamente no sería descubierto. Posiblemente pensó que no sería descubierto, pero un individuo así debe tener muchos enemigos. Todo esto muestra que siempre se actúa pensando en la oscuridad que representa para el pueblo los acuerdos y trucos que lleva a cabo la casta de nuevos sacerdotes en entidades de representación mundial.
Aznar puso a sus amigos al frente de empresas recientemente privatizadas por él y cuando tuvieron que salir de ellas se llevaron enormes cantidades como “
Stock Options”. Ese mismo truco se sigue utilizando en otras empresas como el Banco Santander ó el BVBA en España, con triquiñuelas que son pagadas al final con el dinero de los clientes.

La técnica de vaciar ó sangrar controladamente a las empresas como los Massai de África desangran a su ganado, se ha utilizado con países y continentes enteros.
La actual diáspora de africanos es el resultado de siglos de saqueo indiscriminado por parte principalmente de Ingleses, franceses y belgas.
Un vaciamiento lucrativo ha sido el de Argentina, llevado a cabo con la ayuda de los mismos argentinos. Lo mismo en Colombia. Y el que no se pueda hacer con Venezuela porque Chávez es un hueso duro de roer, ha hecho montar en cólera a esos caballeros de industria y sesudos hombres de negocio que habían puesto sus ojos en el gas y el petróleo de ese país.
A Dios le tocará trabajar horas extras para salvar los intereses de sus hijos predilectos de Bruselas, Washington, París y Londres. No es de extrañar que se saque de la chistera una guerra que insufle beneficios financieros a la maltrecha industria de la guerra, una epidemia para remozar la industria farmacéutica, ó cualquier acto de Dios que sirva de tratamiento de choque para los bulímicos bolsillos de sus elegidos.

SARKOZY EL CATÓLICO

El
muy católico Sarcozy ha mostrado ya su vena integrista, lo que le permite a muchos confiar en sus trucos

Muy poco tarda el nuevo presidente francés en mostrar sus colmillos sedientos de oro. Pero él no ha sido el único. En España el humilde Aznar se ha dejado tratar muy bien por los ricos hombres de negocios españoles. Con muchas reticencias, ambos, Aznar y Sarkosy han permitido unos desinteresados homenajes por parte del capital. Esto va muy de acuerdo con
lo que se espera de un tradicional miembro de la iglesia católica.
Encuentro un artículo en Internet que dice:
“…Sarkozy emula a Aznar: El nuevo presidente francés comienza exhibiendo lujo y desenfreno
El recién electo presidente Nicolás Sarkozy, que pretende serlo de todos los franceses –incluyendo a los socialistas, trotskistas y demás militantes de izquierda que no le votaron- decidió finalmente festejar su victoria electoral con un lujosísimo retiro: pasó tres días con su familia en el yate de su poderoso amigo, el multimillonario empresario Vicent Bolloré, en aguas cercanas a Malta.”
Continúa el artículo: “Lujosas coincidencias. Esta concesión que Sarkozy se ha otorgado tras su victoria coincide con otros regalos que presidentes como el ex jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, se concedieron nada más acceder a la presidencia. Fue en el verano del 96, con un Aznar victorioso en las elecciones generales, cuando pasó de ocupar un discreto apartamento en Oropesa del Mar a pasar las vacaciones en una lujosa villa del mismo municipio, que ocupaba la primera línea de playa.
La única manera de tapar este desaguisado es con Dios de por medio. “Todo poder legítimamente viene de Dios” nos decían con insistencia en el colegio. Mis profesores fueron los Hermanos Cristianos de San Juan Bautista de la Salle. Todos Españoles, creían que el gobierno de Franco era especialmente proveniente de Dios, porque fue una cruzada contra los enemigos de la Fe.
El caso de España no era sino la prueba de la veracidad de esa sentencia. Ni siquiera era la excepción que confirmaba la regla, sino la muestra más clara de las bendiciones del cielo a favor de ese golpe de estado contra la nefasta republica votada por “un pueblo ignorante de las consecuencias de su voto”

Tal benevolencia de Dios para con las dictaduras es también muy visible en las democracias como la española. Continúa el artículo diciendo: “El retiro del presidente español levantó no pocas críticas por entonces: el diario El País informó durante aquel verano que el alcalde del municipio, del PP, se había apresurado a realizar una serie de obras para acondicionar la zona, a fin de que el flamante presidente tuviera menos dificultades de acceso; todo un dispositivo policial y de escoltas fue desplegado con el fin de proteger la seguridad del mandatario... La imagen de “hombre con hábitos normales” que Aznar había querido mostrar para ser elegido presidente contrastaba con los lujos que se permitía nada más conquistado el poder.”
La perfecta sintonía de los jefes del gobierno con el todopoderoso, permiten incluso que algunas tareas reservadas al altísimo puedan ser ejercidas directamente por los píos jefes de gobierno. Termina el artículo con estas palabras: “Los lectores recordarán el resto de la historia en la versión española. Aznar favoreció a sus amigos en los puestos de dirección de las principales empresas privatizadas o a punto de serlo, y fue ganando influencia hasta conseguir la mayoría absoluta en 2000. Fue a partir de entonces cuando su arrogancia comenzó a crecer exponencialmente y, aupado al podio de Bush y Blair, inició su carrera hacia la conquista del mundo, con el recuerdo de España como “unidad de destino en lo universal” –uno de los ideales de su juventud-.” Son palabras que parecen pronunciadas por el mismo Franco, “caudillo de España por la gracia de Dios”.

Este sentimiento ha de ser transladado a la población, de la misma manera que los hombres actuales las prefieren rubias porque a eso los acostumbró la sociedad “civilizada”. Un esquimal ó un indio amazónico vería irresistible a una mujer gorda y detestable la imagen de una esquelética modelo rubia.

JUAN MAESE CONTAMINA COMO LO HACE LA SANTA MADRE IGLESIA

Estos días en España un tribunal ha condenado a un anestesiólogo a casi 2000 años de prisión por haber contaminado a decenas de personas con hepatitis C, que causa un cáncer de hígado (cirrosis) y la muerte. El buen doctor, adicto a los opiáceos se inyectaba él, portador de la infección, y con la misma aguja inyectaba a sus pacientes. Una investigación dio con el asesino, pero con toda seguridad éste no esperaba que las autoridades se dieran cuenta. La soberbia de quien se siente elegido por los dioses no les permite ver la realidad. Algún periodista se preguntaba por qué no inyectaba a sus pacientes primero y luego se inyectaba él. Parece que tenía claro que su desgracia la tenía que sufrir el resto de la humanidad.
Esta soberbia es propia de los sacerdotes pederastas, quienes no esperaban verse ante los tribunales. Wolfowitz no esperaba ser expulsado del banco. Aznar no creía que sus veleidades imperialistas lo mostrarían como una Mónica Lewinsky con bigotes acariciando al presidente Bush.

Al pobre Sarkosy le ha tocado bailar con la más fea, y ya no puede ser tan descarado como el Wolfowitz, Aznar y otros comandantes. Así que es el momento de tirar del otro juego de trucos, el de toda la vida, el que ha logrado crear y destruir imperios, aquel juego de trucos que ha logrado borrar sus propias sangrientas huellas: la religión. Y nunca mejor que un noble húngaro para esta interesante tarea. Comenzó diciendo que se preocuparía de la Francia que madruga. Quien poco compartiría manteles con basureros franceses, sí cena con vinos incomprables en los más caros restaurantes parisinos. Pagado con dineros de sus amigos ricos. Sin salir un solo céntimo de las arcas del Estado. Ya habrá tiempo para que Dios pague tan desprendidos actos de agradecimiento por parte de desinteresados hombres de negocios. Esta es la “libertad” que tanto defienden los neoliberales como Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. Es la libertad que el Estado intervencionista de Zapatero pone en peligro según la FAES de Aznar. Es la “libertad” de los poderosos, esa “libertad” para poder vaciar las arcas de los estados, para poder negociar con la información privilegiada con la que Dios premia a los bueno hombres de negocios. Aquella “libertad” que los socialistas quieren despilfarrar con proyectos sociales, pudiendo invertirlo en obras faraónicas que den dinero a los empresarios que “arriesgan” su capital.

A continuación varios escritos encontrados en Internet que servirán para que los lectores vean en qué clave se hace política por parte de los políticos conservadores. En otro post mostraré cómo, a manera de ejemplo, el Partido Popular Español quiere ser reconvertido en una imperceptible asociación para delinquir como con un relativo éxito Uribe en Colombia lo ha hecho con una federación de partidos en perfecta sintonía con los grupos paramilitares de extrema derecha, narcotraficantes y mafiosos que han bebido de las fuentes de la más desarrolladas mafias italianas.



LAS COSAS DE SAM HARRIS

Religión y política, mezcla explosiva


Cristina de la Torre





sábado, 12 de mayo de 2007

Una explosiva aleación parece cocinarse en Colombia, capaz de aniquilar lo que queda de democracia. Mezcla de fanatismo religioso y derecha política alentada cada vez más abiertamente desde el poder, su mayor peligro está en el caldo que la recibe: la naturalidad con que amplios sectores de opinión contemplan extremos de violencia e intolerancia que evocan momentos aciagos de la historia. En las democracias, el verdadero preámbulo a un régimen de fuerza es la predisposición de la opinión a aceptar la arbitrariedad, la injusticia, el horror. Sin ella, nada podría la caprichosa voluntad del príncipe, siempre interesado en guardar apariencias de libertad y sindéresis. Y hábil, en nuestro caso, para tocar fibras de religiosidad silvestre elevando a mística la política de seguridad.

Registremos síntomas. El paramilitar Francisco Villalba describe cómo aprendió a descuartizar con personas vivas y declara que “no es bueno dedicarse a picar gente por mucho tiempo”. Lo bueno sería, tal vez, la economía de espacio y trabajo cuando a cavar fosas tocaban. Y la eficiencia para sacrificar víctimas —decenas de miles— como en genocidios técnicamente perpetrados en otros lares.

Cientos de fosas comunes se abren con sigilo para arrojar restos a los ríos. Se informa que Mancuso hizo desenterrar a un líder indígena para botarlo al Sinú. A renglón seguido, que el líder de las Auc “condiciona” la entrega de bienes a que no se juzgue a sus lugartenientes. Mientras tanto, políticos amigos de paramilitares siguen proclamándose uribistas y el Presidente, en lugar de sacudírselos cuando se los denuncia, condena y persigue al denunciante. Desconceptúa a la oposición que pone el dedo en aquella llaga repulsiva; y confiesa, como un triunfo de la virilidad, que su gobierno espía a la oposición. Pero, oh sorpresa, al punto sabemos que la popularidad del Presidente no baja del 80%.

Algo hay aquí de teflón, algo de manipulación mediática. Pero otro tanto de reacción contra guerrillas que perdieron hace rato su razón de ser y cayeron en el vértigo de la guerra sucia. ¿Quién responde por las 119 víctimas inocentes que murieron en la iglesia de Bojayá a manos de las Farc? Muchos colombianos ven pasar también, como alelados, el quinto aniversario de esta masacre.

A la par que el Presidente subestima el compromiso de prosélitos suyos con hechos que repugnan al mundo civilizado, comparte las posiciones más conservadoras de la jerarquía católica y le permite violar los fueros del poder civil. Como si la Constitución no prohibiera —¡por fin!— imponer la educación religiosa, la ministra de esa cartera reconoce que, tras prolongada discusión, fue “forzada” por los obispos a reglamentar la clase de religión en los colegios. Alarmante involución a la constitución decimonónica de Núñez, santo de la devoción del presidente Uribe.

Pero ya desde principios de su gobierno había instado él a la juventud a dejar el “gustico” para después; así como la Iglesia recomienda a sus fieles la abstinencia y califica de descarada la campaña de la Alcaldía para fomentar el uso del condón en los colegios. Elocuente desliz en su propensión a invadir la vida y la moral privadas. “No se puede hacer en pleno siglo XXI lo que hacía Hitler hace 60 años”, apuntaría el senador Helí Rojas. Olvidó mencionar la apelación a los vocablos “Dios” y “Patria”, tan socorridos en regímenes que funden en uno solo el poder de la Iglesia y el del Estado, las teocracias.

Peligrosa mezcla de religión y política. En Europa se anhelaba el fascismo, un autoritarismo de orientación religiosa, antes de que se inventara aquel término. Ese sentimiento ha vuelto a surgir. Con Bush se abrió paso en Estados Unidos la alianza entre neoconservadurismo y la derecha cristiana. Un clima fascista que derivó en guerra santa. ¿Estaremos los colombianos en peligro de padecer idéntica experiencia?

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Sam Harris, sobre el diálogo religioso
Publicado el Miércoles, 15 de Noviembre de 2006
Ya habíamos avisado sobre la irrupción en el debate público de los “nuevos ateos” -aunque la “novedad” se remonte en realidad al siglo XVIII, como apuntaba hace poco Mario Bunge.

Sam Harris es uno de los que ha planteado con más claridad la clase de turbulentos malentendidos a los que puede conducirnos el así llamado “diálogo interreligioso”. La única salida viable al estado perdido (en “aporía”) de la humanidad religiosa radicaría en el ejercicio de la razón basada en el derecho natural, en la ciencia común a todos los pueblos. Pero, ¿puede realmente ésta ciencia común y esta civilización basada en la ciencia fundamentar una nueva sociedad política, o bien deberíamos reconocer los límites del naturalismo?

Fué Jean Jacques Rousseau quien planteó no sólo el ya clásico tema de la peligrosidad social del ateísmo, sino el mucho más genérico de la peligrosidad política de la ciencia. Ciencia y Política serían incompatibles, en la medida en que la verdad universal podría terminar socavando las mentiras (políticas) locales (Ibn Hazm de Córdoba ya distinguió, por cierto, entre las ciencias comunes y las ciencias particulares de cada pueblo). La ciencia política, en cierta visión neoconservadora, terminaría siendo el arte de hacer olvidar la naturaleza.

La propuesta de los “nuevos ateos” discurre exactamente en el sentido inverso.



Sam Harris

La fé no curará a un mundo dividido

La mayoría de los cristianos creen que Jesús era el Hijo de Dios y, por tanto, divino; los musulmanes, sin embargo, creen que Jesus no era divino y que cualquiera que piense otra cosa sufrirá los tormentos del infierno (Koran 5:71-75; 19:30-38). Estas diferencias de opinión nos ofrecen tanto espacio para el compromiso como el canto de una moneda.

Si puede encuentrarse un suelo común para el diálogo interreligioso, solo se encontrará en la gente que está dispuesta a mantener sus ojos apartados del abismo que divide su fe de la de los demás. Ya es hora de que comencemos a preguntarnos si semejante estrategia de amabilidad y negación curará alguna vez las divisiones de nuestro mundo.

El verdadero diálogo requiere voluntad para modificar las propias creencias a través de la conversación. Tal apertura a la crítica y la investigación es la misma antítesis del dogmatismo. Merece la pena observar que la religión es el área de nuestras vidas donde el fe en el dogma; esto es, creer sin evidencia suficiente, se considera una virtud. La ciencia es, de hecho, el único dominio en el que cada persona puede conseguir un gran prsetigio por probar que estaba equivocado. En la ciencia, la honestidad lo es todo. En religión, la fé lo es todo. Así de irritante resulta la comparación.

Allí donde los seres humanos realizan un esfuerzo honesto para alcanzar la verdad, trascienden confiadamente los accidentes de su nacimiento y su upbringing (crianza). Por supuesto, sería absurdo hablar de “Física cristiana” o de “Algebra musulmana”. Y no hay algo así como una ciencia Iraquí o Japonesa en cuanto distinta de la americana. La gente razonable realmente tiene un monopolio de la verdad. Y aunque no estén inmediatamente deacuerdo en todo, un suelo común los rodea por todas partes. Consecuentemente, no existen impedimientos significativos dentro del discurso científico: no siempre es bello, pero la conversación continúa sin apelaciones a la fuerza o deferencia hacia el dogma. Hay dogmas científicos, por supuesto, pero donde quiera que se encuentren, han sido clavados con golpes de martillo. En la ciencia, es un pecado cardinal pretender conocer todo lo que no conoces. Pero tal pretensión es la misma esencia de la fe religiosa.

No es un accidente que el discurso científico haya producido una extraordinaria convergencia de opinión y unos resultados considerables. ¿Qué ha producido el diálogo interreligioso? Las reuniones entre representantes de las mayores religiones del mundo producen poco más que banales llamamientos a la paz y la voluntad de ignorar aquello en lo que los participantes creen con más fuerza – que la otra parte de la conversación probablemente pasará la eternidad en el infierno por sus equivocaciones a cerca de Dios. La diferencia entre el discurso científico y religioso nos debería decir algo sobre donde situar nuestras esperanzas para un mundo no dividido.

Esta traducción es informal. El artículo original puede leerse en On Faith.


BilbaoPundit

14 The End of Faith de Sam Harris
27 de Diciembre, 2006 · 4 comentarios

El título del libro -el final de la fe- no se refiere a algo que vaya a pasar. No sólo no parece que la presencia de la fe en el mundo se esté reduciendo, sino más bien todo lo contrario. Se trata de un deseo por parte del autor. O más bien, de una necesidad. Desde su punto de vista, si queremos sobrevivir, haremos bien en librarnos de la fe lo antes posible. El subtítulo ya dice: “Religion, terror, and the future of reason”.

La fe de la que habla en el libro es casi siempre religiosa, pero no exclusivamente. Básicamente, se refiere a cualquier creencia cuya pertinencia en el debate se admite sin tener que justificarla, es más, sin que exista ni la más mínima prueba para apoyarla. Sam Harris identifica la raíz del problema con aceptar como válidas creencias que nadie ha demostrado. Por tanto, le valen también como casos de fe los excesos de la Rusia comunista, o la de cualquier ideología que siga unos presupuestos sin demostrar.

Aún así, la fe es casi siempre religiosa, y el libro invierte bastante tiempo en detallar los crímenes cometidos en nombre de esta o aquella religión. De hecho, considera que las mismas ideas religiosas son incompatibles con el respeto a la dignidad y la vida humanas, que la creencia en un ser superior que rige el mundo es peligrosa.

Podría pensarse que está hablando única y exclusivamente de los extremismos religiosos, pero sería un error. The End of Faith apunta por igual a cualquiera con fe, por moderada que pueda ser la posición sostenida. Según Sam Harris, en cuanto admites poder invocar causas sin demostrar poco importa si eres moderado o radical. Argumenta incluso que la existencia de creyentes moderados sostiene y justifica a los creyentes más radicales.

Como ven, el libro es sobre todo controvertido. Y probablemente ofenda no sólo a cualquier creyente, sino incluso a muchos ateos.

Pero lo más curioso del libro, desde mi punto de vista, es una distinción que hace en su último capítulo, “Experiments in consciousness”, entre misticismo y religión:

Mysticism is a rational enterprise. Religion is not. The mystic has recognized something about the nature of consciousness prior to though, and this recognition is susceptible to rational discussion. The mystic has reasons for what he believes, and these reasons are empirical.

Ese último capítulo trata sobre la consciencia humana y su lugar en el mundo. Defiende una visión de la consciencia como un proceso, proceso que puede sufrir muchas transformaciones, algunas de las cuales pueden ser definidas místicas. Pero va más allá, y afirma que eso puede estudiarse racional y científicamente, y que por tanto la mística y la meditación son actividades que trascienden lo religioso. Por tanto, muestras muchas simpatías por las filosofías orientales -como el budismo- porque son muy compatibles con nuestra comprensión moderna de la consciencia. Claro está, meditación y misticismos en este contexto son términos que se refieren a algo que le pasa a la persona, sin ninguna connotación sobrenatural.

¿Se sorprenderán si les digo que ese último capítulo también puso en pie de guerra a muchos ateos?

#40 Letter to a Christian Nation de Sam Harris
El río de la consciencia
Harry Potter y la orden del fénix, el comentario
La ilusión de la consciencia
The mind doesn’t work that way
4 respuestas por ahora ?
1 Gilbertus // 27 de Dic, 2006 a las 3:07 am

El último párrafo, sin dejar de tener un fondo de verdad, parece obviar que las filosofías-religiones de Oriente funcionan en términos generales como religiones organizadas, con todo lo malo que conllevan: teocracias (véase por ejemplo el artículo “El mito del Tíbet”, de Michael parenti, que desmitifica el budismo tibetano), corrupción y componendas con el poder (véase por ejemplo “El arte japonés de la guerra” de Thomas Cleary, sobre las cíclicas degeneraciones del budismo organizado en Japón), y supersticiones y fantasías innumerables en las versiones más popularizadas de dichas religiones, hasta el punto de que hablar de “consciencia” en estos casos parece un mal chiste (por ejemplo, en el “Tao te king” versionado y comentado por Úrsula K. Le Guin se mencionan las diferencias entre la filosofía taoísta primitiva y la religión con el mismo nombre que se monta unos siglos después). No es de extrañar, por tanto, que muchos ateos se enojen con afirmaciones que necesariamente hay que tomar “cum grano salis”.
2 Pippa // 27 de Dic, 2006 a las 3:15 am

El término misticismo y mística suele entenderse de forma muy limitada y tiene tantas connotaciones religiosas, cristianas o lo que sea, tipo “comunión con dios” y demás que es dificil no escuharlo con prejuicios. Pero cualquiera que haya “jugado” a alterar su consciencia de alguna forma puede entender a qué se refiere.
3 El de los ajos // 27 de Dic, 2006 a las 5:20 am

Lo malo es que se hable tan poco de los psiquedelicos, cuando la gran base del misticismo radica ahí: en sustancias químicas, tanto endógenas (DMT en la glándula pineal) como exógenas (si no tiene nada de raro comer plantas para sobrevivir, ¿lo tiene usarlas para expandir la consciencia?

un saludo
4 Gilbertus // 28 de Dic, 2006 a las 2:40 am

Hay libros que condensan lo mejor de la filosofía oriental. Personalmente me gustan la versión del “Tao te king” de Ursula K. Leguin, el “Chuang Zi” traducido por Iñaki Preciado, la recopilación de dichos de maestros chan titulada “La esencia del zen” por Thomas Cleary, y como aplicación práctica, el “Tao del Jeet Kune Do”, de Bruce Lee.

SOBRE SAM HARRIS, EL FINAL DE LA FE
Entre la razón y la fe
Martes 13 de diciembre, en La 2 a las 01:00
Creer en algo sin tener pruebas de ello es obsoleto y peligroso, y sin embargo se hace a diario. Eduard Punset entrevista a Sam Harris, autor del libro “The End of Faith” en el que analiza el cerebro humano en busca de la creencia y la incredulidad.
El martes 13 de diciembre, en La 2 a las 01:00, la emisión de REDES llevará por titulo “Creer para ver (y hacer)”, en la que el programa un tema tan controvertido como las relaciones entre la razón y la fe.

LA CURIOSIDAD

Una característica compartida por todos los animales es la curiosidad. Y los humanos no son una excepción. Tienden a buscar respuestas a todo lo que pasa a su alrededor. A veces las dudas que asaltan tienen una explicación evidente y no suponen ningún misterio, pero otras desconciertan. Y en estos casos se prefiere tener una explicación vacía de contenido a no tener explicación.

Creer en algo sin tener pruebas de ello es obsoleto y peligroso, y sin embargo se hace a diario. Los humanos son crédulos por naturaleza y por eso llegan a creer en cosas como que hacer los exámenes siempre con el mismo bolígrafo o con una misma prenda de vestir nos traerá suerte. Y esto es así porque las creencias se apoderan de la mente hasta tal punto que definen la visión del mundo, los deseos, miedos, expectativas… en definitiva, la conducta. Ya lo dice el lenguaje popular: la fe mueve montañas…

CREENCIA E INCREDULIDAD

En esta ocasión REDES aborda un tema controvertido; la razón contra la fe, sea o no religiosa. Para ello, cuenta con el testimonio de Sam Harris, autor del libro “The End of Faith” en el que, combinando neurociencia y filosofía, analiza el cerebro humano en busca de la creencia y la incredulidad y propone un mecanismo neuronal que sirve para todas las creencias, independientemente de su contenido. Contrario a la fe porque, afirma, ha sido motivo de división de los grupos humanos a lo largo de la historia y cada vez tiene mayor poder destructivo, durante su visita explicará ésta y otras de sus ideas, algunas polémicas.

A lo largo del programa se hará también una aproximación a la fe, sus implicaciones, la condición humana… a través de la última película del cineasta David Cronenberg.

REDES es la revista de divulgación científica de TVE, dirigida y presentada por Eduard Punset.

Creer para ver

Sam Harris

Las investigaciones sobre la fe y la credulidad han llevado a Sam Harris a escanear el cerebro humano. En su libro “The end of faith”, que dará mucho que hablar, emprende una complicada combinación de disciplinas: neurociencia y filosofía. Su objetivo es analizar el cerebro a la búsqueda de la creencia y la incredulidad y propone un mecanismo neuronal que sirve para todas las creencias, independientemente de su contenido. Una manera de aproximarse al cerebro, a las ideas erróneas que siguen difundiéndose en la sociedad: una nueva vuelta de tuerca en lo que es verdad. Y un nuevo enemigo: la fe - sea o no religiosa.

Eduard Punset:

Es cierto, es verdad, que cuando alguien por ejemplo critica alguna teoría nueva en el campo de la física o la química…. la comunidad científica dice: «vale, muy bien, ¡es una buena idea!» o bien «es una mala idea»… ¿sabes? Hablan sobre ello con normalidad. Pero si llega alguien y de repente niega la existencia de Dios, no pasa lo mismo en absoluto. ¡La reacción es muy distinta! ¿Por qué?

Sam Harris:
Pues, como explico en mi libro, hoy en día impera una tremenda doble moral, que me parece bastante peligrosa: y es que no nos cuestionamos nuestras creencias religiosas del mismo modo que nos cuestionamos cualquier otro sistema de creencias. ¿Cuándo fue la última vez que se le pidió a alguien que «respetara» las creencias de otra persona sobre la física, la historia o la biología? Básicamente no respetamos las creencias de los demás, ¡lo que nos convence son los motivos que aportan para sus creencias!

Eduard Punset:
Las pruebas…

Sam Harris:
Sí, los argumentos…

Eduard Punset:
…los experimentos y argumentos…

Sam Harris:
…y las pruebas, sí. Así que si yo viniera a tu programa y dijera: «el holocausto nunca sucedió», inmediatamente lo pondrías en tela de juicio y me pedirías que te diera buenos motivos para respaldar esa creencia. Es más, me tratarías como a alguien del que mejor no fiarse, ciertamente en asuntos referentes a la historia europea.
Pero, en asuntos de fe, nos hemos convencido de que puede decirse cualquier cosa sobre la estructura del universo, sobre lo que pasa después de la muerte, o sobre las exigencias morales que impone sobre las personas una entidad invisible, Dios… y no se trata de algo que la gente comente los domingos, ¡sino de algo que impulsa a los senadores de EEUU a perfilar las políticas de un modo u otro en el Senado!

Eduard Punset:
De hecho estáis estudiando la estructura neuronal que hace que tengamos o no tengamos creencias. Porque es tan extraño que debe de haber algo biológico, alguna estructura específica de conexiones neuronales para creer en la religión, para creer... en lo que decías.

Sam Harris:
Bueno, de hecho, para creer en cualquier cosa. ¿Sabes? En mi opinión (aunque todavía hay que demostrarlo en el terreno cerebral, y estoy haciendo investigaciones neurocientíficas para probarlo), mi hipótesis es que las creencias religiosas son como las creencias normales, se produce un cuello de botella en algún lugar del cerebro, el lugar donde juzgamos si una proposición es verdadera o falsa... con independencia de su contenido, con independencia del tipo de procesamiento necesario para saber si es verdadera o falsa. Si te planteara una proposición matemática y te preguntara si es verdadera, y luego te planteara una afirmación histórica y te preguntara si es verdadera, lo juzgarías y... para ello utilizarías distintas regiones de procesamiento en el cerebro, pero de algún modo el juicio sobre la verdad, la aceptación de ello como una representación del mundo, convergen. Así que eso me interesa, porque parece que es una respuesta muy emocional. Nos gusta en cierto modo cómo nos sentimos cuando determinamos que algo es verdadero, y lo rechazamos cuando lo juzgamos como falso.
Así que creo que este mecanismo depende de procesos más fundamentales del cerebro relacionados con la recompensa.

Eduard Punset:
¡Como la religión!

Sam Harris:
Sí… ¿Sabes? Si digo algo… una afirmación que a todas luces te parece falsa…

Eduard Punset:


Sam Harris:
Esto te despertará ciertos sentimientos. Es decir…

Eduard Punset:
Hay una emoción…

Sam Harris:
Sí… bueno, no es una emoción como la tristeza o el enojo, donde realmente somos conscientes de sentir algo concreto, pero tenemos esta reacción, y es como una especie de detección de errores: continuamente controlamos nuestro discurso y el de los demás, y las afirmaciones sobre el mundo, en búsqueda de problemas. Y cuando no encontramos problemas, lo aceptamos y continuamos, seguimos... hasta que de repente algo nos parece falso y lo analizamos críticamente.
Pero, en la mayoría de países, y casi siempre, se educa a los niños para que acepten las proposiciones religiosas sin cuestionárselas.

Eduard Punset:
¡Es cierto!

Sam Harris:
Y sin embargo, ¡incluso los fundamentalistas religiosos son rigurosamente lógicos y quieren pruebas fehacientes en todos los demás ámbitos de sus vidas! ¡Si le dices a un fundamentalista cristiano que su mujer le engaña, querrá pruebas de ello! No querrá que le digas que lo has escuchado en un sueño o…

Eduard Punset:
¡Querrá pruebas!

Sam Harris:
Sí, ¡querrá pruebas! Pero, no obstante, le dices que un libro fue escrito por el creador del universo, y que si llama a este creador por el nombre equivocado arderá para siempre en el infierno, ¡y lo acepta! Lo acepta con pocas pruebas o con pruebas muy, muy malas.

Bloque 2

Eduard Punset:
Así que lo que les dices a, pongamos, los intelectuales que son amables, no tienen fe, pero son amables con la religión, y dicen: «bueno, la religión está bien, hace que la gente se sienta mejor», tú les dices que esto es incorrecto. Es incorrecto porque estamos olvidando que en la raíz de las injusticias y la violencia se halla la religión.» ¿Es esto cierto?

Sam Harris:
Sí, pero una de las cosas que argumento es que los intelectuales, tanto si son ateos como moderados religiosos, están en una mala posición para apreciar que la gente realmente cree en estas cosas. ¿Sabes? El moderado religioso, olvidémonos ahora de la gente laica, el moderado religioso…

Eduard Punset:


Sam Harris:
Cuando ve a un yihadista que mira a la cámara y dice: «nosotros amamos la muerte más de lo que los infieles aman la vida» y luego se vuela por los aires, como ha sucedido en tu país, luego en Inglaterra, y evidentemente en Estados Unidos, los laicos, o los moderados, no pueden creer que la persona está siendo honesta con lo que piensa, y los intelectuales tienden a buscar otros motivos para este comportamiento, motivos económicos, motivos políticos…

Eduard Punset:
Es cierto…

Sam Harris:
Pero aquí tenemos el caso de arquitectos e ingenieros, que no han vivido una opresión política, de clase media o superior, ¡que estrellan aviones contra edificios! ¿Sabes? Si buscábamos una prueba de que el problema no era la falta de educación…

Eduard Punset:
¡he aquí la prueba!

Sam Harris:
…o la falta de oportunidades económicas, sólo hay que mirar las biografías de los 19 secuestradores, todos habían tenido educación universitaria, algunos tenían doctorados, todos pertenecían a la clase media, muchos habían estudiado en occidente y... la realidad de nuestras circunstancias es mucho más siniestra de lo que piensa la mayoría de la gente, es posible creer que irás al paraíso y tendrás 72 vírgenes si mueres en las circunstancias adecuadas. Y sin embargo tener educación y oportunidades económicas, ambas cosas a la vez... la mente humana se divide con facilidad, nuestro discurso está socavado, nuestro discurso está tan... dividido por esta doble moral que mencionabas, que las creencias religiosas, incluso durante el proceso de convertirse en un científico, las creencias religiosas no se cuestionan. ¡Y no se critican!
Y es por eso por lo que en mi libro… lo llamo El fin de la fe, porque creo que esto es fundamental: tenemos que cuestionarnos este dogma de la fe, la idea de que las creencias pueden santificarse por algo que no sean pruebas y argumentos, algo que no aceptaríamos en ningún otro ámbito de nuestra vida, pero que aceptamos...

Eduard Punset:
aceptamos…

Sam Harris:
…¡en la religión! Y no queda confinado a la religión, sino que repercute también en la política social y los conflictos entre sociedades… y lo hace inevitablemente, ¡porque la gente que cree en ello realmente cree que estas representaciones del mundo son correctas! ¿Sabes? Es totalmente racional estrellar un avión contra un edificio si crees que irás al paraíso, y que tu familia irá allí también por este motivo. ¡Es totalmente racional hacerlo! ¡No se trata de locos, sino de gente guiada, de un modo bastante racional, por (diría yo) creencias totalmente disparatadas! Pero...

Eduard Punset:
Bueno, bueno, bueno… al final esto conduce a un terrible conflicto entre la fe y la razón en la actualidad. Y esto te lleva a una postura bastante pesimista… Sostienes —esta es la sensación que tengo tras leer lo que escribes— afirmas que ya hemos tolerado esta situación demasiado tiempo... hemos afrontado o hemos convivido con ideas tontas, así que, al final, puede que sea demasiado tarde y que el futuro de las especies descarrile... Pero mi pregunta es... ¿por qué es tan peligroso?

Sam Harris:
No soy muy optimista... tampoco pretendo pronosticar la desaparición de las especies, pero es que no veo la voluntad por parte de la gente inteligente, incluso los ateos, que no creen en estas cosas... no veo la voluntad, la voluntad necesaria, para criticar estas ideas como sería necesario.

Eduard Punset:
Como querríamos.

Sam Harris:
Tenemos… estamos en una situación en la que la gente más poderosa del mundo.... por ejemplo mi presidente, George Bush, sube al estrado y menciona una y otra vez a Dios, y me parece que nadie reacciona ante lo extraño de esta situación. Es decir, nos deberíamos sentir como si subiera al estrado y dijera: «Zeus apoya al pueblo de Estados Unidos en nuestra lucha contra el terrorismo». Deberíamos darnos cuenta de que está hablando exactamente en estos términos, de la vacuidad de lo que dice, pero sin embargo estas creencias motivan a la gente de verdad. No se trata sólo de ideas reconfortantes. Cuando digo que el 44% de estadounidenses cree que Jesús volverá… ¡es que el 44% de estadounidenses verdaderamente parece creérselo! ¡Y es mucha, mucha gente!

Eduard Punset:
Sí…

Sam Harris:
No sólo gente que vota, ¡también gente que sale elegida y gente que toma decisiones sobre adónde mandar tropas!

Bloque 3

Eduard Punset:
Pese a todo, dices: «oye, cuando hablo de no admirar este tipo de pensamientos, que son tan nocivos, hablo de una intolerancia en la conversación. No hablo de gulags o… cosas así contra esta gente» ¿Qué quieres decir? ¿Que debemos continuar, bueno más bien empezar un diálogo con ellos?

Sam Harris:
Mencionabas los gulags... cuando uno empieza a hablar tan mal de la fe religiosa, la gente rápidamente cita el ejemplo del estalinismo o el comunismo o el nazismo o el Khmer Rouge (“Jamer Rush”), y lo mencionan como ejemplos de lo que sucede cuando se intenta reprimir la religión, o cuando los ateos llegan al poder. ¡Y esto no es verdad! Auschwitz no fue fruto del ateísmo, fue el resultado de otra ideología, una ideología política, que era tan absolutamente irracional como la mayoría de ideologías religiosas. Que de hecho era básicamente… ¡el estalinismo y el nazismo eran básicamente religiones políticas!
Lo que digo es que nunca ha habido una sociedad que se haya visto perjudicada por ser demasiado razonable. ¿Sabes? Estoy abierto a las pruebas en sentido contrario, tal vez haya un ejemplo de una sociedad en la que la vida de la gente se haya degradado cuando todo el mundo se volvió demasiado razonable y empezó a pensar con claridad sobre lo que sucedía, todos fueron demasiado honestos intelectualmente. ¡Pero ciertamente no se me ocurre ninguna! ¡Y claramente ni el estalinismo ni el Tercer Reich constituyen ejemplos de esto! Lo que propugno es simplemente que apliquemos las leyes discursivas que aplicamos sin esfuerzo a cualquier otro ámbito…

Eduard Punset:
…a la física, la química, etc.

Sam Harris:
¡O simplemente a las transacciones diarias!

Eduard Punset:
Las transacciones diarias

Sam Harris:
¿Sabes? Como la compraventa de casas... Valoramos la sinceridad, valoramos que la confianza de alguien se corresponda con las pruebas de las que dispone... a las personas que están totalmente seguras de cosas para las que no hay pruebas, en cualquier otro ámbito de su vida…

Eduard Punset:
…las apartamos

Sam Harris:
Las discriminamos rápidamente, nadie les pide que formen parte de la Junta Directiva, nadie... les llama para pedirles consejo sobre asuntos importantes... esto pasa en medicina, pasa en el sector inmobiliario... pero con la religión, con la religión, que impregna la política, nos regimos por criterios totalmente distintos.

Eduard Punset:
Sam, y lo fascinante es que, después de todo esto que dices, después de esta argumentación, afirmas: «¿por qué no miramos al misticismo oriental?». Me gustaría que lo comentaras. ¿Por qué? ¿Qué tiene el misticismo oriental que lo diferencie de las religiones occidentales, pensando en el futuro?

Sam Harris:
Bueno, realmente, la diferencia, en muchos casos, estriba en la proporción. No es que no pueda encontrarse en el misticismo occidental o en las tradiciones contemplativas occidentales, pero hay mucho más rigor, mucha más riqueza metodológica y teórica en Oriente, y los motivos históricos de esto creo que están relacionados con la dependencia, el énfasis en la fe, que encontramos en los monoteísmos occidentales. Mientras que lo que encontramos en el misticismo oriental, especialmente en el budismo, es una metodología muy rigurosa para la introspección. Encontramos una tradición de 2000-2500 años en la que la gente utiliza métodos de meditación que pueden practicarse sin necesidad de presuposiciones descabelladas; es decir, realmente puedes aprender a meditar y observar sus efectos sin creer en nada que tenga pocas pruebas. Los hechos demuestran que esto es así. No es tan fácil rezarle a Jesús sin creer en algo que no se puede demostrar. Pero en cambio puedes aprender a meditar en el sentido budista sin la necesidad de creer,
Claro que también hay mucha superstición y palabrería, también hay mucha vacuidad, mucha religión sobre eso. En cierta medida la sabiduría de la gente como el Buda ha quedado atrapada en el budismo, atrapada en otras tradiciones orientales en torno a las cuales ha crecido una religión... pero lo que afirmo en mi libro es que los científicos occidentales deberían interesarse en esta variedad de experiencias que los místicos y otros contemplativos han descrito, y deberían separarlo de toda la terminología religiosa y explorar simplemente la esfera de la experiencia humana de modo científico. Y hacerlo de un modo personal, es decir, haciendo la práctica ellos mismos, y también de un modo experimental y de funcionamiento, como ya se está haciendo. ¿Sabes? Se lleva a monjes a un laboratorio y se explora su cerebro…

Eduard Punset:


Sam Harris:
Pero además estamos organizando un retiro espiritual para el próximo enero, en el que participarán científicos, un centenar de científicos harán una semana de meditación en silencio, y esto es algo que posiblemente se haga por primera vez. Tendremos a cien neurocientíficos y científicos cognitivos en un contexto de retiro espiritual, les enseñaremos a meditar, estarán durante una semana meditando en silencio, practicando de 12 a 18 horas diarias en silencio, ¡y luego tendrán que hablar sobre la relevancia de esto para su estudio de la mente humana! ¡Tal vez descubran que no es relevante! Pero merece la pena, por lo menos, analizarlo...

Bloque 4
Eduard Punset:
¿Y desde la perspectiva de la neurología? Es decir, tal vez obtengamos algo de la meditación, del misticismo oriental, tal vez obtengamos alguna pista de cómo funciona todo esto. Pero mirando al futuro, ¿hay algún nuevo desarrollo? Habéis hecho muchas exploraciones, por ejemplo, gammagrafías cerebrales… ¿hay algo nuevo que pueda hacernos decir: «¡no seamos tan pesimistas como Sam Harris ahora mismo!» ¿o no hay demasiado por lo que alegrarse todavía?

Sam Harris:
Bueno, me parece que la relevancia de la neurociencia en todo esto es, como mucho, marginal, en cuanto a cambiar verdaderamente el discurso político y cambiar las relaciones entre sociedades. Es decir, los neurocientíficos no son las primeras personas a las que se acude para solventar las divisiones del planeta entre el mundo musulmán y el Occidente cristiano...
Pero, en última instancia, creo que hay un punto de contacto, porque lo que queremos es entender la felicidad humana. Es decir, todos estamos buscando la felicidad. La diferencia entre la felicidad y el sufrimiento está realmente en pleno centro de las preocupaciones de todos, y constituye el centro de nuestras preocupaciones a la hora de hablar sobre cómo podemos organizar mejor nuestra sociedad. Y, en la medida en la que entendamos la felicidad humana en el ámbito del cerebro, creo que seremos capaces de afirmar cosas muy rigurosas, incontestables, finalmente, sobre cómo deben vivir las personas y qué deben creer, y cómo utilizar su atención… Es decir, algo que afirmo en mi libro es que la ética realmente... no debe analizarse como el arte, una esfera de la invención humana... la ética, creo yo, es un terreno... mucho más parecido a la física: un terreno de descubrimiento, en el que descubriremos las leyes psicofísicas que subyacen en la felicidad humana. Y descubriremos que no todos los sistemas políticos, no todos los comportamientos humanos, son adecuados éticamente para…

Eduard Punset:
La felicidad

Sam Harris:
Y alguien tendrá que ganar la discusión, ¿sabes? Tanto si es de aquí a 10 años como de aquí a un siglo, nos estamos convirtiendo en una civilización global, ¡y alguien tendrá que ganar la discusión sobre cómo es mejor vivir!

Bloque Extra
Sam Harris:
La situación es que, tomemos mi país, los Estados Unidos, por un momento, literalmente el 44% de los estadounidenses creen que Jesús volverá a la Tierra, bajará literalmente de las nubes como un superhéroe para salvar el mundo, en algún momento de su vida, en algún momento en los próximos 50 años. El 22% de los estadounidenses afirman estar seguros de que esto es verdad; y otro 22% cree que posiblemente sea verdad. En los próximos 50 años.

Nuevo libro advierte del peligro de la fe llevada a la política
Una obra polémica que caricaturiza las diferentes creencias religiosas

La fe puede justificarlo todo, por lo que debe permanecer lejos de la política. Este argumento se desprende del último libro publicado por el filósofo Sam Harris, y que arrasa en las listas de ventas de Estados Unidos. Harris advierte en él del peligro que existe en la relación entre religión y violencia, y afirma que la fe influye demasiado en la vida pública estadounidense. Para Harris, la política no puede someterse jamás a las creencias religiosas que, aunque irracionales, no suelen ser cuestionadas. Se asumen sin más y, por tanto, deben mantenerse al margen de la política porque pueden justificar cualquier acción. Para Harris, la religión está fragmentando la sociedad humana a nivel global, y éste es un peligro que podría acabar con todo lo que hemos construido. Por Yaiza Martínez.

Sam Harris), autor de los bestsellers estadounidenses, The End of Faith y Letter to a Christian Nation, es un filósofo licenciado por la Universidad de Standford y especializado en tradiciones religiosas orientales y occidentales, que en la actualidad trabaja en el campo de la neurociencia para desentrañar los mecanismos cerebrales de las creencias.

Su lucha social se ha centrado en los últimos años en advertir acerca del peligro que supone la religión en las sociedades modernas, el riesgo que implica que creencias irracionales –no demostrables- se usen para tomar decisiones políticas.

Desde este punto de vista, su útlimo libro, Letter to a Christian Nation, ofrece con argumentos racionales una refutación de las creencias que forman el núcleo del cristianismo fundamentalista, trata de temas actuales como el diseño inteligente o la investigación con células madre o la peligrosa relación entre religión y violencia. Asimismo, advierte de la influencia que la fe ejerce en la vida pública de Estados Unidos.

Dentro de la obra, en una “Nota a los lectores”, Harris señala que el 44% de la población norteamericana está convencida de que Jesús va a volver en algún momento de los próximos 50 años para juzgar a los vivos y a los muertos, y que ése será el fin de los tiempos. Con semejante número de personas con creencias tan apocalípticas, se pregunta Harris, ¿cómo podrán estos creyentes ayudar a crear un futuro perdurable para todos?

Si algunos de los miembros del gobierno estadounidense realmente tiene fe en esta profecía, el riesgo aumenta: la política no debería bajo ningún pretexto estar sometida a las creencias religiosas, sino que debería mantenerse al margen de éstas. Los fundamentalismos ya no son ninguna broma ni una simple opción a mantener en la privacidad: Harris trata de dar cuenta de la peligrosidad que implican al pasar al terreno de las decisiones políticas, y pide que los intelectuales no se mantengan al margen de la crítica a la religión como fuente de daños públicos, sino que utilicen sus conocimientos para concienciar a la población.

De los primeros en las listas

Letter to a Christian Nation está en los primeros puestos de las listas de ventas de libros en Estados Unidos, acompañando con sus ideas a las de otros famosos y contestatarios ateos, como Richard Dawkins, que ven que este país viola los derechos humanos en nombre de Dios.

Por eso, Harris señala que ésta es una cuestión urgente. Hijo de una madre judía y un padre cuáquero, el autor afirma que la fe en Dios, en cualquier Dios, es irracional como mínimo y, en el peor de los casos, puede resultar devastadora para la sociedad humana.

Este segundo libro que ha escrito es una respuesta a las cartas que recibió como consecuencia de la publicación de The End of Faith, en las que los cristianos le reprochaban que no creyese en Dios. Para él, la religión nos está fragmentándonos a nivel global.

La polarización religiosa forma parte de muchos de los conflictos mundiales, incluyendo los de Israel e Irán. Sin embargo, esto nunca se discute, declaró Harris para la agencia Reuters, ya que poca gente llama a las cosas por su nombre.

Renunciar a la fe

Harris no tiene nada en contra de las iglesias ni las sinagogas, ni contra las celebraciones religiosas. Sin embargo, como otros intelectuales ateos de Estados Unidos, piensa que se debe reaccionar contra la relación entre la religión y la política. Las actuaciones de la administración Bush, el fracaso de la separación entre Iglesia y Estado, y el conflicto aparentemente interminable con Oriente Medio, están haciendo que la opinión pública estadounidense se sienta realmente molesta.

Para Harris, la solución pasa porque renunciemos a la fe, si queremos que la violencia religiosa no acabe con nuestra civilización. Con este argumento radical afronta una problemática que, según él, está originada por una irracionalidad que justifica cualquier cosa.

Harris señala que Occidente se asombra por las barbaridades que pueden llegar a hacer los islamistas radicales y permanece impávido ante el daño que originan nuestros propios mitos religiosos, cuando ambos comportamientos vienen igualmente dirigidos por un la fe en un Dios imaginario.

Harris teme los efectos de esta fe sobre el mundo, lo que le ha llevado incluso a estudiar el cerebro humano, con la intención de combinar la neurociencia y la filosofía para intentar comprender qué nos hace mantener nuestras creencias o ser incrédulos.

Creencias y política

En una entrevista realizada por Eduardo Punset a Sam Harris para el programa de televisión española Redes a finales del año pasado, Harris señaló que las creencias religiosas nunca son cuestionadas del mismo modo que otros tipos de creencias, nadie exige motivos fundamentados para validar cualquier tipo de fe.

Harris se alarma de que la fe en Dios llegue a impulsar a los senadores de Estados Unidos con respecto a las políticas a aplicar.

En la mayoría de los países, señaló en dicha entrevista, se educa a los niños para que acepten las proposiciones religiosas sin cuestionarlas. Eso hace que estemos dispuestos a cuestionarnos cualquier creencia – incluso los fundamentalistas religiosos son extremadamente lógicos en otras áreas de sus vidas- menos las religiosas. Y de ahí viene el peligro, porque éstas pueden justificarlo todo.

De la misma manera que un terrorista suicida cree que inmolándose irá directo al paraíso tras su muerte, uno acepta que se conquisten países en los que morirán miles de inocentes porque “Dios está de nuestro lado”. Ambas ideas, igual de irracionales y basadas en creencias dogmáticas, tienen resultados igualmente nefastos para la humanidad.

Es decir, que la fe no queda confinada sólo al campo de la religión, sino que actualmente repercute en la política social y en los conflictos interculturales, porque la gente que cree en ello realmente piensa que sus interpretaciones del mundo son totalmente correctas.

Amplias críticas

La obra de Harris ha sido ampliamente criticada, especialmente por personalidades creyentes. Se le acusa de caricaturizar las diferentes religiones, desde el Islam al Judaísmo y el Cristianismo, de las que destaca únicamente sus aspectos negativos, sin valorar las aportaciones socialmente constructivas de las creencias religiosas. También se ha destacado su intransigencia hacia la fe, potencialmente capaz de generar tanto daño como los fanatismos religiosos.

Por otra parte, Harris ignora además la inmensa aportación crítica que, especialmente dentro del cristianismo, se está haciendo para frenar el auge de los fundamentalismos, conectando religión con ciencia y cultura moderna. Hoy en día religión no debe identificarse sólo con "fundamentalismo", aunque en ocasiones, quizá demasiadas, sea correcto hacerlo.

martes 31 Octubre 2006
Yaiza Martínez
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Manifiesto Ateísta de Sam Harris
Material de Autor
Página 1 de 4
Nota del Editor: En una época en que la religión fundamentalista ejerce una influencia sin precedentes en los niveles más elevados del gobierno de los Estados Unidos, y en que el terror de origen religioso domina el escenario mundial, Sam Harris argumenta que la tolerancia \"progresista\" hacia la irracionalidad basada en la fe es una amenaza tan grande como la religión misma. Harris, graduado en filosofía por la Universidad de Stanford, ha estudiado las religiones orientales y occidentales, y ha obtenido el premio Pen Award 2004 de no ficción por The End of Faith, una obra que examina y pulveriza implacablemente los absurdos de la religión organizada. Truthdig.com pidió a Harris que escribiera un documento para explicar su tesis de que la creencia en Dios, así como el intento de aplacar a los religiosos extremistas de todas las creencias por parte de los moderados, ha sido y sigue siendo la mayor amenaza para la paz mundial y un asalto continuado a la razón. En algún lugar del mundo un hombre ha secuestrado a una niña. Pronto la violará, la torturará y la asesinará. Si una atrocidad de esta clase no ocurre precisamente en este momento, ocurrirá en unas horas, o a lo sumo en unos días. Tal es el grado de confianza que podemos extraer de las leyes estadísticas que gobiernan las vidas de 6 mil millones de seres humanos. La misma estadística sugiere también que los padres de estas niñas creen en este mismo instante que un Dios omnipotente e infinitamente bondadoso cuida de ellos y de su familia. ¿Tienen alguna razón para creer esto? Es más, ¿está bien que lo crean?

La respuesta a ambas preguntas es muy clara: NO.

Todo el ateísmo está contenido en la anterior respuesta. El ateísmo no es una filosofía; no es ni siquiera una opinión sobre el mundo; es simplemente el rechazo a negar lo evidente. Por desgracia, vivimos en un mundo en el que, por principio, lo evidente se pasa por alto. Lo evidente debe ser observado, vuelto a observar y defendido. Se trata de un trabajo ingrato. Lleva consigo una aureola de petulancia e insensibilidad. Además es un trabajo que el ateo no necesita.

Es preciso señalar que nadie necesita identificarse como un no-astrólogo o un no-alquimista. Por consiguiente, no tenemos ningún nombre para definir a las personas que niegan la validez de estas pseudo-disciplinas. De la misma forma, el ateísmo es un término que ni siquiera debería existir. El ateísmo no es más que la protesta manifestada por la gente razonable en presencia del dogma religioso. El ateo es simplemente una persona que cree que los 260 millones de americanos (el 87 % de la población) que afirman no dudar jamás de la existencia de Dios son los que están obligados a presentar pruebas de su existencia y, ciertamente, de su benevolencia, considerando la destrucción implacable de seres humanos inocentes de la que somos testigos a diario en el mundo. Sólo el ateo aprecia lo misteriosa que es nuestra presente situación: la mayor parte de los seres humanos creen en un Dios que, en todos los aspectos, es tan fantástico como los dioses del Olimpo; ninguna persona, independientemente de sus méritos y capacidades, puede acceder a un cargo público en los Estados Unidos si no afirma estar totalmente convencida de que ese Dios existe; y una gran parte de la política pública de nuestro país responde a tabúes religiosos y a supersticiones propias de una teocracia medieval. Nuestra circunstancia es abyecta, indefendible y aterradora. Podría incluso resultar graciosa si lo que estuviera en juego no fuera tan importante.

Vivimos en un mundo donde todas las cosas, buenas y malas, finalmente resultan destruidas por el cambio. Los padres pierden a sus hijos y los hijos a sus padres. Los maridos y las esposas se separan en un instante, para no reencontrarse jamás. Los amigos se apartan unos de otros con celeridad, sin saber que no volverán a verse. Esta vida, cuando se inspecciona con un amplio vistazo, presenta poco más que un enorme espectáculo de pérdidas. La mayoría de la gente de este mundo, sin embargo, se imagina que existe una cura para todo lo anterior. Si vivimos correctamente --no necesariamente de manera ética, sino dentro del marco de ciertas creencias antiguas y de comportamientos estereotipados-- conseguiremos todo lo que queramos después de morir. Cuando finalmente nuestros cuerpos nos fallen, tan sólo nos desharemos de nuestro lastre corpóreo para viajar a una tierra donde nos reuniremos con todas las personas a las que amábamos cuando vivíamos. Por supuesto, la gente demasiado racional y demás chusma serán excluidas de ese lugar feliz, y los que hayan suspendido su incredulidad mientras vivían será libres de disfrutar de dicho lugar para toda la eternidad.

Vivimos en un mundo lleno de sorpresas inimaginables --desde la energía de fusión que hace que el sol brille, hasta las consecuencias genéticas y evolutivas de esta danza luminosa sobre la Tierra a lo largo de los eones-- y, a pesar de todo, el Paraíso se conforma a nuestros intereses más superficiales con la misma comodidad que un crucero por el Caribe. Lo anterior resulta extraordinariamente curioso. Si uno no supiera nada del asunto, pensaría que el hombre, en su temor a perder todo aquello que le gusta, había creado el Cielo, con su Dios de portero, a su propia imagen y semejanza.

Consideremos la destrucción que el Huracán Katrina trajo sobre Nueva Orleans. Más de mil personas murieron, decenas de miles perdieron todos sus bienes terrenales, y casi un millón fueron desplazadas. Es casi seguro que prácticamente toda persona que vivía en Nueva Orleans en el momento de la tragedia del Katrina creía en un Dios omnipotente, omnisciente y compasivo. ¿Pero qué hacía Dios mientras un huracán arrasaba su ciudad? Seguramente oyó los rezos de los ancianos y las mujeres que huían de la crecida de las aguas buscando la seguridad de sus azoteas, sólo para ahogarse lentamente en éstas. Eran personas de fe. Eran hombres y mujeres buenos que habían rezado durante toda su vida. Sólo el ateo tiene el coraje de admitir lo evidente: esta pobre gente murió hablando con un amigo imaginario.

Desde luego, hubo claros signos de que una tormenta de dimensiones bíblicas golpearía a Nueva Orleans, y la respuesta humana al consiguiente desastre fue trágicamente inepta. Pero fue inepta sólo a la luz de la ciencia. Los signos del avance del Katrina fueron extraídos de la Naturaleza muda a través de cálculos meteorológicos y de imágenes vía satélite. Dios no habló a nadie de sus proyectos. Si los residentes de Nueva Orleans se hubieran contentado con confiar en la caridad del Señor, no se hubieran enterado de que un huracán asesino se abatía sobre ellos hasta sentir en sus caras las primeras ráfagas de viento. Sin embargo, una encuesta realizada por el Washington Post reveló que el 80 % de los sobrevivientes del Katrina afirmaban que el acontecimiento había reforzado su fe en Dios.
Mientras el Huracán Katrina devoraba Nueva Orleans, casi mil peregrinos chiítas eran pisoteados hasta morir en un puente de Irak. No hay duda de que estos peregrinos creían vigorosamente en el Dios del Corán: sus vidas estaban organizadas en torno al hecho indiscutible de su existencia; sus mujeres caminaban veladas delante de él; sus hombres se mataban entre sí con regularidad por interpretaciones rivales de su palabra. Sería notable que un solo superviviente de esta tragedia perdiera su fe. Es más probable que los supervivientes se imaginen que ellos fueron salvados por la gracia de Dios.

Sólo el ateo reconoce el narcisismo y el autoengaño ilimitados de quien se cree \"salvado por Dios\". Sólo el ateo comprende lo moralmente rechazable que es el hecho de que los supervivientes de una catástrofe se crean salvados por el amor de Dios, mientras este mismo Dios ha ahogado a niños en sus cunas. Puesto que el ateo se niega a disfrazar la realidad del sufrimiento del mundo con una empalagosa fantasía de vida eterna, el ateo siente en sus carnes lo preciosa que es la vida ---y qué terrible desgracia es realmente que millones de seres humanos sufran el más terrible menoscabo de su felicidad por ninguna razón en absoluto.

Es inevitable preguntarse cuán enorme y gratuita debe ser una catástrofe para que sacuda la fe del mundo. El Holocausto nazi no lo hizo. Tampoco el genocidio de Ruanda, aunque hubiera sacerdotes armados con machetes entre los autores. Quinientos millones de personas murieron de viruela en el siglo XX, muchos de ellos niños. Los caminos de Dios son ciertamente inescrutables. Parece que cualquier hecho, no importa lo desgraciado que sea, puede ser compatible con la fe religiosa. En los asuntos de la fe, hemos perdido cualquier tipo de contacto con la realidad.

Desde luego, las personas de fe afirman regularmente que Dios no es responsable del sufrimiento humano. ¿Pero de qué otro modo podemos entender la afirmación de que Dios es a la vez omnisciente y omnipotente? No hay ningún otro modo de entender el asunto, y es hora de que los seres humanos cuerdos lo asuman. Se trata del problema histórico de la teodicea, que deberíamos considerar ya resuelto. Si Dios existe, no puede hacer nada para detener las más terribles calamidades o no se preocupa por hacerlo. Dios, por lo tanto, es impotente o malvado. Los lectores piadosos realizarán ahora la siguiente pirueta: Dios no puede ser juzgado por las simples normas humanas de moralidad. Pero, desde luego, las normas humanas de moralidad son precisamente las que los fieles emplean en primer lugar para establecer la bondad de Dios. Y cualquier Dios que se preocupe por algo tan trivial como el matrimonio gay, o el nombre por el que los fieles se dirigen a él durante el rezo, no es tan inescrutable como parece. Si existiera, el Dios de Abrahám sería bastante despreciable: no sólo sería indigno de la inmensidad de la creación, sino que sería indigno hasta del propio ser humano.

Hay otra posibilidad, desde luego, y es a la vez la más razonable y la menos odiosa: el Dios bíblico es una ficción. Como ha observado Richard Dawkins, todos somos ateos en lo que concierne a Zeus y Thor. Sólo el ateo ha comprendido que el dios bíblico no es en absoluto diferente de Zeus o de Thor. Por consiguiente, sólo el ateo es lo bastante compasivo para considerar la profundidad del sufrimiento humano en toda su abrumadora realidad. Es terrible que muramos y perdamos todo lo que nos gusta; es doblemente terrible que tantos seres humanos sufran innecesariamente mientras viven. Que gran parte de este sufrimiento pueda ser atribuido directamente a la religión --a los odios religiosos, las guerras religiosas, las ilusiones religiosas y las luchas religiosas por recursos escasos-- es lo que hace del ateísmo una necesidad moral e intelectual. Es una necesidad, sin embargo, que sitúa al ateo en los márgenes de la sociedad. El ateo, sólo por mantenerse en contacto con la realidad, aparece vergonzosamente alejado de la vida de fantasía propia de sus vecinos.





Manifiesto Ateísta de Sam Harris
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Nota del Editor: En una época en que la religión fundamentalista ejerce una influencia sin precedentes en los niveles más elevados del gobierno de los Estados Unidos, y en que el terror de origen religioso domina el escenario mundial, Sam Harris argumenta que la tolerancia \"progresista\" hacia la irracionalidad basada en la fe es una amenaza tan grande como la religión misma. Harris, graduado en filosofía por la Universidad de Stanford, ha estudiado las religiones orientales y occidentales, y ha obtenido el premio Pen Award 2004 de no ficción por The End of Faith, una obra que examina y pulveriza implacablemente los absurdos de la religión organizada. Truthdig.com pidió a Harris que escribiera un documento para explicar su tesis de que la creencia en Dios, así como el intento de aplacar a los religiosos extremistas de todas las creencias por parte de los moderados, ha sido y sigue siendo la mayor amenaza para la paz mundial y un asalto continuado a la razón. En algún lugar del mundo un hombre ha secuestrado a una niña. Pronto la violará, la torturará y la asesinará. Si una atrocidad de esta clase no ocurre precisamente en este momento, ocurrirá en unas horas, o a lo sumo en unos días. Tal es el grado de confianza que podemos extraer de las leyes estadísticas que gobiernan las vidas de 6 mil millones de seres humanos. La misma estadística sugiere también que los padres de estas niñas creen en este mismo instante que un Dios omnipotente e infinitamente bondadoso cuida de ellos y de su familia. ¿Tienen alguna razón para creer esto? Es más, ¿está bien que lo crean?

La respuesta a ambas preguntas es muy clara: NO.

Todo el ateísmo está contenido en la anterior respuesta. El ateísmo no es una filosofía; no es ni siquiera una opinión sobre el mundo; es simplemente el rechazo a negar lo evidente. Por desgracia, vivimos en un mundo en el que, por principio, lo evidente se pasa por alto. Lo evidente debe ser observado, vuelto a observar y defendido. Se trata de un trabajo ingrato. Lleva consigo una aureola de petulancia e insensibilidad. Además es un trabajo que el ateo no necesita.

Es preciso señalar que nadie necesita identificarse como un no-astrólogo o un no-alquimista. Por consiguiente, no tenemos ningún nombre para definir a las personas que niegan la validez de estas pseudo-disciplinas. De la misma forma, el ateísmo es un término que ni siquiera debería existir. El ateísmo no es más que la protesta manifestada por la gente razonable en presencia del dogma religioso. El ateo es simplemente una persona que cree que los 260 millones de americanos (el 87 % de la población) que afirman no dudar jamás de la existencia de Dios son los que están obligados a presentar pruebas de su existencia y, ciertamente, de su benevolencia, considerando la destrucción implacable de seres humanos inocentes de la que somos testigos a diario en el mundo. Sólo el ateo aprecia lo misteriosa que es nuestra presente situación: la mayor parte de los seres humanos creen en un Dios que, en todos los aspectos, es tan fantástico como los dioses del Olimpo; ninguna persona, independientemente de sus méritos y capacidades, puede acceder a un cargo público en los Estados Unidos si no afirma estar totalmente convencida de que ese Dios existe; y una gran parte de la política pública de nuestro país responde a tabúes religiosos y a supersticiones propias de una teocracia medieval. Nuestra circunstancia es abyecta, indefendible y aterradora. Podría incluso resultar graciosa si lo que estuviera en juego no fuera tan importante.

Vivimos en un mundo donde todas las cosas, buenas y malas, finalmente resultan destruidas por el cambio. Los padres pierden a sus hijos y los hijos a sus padres. Los maridos y las esposas se separan en un instante, para no reencontrarse jamás. Los amigos se apartan unos de otros con celeridad, sin saber que no volverán a verse. Esta vida, cuando se inspecciona con un amplio vistazo, presenta poco más que un enorme espectáculo de pérdidas. La mayoría de la gente de este mundo, sin embargo, se imagina que existe una cura para todo lo anterior. Si vivimos correctamente --no necesariamente de manera ética, sino dentro del marco de ciertas creencias antiguas y de comportamientos estereotipados-- conseguiremos todo lo que queramos después de morir. Cuando finalmente nuestros cuerpos nos fallen, tan sólo nos desharemos de nuestro lastre corpóreo para viajar a una tierra donde nos reuniremos con todas las personas a las que amábamos cuando vivíamos. Por supuesto, la gente demasiado racional y demás chusma serán excluidas de ese lugar feliz, y los que hayan suspendido su incredulidad mientras vivían será libres de disfrutar de dicho lugar para toda la eternidad.

Vivimos en un mundo lleno de sorpresas inimaginables --desde la energía de fusión que hace que el sol brille, hasta las consecuencias genéticas y evolutivas de esta danza luminosa sobre la Tierra a lo largo de los eones-- y, a pesar de todo, el Paraíso se conforma a nuestros intereses más superficiales con la misma comodidad que un crucero por el Caribe. Lo anterior resulta extraordinariamente curioso. Si uno no supiera nada del asunto, pensaría que el hombre, en su temor a perder todo aquello que le gusta, había creado el Cielo, con su Dios de portero, a su propia imagen y semejanza.

Consideremos la destrucción que el Huracán Katrina trajo sobre Nueva Orleans. Más de mil personas murieron, decenas de miles perdieron todos sus bienes terrenales, y casi un millón fueron desplazadas. Es casi seguro que prácticamente toda persona que vivía en Nueva Orleans en el momento de la tragedia del Katrina creía en un Dios omnipotente, omnisciente y compasivo. ¿Pero qué hacía Dios mientras un huracán arrasaba su ciudad? Seguramente oyó los rezos de los ancianos y las mujeres que huían de la crecida de las aguas buscando la seguridad de sus azoteas, sólo para ahogarse lentamente en éstas. Eran personas de fe. Eran hombres y mujeres buenos que habían rezado durante toda su vida. Sólo el ateo tiene el coraje de admitir lo evidente: esta pobre gente murió hablando con un amigo imaginario.

Desde luego, hubo claros signos de que una tormenta de dimensiones bíblicas golpearía a Nueva Orleans, y la respuesta humana al consiguiente desastre fue trágicamente inepta. Pero fue inepta sólo a la luz de la ciencia. Los signos del avance del Katrina fueron extraídos de la Naturaleza muda a través de cálculos meteorológicos y de imágenes vía satélite. Dios no habló a nadie de sus proyectos. Si los residentes de Nueva Orleans se hubieran contentado con confiar en la caridad del Señor, no se hubieran enterado de que un huracán asesino se abatía sobre ellos hasta sentir en sus caras las primeras ráfagas de viento. Sin embargo, una encuesta realizada por el Washington Post reveló que el 80 % de los sobrevivientes del Katrina afirmaban que el acontecimiento había reforzado su fe en Dios.
Mientras el Huracán Katrina devoraba Nueva Orleans, casi mil peregrinos chiítas eran pisoteados hasta morir en un puente de Irak. No hay duda de que estos peregrinos creían vigorosamente en el Dios del Corán: sus vidas estaban organizadas en torno al hecho indiscutible de su existencia; sus mujeres caminaban veladas delante de él; sus hombres se mataban entre sí con regularidad por interpretaciones rivales de su palabra. Sería notable que un solo superviviente de esta tragedia perdiera su fe. Es más probable que los supervivientes se imaginen que ellos fueron salvados por la gracia de Dios.

Sólo el ateo reconoce el narcisismo y el autoengaño ilimitados de quien se cree \"salvado por Dios\". Sólo el ateo comprende lo moralmente rechazable que es el hecho de que los supervivientes de una catástrofe se crean salvados por el amor de Dios, mientras este mismo Dios ha ahogado a niños en sus cunas. Puesto que el ateo se niega a disfrazar la realidad del sufrimiento del mundo con una empalagosa fantasía de vida eterna, el ateo siente en sus carnes lo preciosa que es la vida ---y qué terrible desgracia es realmente que millones de seres humanos sufran el más terrible menoscabo de su felicidad por ninguna razón en absoluto.

Es inevitable preguntarse cuán enorme y gratuita debe ser una catástrofe para que sacuda la fe del mundo. El Holocausto nazi no lo hizo. Tampoco el genocidio de Ruanda, aunque hubiera sacerdotes armados con machetes entre los autores. Quinientos millones de personas murieron de viruela en el siglo XX, muchos de ellos niños. Los caminos de Dios son ciertamente inescrutables. Parece que cualquier hecho, no importa lo desgraciado que sea, puede ser compatible con la fe religiosa. En los asuntos de la fe, hemos perdido cualquier tipo de contacto con la realidad.

Desde luego, las personas de fe afirman regularmente que Dios no es responsable del sufrimiento humano. ¿Pero de qué otro modo podemos entender la afirmación de que Dios es a la vez omnisciente y omnipotente? No hay ningún otro modo de entender el asunto, y es hora de que los seres humanos cuerdos lo asuman. Se trata del problema histórico de la teodicea, que deberíamos considerar ya resuelto. Si Dios existe, no puede hacer nada para detener las más terribles calamidades o no se preocupa por hacerlo. Dios, por lo tanto, es impotente o malvado. Los lectores piadosos realizarán ahora la siguiente pirueta: Dios no puede ser juzgado por las simples normas humanas de moralidad. Pero, desde luego, las normas humanas de moralidad son precisamente las que los fieles emplean en primer lugar para establecer la bondad de Dios. Y cualquier Dios que se preocupe por algo tan trivial como el matrimonio gay, o el nombre por el que los fieles se dirigen a él durante el rezo, no es tan inescrutable como parece. Si existiera, el Dios de Abrahám sería bastante despreciable: no sólo sería indigno de la inmensidad de la creación, sino que sería indigno hasta del propio ser humano.

Hay otra posibilidad, desde luego, y es a la vez la más razonable y la menos odiosa: el Dios bíblico es una ficción. Como ha observado Richard Dawkins, todos somos ateos en lo que concierne a Zeus y Thor. Sólo el ateo ha comprendido que el dios bíblico no es en absoluto diferente de Zeus o de Thor. Por consiguiente, sólo el ateo es lo bastante compasivo para considerar la profundidad del sufrimiento humano en toda su abrumadora realidad. Es terrible que muramos y perdamos todo lo que nos gusta; es doblemente terrible que tantos seres humanos sufran innecesariamente mientras viven. Que gran parte de este sufrimiento pueda ser atribuido directamente a la religión --a los odios religiosos, las guerras religiosas, las ilusiones religiosas y las luchas religiosas por recursos escasos-- es lo que hace del ateísmo una necesidad moral e intelectual. Es una necesidad, sin embargo, que sitúa al ateo en los márgenes de la sociedad. El ateo, sólo por mantenerse en contacto con la realidad, aparece vergonzosamente alejado de la vida de fantasía propia de sus vecinos.