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lunes, febrero 11

HECER VER OTRA REALIDAD ENSEÑANDO CONTRASENTIDOS



Lunes 11 de febrero de 2008
HECER VER OTRA REALIDAD ENSEÑANDO CONTRASENTIDOS.

PRIMER INTENTO


Me propongo hoy analizar que demonios le está pasando a mi entorno y que está sucediendo en varios países que de alguna manera me toca de cerca. En Colombia, Argentina, Italia, España, Estados Unidos y de alguna manera en la Unión Europea, suceden cosas que marcan patrones quizá imperceptibles pero no menos curiosos o políticamente significativos.

Cuando leí “La tercera ola” de Alvin Toffler me pareció muy acertada su tesis de que no solo era el cambio, sino la aceleración del cambio es lo que estaba creando una nueva “percepción” y una nueva puesta en escena de los acontecimientos del mundo moderno.

Hoy veo con cierta preocupación que estos aspectos ya han sido estudiados, analizados y quizá han dado en conformar la manera de que sean explotados para que den los rendimientos que se espera de ellos.

Es curioso que la derecha mundial esté llamando las cosas de otra manera, casi como un contrasentido y que encaja tan bien que no es extraño ver como personas que hace algunos años se llamaría de “izquierdas” ahora no dudaría en abrazar las tesis de los partidos más conservadores.
Con muchos izquierdistas lo que ha ocurrido es que son seres humanos con sus características condicionadas por las cuestiones económicas y su entorno. Un economista izquierdista, por ejemplo, puede entrar a militar en un partido. Al entrar encuentra los motivos justos, se entusiasma y hasta le llega a tirar piedra a la policía. Pero este partido no le da trabajo real, ni le da un sueldo para vivir ni para sostener su familia. Como él no es un obrero sin formación académica, se les ofrecen varias opciones. Puede trabajar en un banco, o lo pueden absorber partidos clientelistas de derecha. Y al carajo las ideas de izquierdas. Los partidos oficiales de derecha le pueden ofrecer un cargo como diputado, como senador, como lo que sea pero con mucho dinero o suficiente para vivir bien. Las ONG han sido los principales mecanismos para dividir y debilitar las izquierdas. Aquí meten a los líderes más sobresalientes del movimiento alentado por un buen salario en dólares o en euros lo que se constituirá su razón principal de lucha. Se requiere de una solidez y visión demasiado grande para mantener un objetivo revolucionario. Muchas veces es lo que Marx llama la conciencia de clase que te obliga por tus condiciones económicas a luchar contra tu enemigo de clase. Eso sigue vigente aunque la derecha ha querido variar los términos del lenguaje. En vez de sociedad de clase, aparece ahora la ''sociedad civil'', donde estamos todos mezclados, sin distinción, toda la población votante.
El intelectual se incorpora y hace suya la causa si se dan ciertas condiciones como los vínculos con parientes caídos, conciencia profunda de causa, defensa de los valores éticos de dignidad y justicia, etc. Pero también se incorpora por querer destacarse y así satisfacer un ego que no se conforma con el anonimato, y que puede ser muy efímero si ven derrotadas sus ideas. Se convertirá en el peor enemigo de la revolución. Es el caso de varios intelectuales como Carlos Fuentes, Vargas Llosa, Solana.
Otros se incorporaron a la izquierda por casualidad, por estar en el medio en el momento de organizarse cualquier movimiento y así como entraron, salen.
En Francia leí en una revista de sicología, un debate sobre el concepto izquierda. En resumen, según ellos, allí no existe la izquierda ni la derecha. Todo es lo mismo.
Para los latinoamericanos, el concepto de izquierda es muy distinto al que se tiene en Europa. Mitterrand, por ejemplo fue de izquierda. Para los latinos en un gobierno de izquierda no puede haber grandes corporaciones privadas cuyo capital decide tantas cosas en el sistema. Pero es un debate que se abre en el emergente socialismo venezolano, con 90 % de la prensa controlada por la derecha.

El partido conservador español se llama “partido popular” cuando es precisamente un partido manejado casi militarmente por una minoría que no se sonroja ante su defensa soterrada de la deriva neofascista de otros partidos políticos en otras latitudes. De popular, muy poco. Un contrasentido más…

La democracia es una molestia que hay que llevar con valentía, y los neofascistas españoles no han dudado en llamar “democracia nacional” a un partido xenófobo y racista que está ganado adeptos entre los jóvenes españoles. Otro contrasentido…

El partido de la U, en Colombia, es una amalgama de ex militantes del antiguo partido conservador y los jóvenes militantes de partido liberal colombiano. De la misma manera que Milosevic, secretario general en su momento del partido comunista serbio, montó organizaciones de extrema derecha que hicieron sonrojar a la misma Europa. Otro contrasentido internacional…

En Argentina es perfectamente posible que dentro del peronismo militen, aun hoy, montoneros marxistas y la triple A, del “brujo” e ideólogo ultraconservador José López Reaga, , sin pestañear, porque tienen claro que los males de Argentina se deben a la culpa de “otros” ya sean Yankees, ingleses ó rusos comunistas. El mismo Perón no podría clasificarse de otra manera que fascista edulcorado. Otro contrasentido…
Otros izquierdistas entraron también por machismo más que por valentía o por convicción revolucionaria. Arriesgaron todo, de manera ciega estaban prestos a dar cualquier golpe; pero sin conocer teorías y sin pertenecer a ningún grupo de clase explotada. Pequeños burgueses de clase media. De buenas a primera se salen, o apoyan proyectos socialdemócratas y capitalistas.

En Francia, el cinturón rojo de París vota por las tesis de Le Pen, porque los males de Francia se deben a la llegada masiva de negros africanos, gente de los países del este y los asquerosos suramericanos, sin contar con la peste musulmana con su carga de odio hacia las “libertades” de occidente. El contrasentido es que anteriores votantes socialistas lo hacen ahora por la extrema derecha. Como los liberales colombianos que votan sin el menor rubor por el neoliberal de Uribe. Otro contrasentido…

Al espantar los peces, ellos se dirigen sin saberlo a una red de extrema derecha que tiene aspecto de libertad y de izquierda. Uno de los libros más leído en Estados Unidos es “La Rebelión de Atlas” de la autora Ayn Rand, seudónimo de Alissa Zinovievna Rosenbaum, ruso-norteamericana, donde se expresa un canto a la “libertad” contra los abusos de un estado totalitario que cobra impuestos solo para repartirlo en gente de tez morena, perezosa y sin creatividad como la que puede desplegar la gente buena e inteligente de tez blanca. Es el segundo libro después de la Biblia más leído en Estados Unidos, según una tesis que corre por Internet y no es seguro si se trata de una leyenda urbana. Lo que sí es cierto es que es un libro muy leído entre las clases medias norteamericanas, que no tienen los niveles de lecturas que las mismas clases europeas.

La pregunta que surge es ¿como todo un país cree que la realidad percibida por el resto del planeta, pasa por el odio de los pobres hacia los ricos norteamericanos y de los morenos pequeños hacia los altos y rubios anglosajones?

El mismo Bush se pregunta en público ¿por qué nos odian tanto?
De la misma manera, Perón grabó a fuego en la mente del argentino que todos los males de Argentina eran culpa de los europeos y de los americanos. Mientras él amasa fortunas producto del saqueo que sus amigos y él mismo, han perpetrado el saqueo de uno de los países más ricos del mundo. Ese robo continuó hasta nuestros días cuando el presidente Menen y su partido peronista (el Justicialismo) lograron quebrar la riqueza del país más próspero de Suramérica. Es tan rico que se ha repuesto de los daños que el fondo monetario internacional, el banco mundial y los peronistas de derecha con sabor a izquierda han realizado a la Argentina. El saqueo de la escuadra neoliberal cumplía órdenes del Banco Mundial. Se supone que los organismos internacionales están para apoyar y asesorar a los países en su desarrollo, no a asesorar a unas élites para vaciar las arcas de un Estado. Pero eso es lo que pasó en argentina al comienzo de este siglo. Sin embargo, la percepción del ciudadano medio en todo el mundo es que lo pasado fue un hecho lamentable pero normal en el devenir de la historia de pueblos jóvenes. Para el ciudadano medio argentino, informado en origen de los hechos, la cosa es diferente. Saben los argentinos que fue una operación mayúscula de vaciamiento de activos financieros.
En España, dos hombres intentaron lo mismo en los años 80 y principios de los 90. Javier de la rosa y Mario Conde. Sus operaciones sencillamente eran “vaciar las empresas desde dentro”. Ambos han sido suavemente condenados. Les salió mal pero no quiere decir que otros con mejor suerte no lo intenten en Suramérica ó en la misma Europa, especialmente en los nuevos miembros de la Unión Europea.
Así que los organismos supranacionales, diseñados para apoyar a los países en vías de desarrollo cortan de raíz su desarrollo. Otro contrasentido de la mano del neoliberalismo.

Chomsky y Michael Moore saben que la derecha neoconservadora USA tienen secuestrada a buena parte de la socialdemocracia norteamericana. Lo expresan de mil maneras pero no hay forma de hacerlo ver claramente. Quizá el nivel conceptual de Chomsky está por encima de la compresión del lector medio norteamericano y esto es una barrera de difícil franqueo por lo que Michael Moore, en imágenes lo ha mostrado más claramente. No hay que olvidar que ambos, tanto Chomsky como Moore, tienen una visión limitadísima por ser quizás hijos de una realidad de una pobreza tan grande como las que viven los intelectuales en USA.

Eso sucede en España con el, muy nervioso ahora, Partido Popular. Después que perdieron el gobierno en 2004, el PP ha tomado la ruta más extremista y una camarilla de la más rancia estirpe neoconservadora dirige hoy su artillería contra el Partido Socialista Obrero Español. El muy rojo José Luís Rodríguez Zapatero es el principal blanco de los conservadores españoles. Pero esta no es una más de las guerras entre la izquierda y la derecha dentro de un país. Tiene esta confrontación un fondo que solo en España podría darse.
No podemos olvidar que en este país se dio una cruel guerra civil entre dos mundos perfectamente definidos. En 1936 las cosas no eran claras para el grueso de la población española, y por lo tanto era más fácil para los ideólogos de aquella época convencer a una ingenua población que los judíos eran malos por naturaleza, los comunistas comían niños, la envidia hacia las ricos era su credo y que los rojos por ser ateos eran los enemigos naturales de la España eterna católica y libre.

El tiempo no parecería haber pasado desde entonces por las cabezas de los modernos ideólogos del partido popular español. Utilizan los mismos argumentos para enfrentarse a las nuevas amenazas que sufre su España. La embestida de catalanes y vascos tiene “ayuda” de los rojos de siempre capitaneados por el Presidente Zapatero. No le importa a la derecha española que los demás se rían de sus exageraciones y venenosos vaticinios. Es que hablan para sus propias filas donde se encuentran personajes como Federico Jiménez Losantos, un locutor que se encarga desde sus micrófonos de la cadena radial COPE ( Conferencia Episcopal Española), enrarecer el ambiente político español con las más inusitadas teorías del final del Reino de España. Los obispos españoles se encuentran muy cómodos con este señor que es la antítesis del buen cristiano que pretenden vender a los menos cautos. Lo curioso es que el locutor estrella de los obispos españoles es ateo y otro de la misma emisora es evangelista. Un contrasentido que indica la tendencia del mundo ultraconservador para aliarse con el diablo si esto es necesario. No es extraño que la mafia siciliana sea tan católica y que precisamente sus jefes se les llame “padrinos”, un vocablo unido al proceso ritual del bautismo, el inicio de la vida cristiana de un católico.
El llamado Nuevo Orden Mundial, ha sido secuestrado por la derecha mundial y con rojos ropajes defiende las tesis de extrema derecha con una maestría que en algún caso parecería preparada en laboratorio.

Es el caso de Colombia, dónde un presunto narcotraficante de extrema derecha es votado masivamente en un pueblo que convive con una moral permisiva que le ha permitido ver como un asunto normal que si obtienes dinero por el narcotráfico sólo han de molestarse los “gringos” porque el narcotráfico de alguna manera es la respuesta de un país ante el atraso de una reforma agraria que nunca vino, hasta que los “traquetos” la pusieron en practica. Y que es el desconcierto de los norteamericanos que han visto como se les ha escapado el manejo de esta “multinacional” tan rentable.
Criterios para esa nueva “izquierda” suramericana que ve en el embrutecimiento de la juventud norteamericana y Europea, producto de las drogas, una batalla que ha de ser ganada por los pueblos saqueados por el gran capital mundial.
Pero el dinero generado por el narcotráfico ni termina en los países productores y, a veces, ni siquiera pasa por allí. Al final queda en los bancos americanos, europeos ó en las cuentas de los productores de armas.

Perón, la escritora Rand, Uribe, los hombre de negocios europeos, los obispos españoles, el PP español, Bush y su camarilla de Washington, ante el avance de los pueblos, la dura batalla entre Davos y el club Bilderberg contra El foro de Portoalegre, el hecho de que Internet, la Universidad, los libros y todo aquello que es vehículo de cultura, han abierto los ojos a la gente y que han sido pillados en su mala fé. Saben ó intuyeron en su momento que los grupos humanos que ellos consideraron de tercera clase, se están rebelando contra ese mundo que se nos quiere imponer como una orden de Dios.

Esta, una verdadera rebelión que no ha de cerrarse en falso como la Revolución francesa, (tan cerrada en falso que vino después un emperador ni siquiera de sangre azul, el complejo Napoleón Bonaparte) la famosa transición española que perdonó a los fascistas quienes sumieron a España en un infierno para aquellos que perdieron la guerra civil. Una verdadera rebelión que ha hecho de los hombres libres modernos, inmunes contra los cantos de sirena, los espejismos y las anteojeras que han desdibujado la percepción de las gentes ingenuas. Ahora sabemos como se ha trabajado para que nuestra percepción de la libertad no es la que Bush celebraba en 2006 en la antes comunista Hungría, como si fuera un triunfo americano. “Libertad” no es lo que nos pinta Ayn Rand, que no es lo que el “ofendido” George Orwell nos contaba en su Gran Hermano de “ 1984” ó en su “Rebelión en la granja”…que la guerra de Irak ó Afganistán no son por la lucha de esos pueblos contra nada sino que se trata de una guerra por la posesión de tierras petroleras, que “el proyecto por un nuevo siglo americano” es una falacia que pretende el dominio del mundo… que los “neocons” americanos, europeos ó suramericanos han sido puestos al descubiertos y que ya desnudos de ropajes y de palabras “izquierdizantes” no nos podrán engañar… sabemos ahora que las iglesias hicieron mucho daño a los intentos de los pueblos de Suramérica y lo que significo el ruido por lo de Popilisku y el estruendoso silencio por los crímenes de estado en aquellas naciones cuando el muy santo Juan Pablo II no hizo el menor gesto por denunciar las juntas militares del cono sur, lo que sí denunciaba en su amada Polonia…otro interesado contrasentido…

Vemos pues que la embestida del neoliberalismo para apoderarse de la libertad ó de las carteras de los inermes ciudadanos de un atribulado planeta está llena de interesados contrasentidos porque para esta tarea es necesario que la realidad sea lo más difusa e imperceptible que sea posible. De esta manera, si en escena entra la delincuencia organizada, los políticos con órdenes superiores, ó los grupos de libres hombres de negocios, no sean percibidos por las clases trabajadoras como peligrosos agentes del lado oscuro del hombre, sino como “libres ciudadanos” que intentan un mundo mejor. El mayor y definitivo contrasentido.

Escrito por José Mercader y Juan José Moreno