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sábado, octubre 14

MUERTE MASIVA DE GALGOS POR DIVERSIÓN


En España hay un antiguo dicho que refiere: Hay tres personajes que tienen muy mala vejez, los ejecutivos, los galgos y las putas.
En efecto, al galgo, en cuanto se le escapa la segunda liebre, su dueño le dispara porque mantenerlo es costoso. Al ejecutivo se le invita a abandonar la empresa ó se le somete a vejaciones para que abandone por sus propios medios y no sea necesario pagarle indemnizaciones. A la puta se le trata mejor pero cambia de categoría y tiende a ganar menos dinero y al ser pobre y vieja es más barata para los varones usuarios menos afortunados con su cartera.
En España matarán este año 50.000 galgos, porque sus civilizados dueños no pueden mantenerlos y además es muy divertido colgarlos, quemarlos, inyectarles lejía, despeñarlos ó quemarlos vivos.
De la prensa saco el siguiente artículo:
“Cuando ya no sirven para cazar o correr, son asesinados.
¿Los métodos? Inyecciones de lejía, ahorcados, tirados a pozos, quemados...
España es el único país de la UE en el que aún se permite la caza con galgos.
En el país hay censados 400.000 perros de esta raza.
España es el único país de la UE en el que aún se permite la caza con galgos"Cuando ya no sirven para cazar o correr, son asesinados, unos 50.000 al año", explica Ana Clemens, presidenta de la asociación SOS Galgos.
"Los cazadores los tiran a los pozos, los ahorcan, los ponen inyecciones de lejía o los queman vivos", afirman en la Federación de Asociaciones de Protección Animal (FAPA).
Clemens asegura que es difícil encontrar un galgo con más de siete años, cuando pueden llegar a vivir hasta 15.
"La gente tiene que tener en cuenta que son muy buenos animales de compañía, con un carácter dulce", agrega.
Son muy buenos animales de compañía, con un carácter dulce
SOS Galgos recoge cada año 200 ejemplares de la calle, la mayoría a punto de morir ahorcados.
"Hace falta que las Administraciones se impliquen. No conocemos sentencias contra maltratadores de galgos", dicen.
Próxima entrega... Protestas en la calle contra el maltrato animal
"El perro de color melón"
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y la protectora de animales El Refugio presentaron ayer su libro El perro de color melón, una obra didáctica que enseña a los niños las obligaciones que conlleva tener una mascota en casa.
Este cuento, de difusión gratuita, estará presente en todos los colegios de infantil y primaria de Madrid, tanto públicos como privados.”
Está claro que en un mundo donde un caballo puede costar 25 millones de dólares y un esclavo pakistaní unos cuantos dólares, las cosas no van a estar claras nunca. Algún sabio decía que los computadores no serán nunca tan inteligentes como el hombre. La verdad es que los ordenadores nunca fueron tan insensibles y estúpidos.
La soberbia y la insensibilidad son las que realmente cabalgan la mente de los hombres que ven en el ejecutivo, el galgo ó la puta a personajes sin valor y sujetos de la peor de las suertes.
Pero la crueldad con los animales es una marca propia de algunos personajes que viven en medio del éxito personal. Las celebraciones, de antaño, incluyen el sacrificio de algún animal y desde las celebraciones religiosas a las más mundanas, la muerte en sacrificio es un continuo preceder del hombre “civilizado”.
Cuando en
Marbella, en la Andalucía española detienen al señor Roca, le son confiscadas cantidades de piezas de caza correspondientes a animales grandes y algunos en proceso de extinción. Al igual que los narcotraficantes colombianos, el mostrar poder sobre los animales es de buen gusto entre ellos. Quienes salen a cazar en su mayoría utilizan galgos y la muerte de los animales acompañada de sufrimiento es el ambiente placentero de los deliciosos días de caza. Matar un cervatillo, un conejo ó un elefante es una gozada que solo es superada por el sexo. La tenencia de caballos y de perros en medio de una carnicería de asustados animales llena de prestigio a quienes han cazado el dinero de incautos, traficado con drogas ó saqueado empresas ó arcas estatales. La celebración en los campos de Colombia ó España, en medio de la sangre de animales ó personas es legendaria y desprovista de todo sentimiento de empatía. Además es de muy buen ver entre estos personajes mostrar la crueldad con hombres ó animales. Cada uno en su sitio y dentro de sus posibilidades. El asunto es que no está completamente fuera de la ley matar animales, hacerlos sufrir ó masacrarlos. En España si bien cada año se asesinan 50.000 galgos, en Colombia mueren también miles de personas por la misma causa: la cacería de personas ó animales como deporte. Sólo que en el caso de las cacerías humanas hay que llenar el requisito de hacerlo por razones humanitarias como salvar a los hombres de las malas influencias de pensamientos anómalos como la fraternidad y la paz.
Las razones poco importan en definitiva, porque lo importante es el momento, la
diversión esquizofrénica y la celebración por la victoria sobre otras personas ó sobre los animales.
En el caso de los toros, la gran fiesta ancestral está llena de razones históricas y
matar por diversión es sólo un asunto cultural fuera de toda sospecha como lo debió ser la muerte de cristianos y abatidos en batallas en terrorífica muerte por leones hambrientos y otras fieras en los coliseos de Roma. Es la diversión del antiguo guerrero ó del moderno narcotraficante y del más moderno todavía “hombre de negocios”.
Matar animales y si es posible con crueldad es la firma del moderno hombre civilizado que no ve en absoluto delito en estas actividades, como el torero no ve delito en torturar y matar al toro, el pionero colombiano ó brasileño no ve delito en perseguir y matar indios y ve más bien como un signo de debilidad social estar contra estas prácticas.