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domingo, octubre 5

ASUNTOS HISTÓRICOS YA CUARENTONES







ASUNTOS HISTÓRICOS YA CUARENTONES



1) GEORGE EL SOLITARIO

Cuando Charles Darwin pintó sobre una caparazón de tortuga gigante, quizá no pensó en que esa bella especie terminara desaparecida debido a la soberbia que el inteligente ser humano despliega por la tierra desde hace más de un millón de años. Las ratas, jabalíes y otros depredadores introducidos por los europeos y modernamente por los turistas, acabaron con tan hermoso animal.

Tampoco debió intuir Darwin que su tortuga gigante, una de las últimas, que murió en 1996, podría ser conocida en casi todo el mundo, debido a la maravilla de las comunicaciones modernas.

Además, tortuguitas descendientes de esos gigantes de las islas Galápagos se harían famosas por si mismas siglos después. Ese es el caso de George, llamado “el solitario”, una enorme tortuga macho que en los últimos 40 años no quiso copular con tortugas hembras de otra especie pues de la suya ya no hay. George es un macho de una especie en la que desaparecieron las hembras.

Pero contra todo pronóstico, George, en agosto y septiembre de 2008, comenzó a copular, después de todo ese tiempo y ya hay varios nidos que albergan huevos de una especie híbrida que sus satisfechas compañeras han puesto en sendos nidos.


2) PETER HIGGS A LA ESPERA

Hace unos días, el L.H.C. (Large Hadron Collider) ha sido frenado con el natural desencanto del mundo de la física de partículas. La causa principal es una fuga de helio con el que se enfrían los imanes a temperatura cercanos al cero absoluto.

No es la primera vez que se detiene el avance del experimento. Ya sucedió en otras oportunidades desde el año pasado. Quizá en algún comité de dirección del CERN, ganó la idea de detener todo y someter a un análisis gerencial las causas de los repetidos fallos, acumulación preocupante de vicios ocultos. Esos comités son duros, violentos, acalorados, amenazadores. Hay mucho dinero en el fondo de estas peleas, muchas órdenes tajantes, muchos disparadores en los contratos, amenazas de despidos, endemoniados jóvenes profesionales buscando cabezas cortadas o deseosos de pronta promoción dentro de empresas privadas ó dentro del mismo CERN. Desde los tiempos del frenético Carlo Rubbia el ambiente directivo del CERN no había estado tan acelerado.

En éste escenario, Peter Higgs, el premio Nóbel de física que es el autor de ideas brillantes como el campo de Higgs y el bosón de Higgs, la llamada “partícula de Dios” espera que éste experimento muestre las trazas de su bosón en los colectores de datos “ATLAS”, el “CMS”, “AHCB”, “LHCf”, unos enormes sensores que recogen millones de datos de los “trozos” de masa resultante de las colisiones de haces de protones que chocan de frente dentro de los anillos del L.H.C. El colisionador es la más grande máquina creada por el hombre para un experimento de gran magnitud.

Hace 40 años, a Peter Higgs le otorgaron el premio Nobel por haber expuesto su teórico bosón, y la estructura matemática que define “el campo de Higgs”. El fogonazo mental lo tuvo Higgs en 1964.

En 40 años el señor Higgs debió soñar con el momento en que un laboratorio como el del CERN demostrara la verdad de sus vaticinios teóricos. Seguramente en ese tiempo pensó que nunca vería ese momento. Debió ser una espera entre frustrante y desesperanzadora.

Se espera que en la primavera de 2009 el L.H.C. vuelva a ser encendido ya con todos los problemas resueltos y que en el verano ya se puedan estar estudiando las primeras colisiones. Que Higgs y yo estemos vivos para verlo.


3) LIVNI TZIPI, DESPUES DE GOLDA MEIR.

Hace muchos años, a mediados de la década del 70, mi esposa y yo leímos la novela de Larry Collins y Dominique Lapierre, “Oh Jerusalem” y la figura de Golda Meir apareció ante nosotros en toda su dimensión Histórica.

Después de todo este tiempo, al fin otra mujer puede ejercer la jefatura del Estado hebreo. Golda Meir fue elegida para el cargo en 1969, y Livni Tzipi podría sucederle casi 40 años después si gana las elecciones internas del Kadima, su partido, como todo indica que sucederá.

Israel es el Estado más controvertido del globo. Existe en parte por la voluntad de periodistas europeos del siglo XIX como Theodor Hercs, Judío húngaro que quedó horrorizado por el antisemitismo de los franceses, patente en el caso Dreyfus que se hizo periodísticamente famoso en todo el mundo. Herzc y otros periodistas y pensadores europeos apostaban por que cada grupo humano definido por una religión y/o una etnia debían tener su propio estado. En 1948 nación y estado vieron al fin la luz, de mano de una organización político-militar cerrada llamada Sionismo.

Desgraciadamente el enfrentamiento entre árabes palestinos y judíos de todo el mundo, principalmente europeos, no ha finalizado desde 1948. Ha habido situaciones gravísimos en estos 60 años, guerras generalizadas en todo el oriente medio, bombardeos, asesinatos selectivos, cacerías humanas etc. Etc.

La guerra de 1967, llamada de los 6 días, fue quizá las más dramática del siglo XX por su alcance y las secuelas de destrucción y otras guerras, así como el enconamiento de las posiciones en todo el mundo.


La ferocidad de los enfrentamientos tocó a la población civil y los crímenes se sucedieron sin cesar por parte de los Israelíes y de los Palestinos, siendo difícil saber en que momento es guerra o simple terrorismo lo que le pasa a esa población humana.

El mapa político del mundo ha cambiado en 40 años pero sus protagonistas no se han detenido en ningún momento. El PNAC (Proyecto para un nuevo siglo americano) como una versión revisada y ampliada “Protocolos de los Sabios de Sión” en versión cristiana, fanática, norteamericana, conforman la nueva historia de Israel. Del país de los socialistas kibutz, la libertad personal, respeto hacia la mujer, hemos pasado a un país clasista, arcaico, fanático y además peligrosamente militarista. Cada día es más parecido a sus verdugos alemanes de los años 40. Muy mal escenario para Tzipi.


4) MAYO DEL 68, LA IMAGINACIÓN AL PODER

Mis padres habían cambiado de ciudad pero yo continué en Barranquilla los años 68 y 69, sin saber que esos años dejarían una fuerte impronta en nuestros espíritus. La revuelta estudiantil de París en mayo de 1968, el alunizaje de Armstrong y mi grado de Bachiller grabaron a fuego en mi cerebro muchas vivencias entre fantásticas y melancólicas.

Los periodistas de El Tiempo y El Espectador de Bogotá y El Heraldo de Barranquilla nos traían textos e imágenes que nos tenían entre fascinados y sorprendidos. Los corresponsales de Cabo Cañaveral, Florida y de París nos contaron esa historia humana que entre melodías de Los Beatles, Escalona y Richi Ray sabíamos que serían para guardar en la memoria por décadas, quizá hasta el día de nuestra muerte.

Sabíamos que aquello era histórico como lo fue el 19 de abril de 1970, poco después. Cuando el presidente Carlos Lleras Restrepo, señalando su reloj en televisión, nos invitó a correr hacia nuestras casas. Esa noche soldados y tanques de combate tomaron la carrera séptima de Bogotá cuando me encontraba en una pensión para estudiantes, al frente de La Universidad Javeriana.

En París, el ardor de la revuelta estudiantil no fue inmediatamente ahogado por el presidente Degaulle, conocedor de que el mundo lo observaba. LLeras sí hizo uso de la fuerza inmediatamente.

En la capital colombiana, ese abril de 1970, el ejercito colombiano, guiado por asesores norteamericanos y por matones de la CIA, cobijados por fanáticos derechistas de buena familia, compañeros de pupitre míos en algunos casos, dio la batalla a estudiantes y trabajadores quienes protestaban por el descarado fraude electoral del que fue objeto la sociedad colombiana. Gustavo Rojas Pinilla, un antiguo dictador militar que se presentaba por los conservadores, había ganado por votos, pero perdido por el conteo de votos en manos de supuestos jueces electorales, elegidos por sus dotes conspirativas por las autoridades del partido liberal y el partido conservador.

Ese día nació un movimiento llamado El M-19, que en su momento fue la expresión de la vergüenza civil ante las canalladas de una clase política que entrega sangre y terrenos de caza privados a los jerifaltes de Wall Street, en una suerte de fiebre neoliberal que ya ha desangrado casi hasta la desaparición a un país de empuje y belleza inigualables.

Rojas no era un liberal, sino un militar nacionalista que había dado un golpe militar, el único del siglo XX, aunque después los hubo disfrazados de actos democráticos, como los hechos protagonizados por militares en la toma del palacio de Justicia, y valerosos guerrilleros del M-19, que fueron masacrados en ese mático palacio.

En México, 1968, los hechos luctuosos de Tlatelolco, donde una matanza indiscriminada se llevó a cabo en la llamada Plaza de las tres culturas. Nos dolió que en nuestra propia Suramérica el campo de batalla albergara a los hermanos mexicanos. El 2 de Octubre de 1968, la misma Oriana Fallaci nos contó como ella pasó un gran susto. Son 40 años de hechos que cambiaron el rumbo de México y dejaba claro de quién es la propiedad de este mundo. Actualmente México está en manos de una mafia de extrema derecha, el gobierno de Felipe Calderón, prevoste de lo más cavernícola de la sociedad mexicana, en perfecto maridaje con el mundo de las mafias y el crimen organizado, que ha tomado al gobierno de Berlusconi en Italia y al antiguo régimen teocrático de Francisco Franco en España, como los modelos a seguir en lo político como en lo económico, entregando el país al cuidado de mafias peligrosas que juegan a la ruleta con los dineros del estado y de los cuentahabientes sin el menor rubor. En plena crisis mundial, los modelos de la derecha nos está siendo metidos entre los ojos a como dé lugar. Este cumpleaños de los hechos de la plaza de las tres culturas debía poner a pensar a aquellos jóvenes unidimensionales que ésta sociedad ha creado.


5) APOLO 11 Y SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE


Me gradué de bachiller en el colegio Biffi-La Salle de Barranquilla en noviembre de 1969. No se hicieron los fastos que estaban programados porque uno de nuestros compañeros, de apellido Acosta, murió en un desgraciado accidente de transito pocos días antes, en el mismo mes de noviembre.

Ese mismo año, el 20 de Julio, había alunizado el Apolo 11 con dos astronautas norteamericanos mientras un tercer navegante daba vueltas al satélite. Hace pues 40 años de esos tiempos tan bellos, tiempos que lograron llenar mi cerebro de imágenes y de recuerdos imborrables, conjuntamente con una fé inquebrantable en la ciencia y el conocimiento en general.

Por esa época supe de la existencia de Giordano Bruno, al leer “El retorno de los brujos” un ensayo estructuralista de pensadores franceses que intentaban explicar que lo que llamamos mágico es también parte de la realidad, y me imaginé a G. Bruno a mi lado diciendo “Ya lo había dicho yo…” Bruno aguantó el zarpazo de la ignorancia de su tiempo y aguantó las burlas de sus semejantes cuando decía que esos puntos luminosos de las noches eran otros soles como el nuestro y que a su alrededor había planetas como La Tierra, habitados por gente como nosotros…El exsacerdote murió quemado vivo en un auto de fé en el Campo de Fiori en Roma en 1600.

También Los Beatles, Los Rolling Stones, George Gershwin, J.S. Bach, Mozart y Beethoven, enmarcaron esa época de pioneros no solo del espacio sino de la política, de los incipientes amores…novatos en casi todo, nos lanzábamos a la conquista del mundo. Hoy vemos que es el mundo el que nos ha conquistado pero insistimos en tratar de seguir adelante por nuestros hijos y nuestros nietos.

Barranquilla siempre fue la más cosmopolita de las grandes ciudades colombianas. En mi clase, al igual que en todos los colegios de la ciudad, los apellidos de origen ibérico alternaban con apellidos alemanes, franceses, italianos, armenios, ingleses, siriolibaneses, rusos, chinos etc. Etc.

Las agrupaciones de inmigrantes fueron creciendo desde principios del siglo XX. Recuerdo que mi abuelo materno, un aventurero paisa, hijo de un mítico ingeniero ferroviario que había trabajado en cuba en el primer tren español, siempre soñó con viajar a Barranquilla para salir a Europa, pero sobre todo a esa maravilla que era en esos tiempos la Argentina de Hipolito Irigoyen.

Esas agrupaciones eran la casa española, la casa inglesa, el club alemán y el club italiano. La casa inglesa por ejemplo, con profundas amistades con la casa real del Reino Unido.

Se decía en esa época que la gran cantidad de siriolibaneses, llamados comúnmente “turcos” por la gente, habían convertido la ciudad en “Barranquilla saudita”.

Recuerdo en mi barrio a un niño, hijo de barranquilleros de clase media. Ellos dejaban a su hijo al cuidado de una pareja de ancianos chinos vecinos. El niño aprendió mandarín y lo hablaba con fluidez como el español. Esa riqueza la vi también en familias árabes que hablaban indistintamente árabe y español.

Esa cosmopolita Barranquilla, a orillas del Río Magdalena, con fuertes vientos y torrenciales épocas de lluvia, tenía y tiene aún uno de los carnavales más famosos del mundo.

Gocé esos carnavales desde la batalla de flores del sábado de carnaval hasta el entierro de Joselito Carnaval los mates previos al miércoles de ceniza y además todas esas fiestas previas al comienzo del carnaval. Cumbias, Gaitas, Vallenatos, merengues, disfrazado de astronauta o de cocinero, de payaso o de caballero inglés en decadencia…

Las letras de los vallenatos que salían de las prodigiosas mentes de poetas costeños ó del interior del país, las hemos cantado en medio de lágrimas por esas tierras y esos tiempos perdidos. Tierra de brujas que hemos leído en “Cien años de soledad” ó en otros libros de García Márquez. Tierras pobladas por ariscos indios caribes, tayronas y por conquistadores españoles venidos de tierras extremeñas, otra tierra de brujas.

Pero como toda esquina del mundo, el remolino humano explotó con todo su esplendor en los comienzos del siglo XX.


6) JUAN JOSE Y CRISTINA, CRUZANDO LA BARRERA DEL TIEMPO DURANTE 48 AÑOS.


Juan José conoció a Christina en 1960, cuando la ciudad se preparaba para otros carnavales que serían los primeros de esa bella década de los 60. Ambos niños, cruzaron sus miradas quizá con el rubor propio de esa época. Las hormonas no habían empezado a martillar en la sangre de Juan José, pero la imaginación, similar a la de un escritor de ciencia-ficción, comenzaba a hacer mella en ese joven e inexperto cerebro…hacía poco sus amigos imaginarios pugnaban por dejarlo. Ya habían aguantado esas historias de tribus de gente que vestían con mimbres y caminaban entre el barro de una lluvia constante…caballos alados cruzaban unos cielos llenos de luces de aparatos que volaban…Juan José quizá necesitaba una amiga de verdad pues las imaginarias no aceptaban ese mundo fantasioso.

Juan José no se cansaba de contarle a Cristina sus batallas de naves espaciales defendiendo a la tierra de ataques alienígenas. Solo que la Christina de verdad no sabía de las fantasías de ese chico a quien llamaban “el sollado” sus compañeros del colegio.

Juan José nunca dijo nada a Christina. Todo quedó en fantasías. Él cambió de colegio y quedó el recuerdo de esa hermosa niña rubia como una marca imborrable que acompañaría sus realidades y fantasías durante los siguientes 48 años.

Pero siguió hablándole casi a diario a esa Christina de fantasía que sí lo escuchaba. Le contó del nuevo colegio…de sus compañeras de clase, pues en ese colegio, niños y niñas iban juntos a clase.

Otro cambio de colegio y ya Crhistina poco aparecía en las charlas nocturnas de Juan José. Se hacía mayor y las fantasías quedaban atrás. Pero el recuerdo seguía vivo. Sobre los 14 años de Juan José, su vida volvió a cruzarse con la de Christina. Pero ya como adolescentes, las inexpertas maneras de Juan José no acertaban a decir las mágicas palabras que habrían cambiado la historia de ellos dos.

Así, que a instancias de Christina, el muy iluso de Juan José “se hace novio” de la mejor amiga de Christina. Eso dura poco, pero a Juan José lo toma muy a pecho porque es su primer amor y fracasa estrepitosamente.

Christina se ha convertido en una hermosa rubia escandinava en medio de unos pretendientes que ahogan la presencia de Juan José. Como un lobo herido, Juan José abandona esa Barranquilla de sueños para emprender una realidad muy distinta a la que había planeado. Comienza la universidad y en medio de una convulsa Colombia, Juan José abandona los estudios y se dedica a escribir y leer. Ciencia, política y poesía barren el panorama de esos convulsos días, previos a un viaje a España que su padre ha determinado para él.


Llega 1971 y Juan José se despide entre sollozos de esa primera juventud que ha sido un fracaso en casi todo, pero ya no están a su lado ni la Christina de verdad ni la de fantasía para contarles que se va con muchas etapas por cumplir.

En esos días solo una hermosa morena, se cruza en el camino de Juan José antes de salir hasta tierras ibéricas. La explosión sexual es enorme pero el viaje rompe ese hermoso vínculo. El antes orgulloso varón, mira con envidia como otros jóvenes pueden disfrutar de las mieles y las leches del amor. Sólo en 1973 logra establecer una duradera relación con una subdita española que habrá de darle dos hermosos hijos.

Pero el recuerdo de Christina sigue firme en la mente de Juan José. Como si lo sucedido en la Barranquilla de 1960 estuviese cantado por los dioses, y la letra escrita por un fabricante de estrellas.


Los dos se pierden de vista por muchos años. Se encuentran de nuevo, fortuitamente, en la misma ciudad que habitarán por años, pero que respetando su nueva condición de respetables esposos de sus respectivas parejas, solo se saludan cordialmente en los ocasionales encuentros que tienen. La procesión va por dentro, se dice en Colombia cuando alguien calla un fuerte sentimiento.

Pasan lustros con suerte desigual para los dos. Juan José cambia constantemente de pareja, cambia de trabajo, cambia de aspecto, cambia de todo, pero solo sigue presente esa imagen en su cerebro de esa hermosa niña rubia llamada Christina.

Por su parte, Christina es una madre dedicada y una amable esposa los siguientes 30 años. Pero la fatalidad acaba con esa historia feliz. La convulsionada Colombia, en manos de mafias, guerrilleros convertidos en narcotraficantes, es ahora en los inicios del siglo XXI, el más controvertido país de Suramérica. En un atentado Crhistina y su esposo son gravemente heridos, a consecuencia de lo cual, Christina queda viuda, como miles de mujeres azotadas por la fatalidad en su país, en una suerte de desgracia ganada a pulso por una ensoberbecida sociedad deseosa de tomar el cielo por asalto.

Se suceden hechos luctuosos como la Toma del Palacio de Justicia, la guerra entre narcos de l985 a 1993, la guerra de Irak y la guerra de los Balcanes, el atentado de las torres gemelas de New York…nuestros hijos crecen en medio de este mundo de violencia y desesperanza. No hay tiempo para disfrutar de recuerdos y la vida cobra a ambos su pago en vidas de familiares y decrecimiento de la felicidad.


Tantos temas no hablados por Crhistina y Juan José. La vida fue gastando años, unas veces felices, otras veces sentidos como castigos. Pero contra todo pronóstico, cuando ambos esperaban vivir una vejez cada día más cercana como una vivencia más y propia de la gente madura que viene de mil batallas, vuelven a cruzarse en el camino. Esta vez ambos piensan que ya está bien de jugar al gato y al ratón con el destino. Por primera vez, Juan José cuenta sin la menor vergüenza a Christina que la ama. Que siempre la ha querido. Ella por primera vez siente que es realmente amada y que no hay forma de quitar amables palabras a Juan José de la boca. Enloquecido de amor, Juan José le escribe incansablemente y cuenta a Christina como ha sido esa travesía del desierto de 48 años y el cúmulo de recuerdos desde esa Barranquilla hasta este Madrid que será al fin la sede de esta nueva vida.


Como una supernova, la realidad explota al fin en sus corazones, esta vez con un océano de por medio. Y con unas vidas llenas de intenso pasado. Por primera vez los dos saben que es su último intento. Que ya no quedan balas en la recámara. Saben que no será fácil y confían que la sinceridad de lo sucedido en sus vidas tiene que tener un buen final. Él sabe que será el último hombre en la vida de ella.


El final está por ver, pero dado el actual ambiente de incertidumbre en lo económico y en lo social de nuestros países, lo único certero es que esto no será aburrido. No será anodino sino convulso y nos será solicitada la mayor de las fuerzas espirituales. Si siempre anteponen el amor acumulado en tantos años y los recuerdos bellos de nuestros hijos y nuestras vidas en general, si la humildad es nuestro escudo defensor y nuestra guía y hoja de ruta es ser felices y cuidar la felicidad de la pareja, el éxito estará en haberlo intentado. Cuando ya no estemos entre los vivos, quizá nuestros hijos sí recuerden que esta historia ya fue contada por un premio Nobel de literatura. “El amor en los tiempos del cólera” es una historia similar, de 50 años de amor cuando la soledad nos ha quedado claro que puede ser de 100 años ó eterna, si callamos cuando debemos gritar “te quiero” a quien realmente ha ocupado el trono en ese sitio privilegiado del corazón que todos tenemos. El sitio que siempre ocupó Christina en ese convulsionado corazón.