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jueves, marzo 8
COMPORTAMIENTO PERVERSO A AMBOS LADOS DEL ATLÁNTICO
Encuentro en la red a veces algunos artículos que me levantan el mal genio. No por lo que dicen sino por lo que significan a estas alturas cuando ya tienes una edad que te permitiría mirar con esperanza el futuro de tus hijos. Lo que está pasando en España en la bahía de Cádiz está pasando en muchos sitios de Europa y desgraciadamente ya ha sucedido en Colombia.
A continuación este artículo sobre Cádiz y luego otro sobre Colombia:
Opinión
España: La derecha, representada por el PSOE, y la extrema derecha, representada por el PP
Las reflexiones de Manuel
Por: J. M. Alvarez (INSURGENTE)
Fecha publicación: 07/03/2007 Imprimir nota
Tema: Situación en España
A media mañana, Manuel -un ciudadano corriente-, sale de su domicilio, sabedor de que se está desarrollando una manifestación en Cádiz, la ciudad andaluza donde vive. Miles de personas, trabajadores afectados, políticos y sindicalistas, participan en la marcha convocada contra el cierre de la factoría Delphi España, empresa ex filial, al menos de manera formal, de la multinacional norteamericana General Motors, que da trabajo a unos 1.600 obreros. Es necesario advertir que Cádiz es la capital de España más castigada por el desempleo.
Manuel se sitúa en la acera de la avenida, por donde discurre la manifestación, con la intención de sumarse a ella. Durante unos minutos percibe el llamativo penacho amarillo que identifica a Teofila Martínez, alcaldesa de la ciudad y miembro del Partido Popular (PP). También ha reconocido al alcalde de Puerto Real- municipio cercano a Cádiz que comparte problemas similares- José Antonio Barroso, y al presidente de la Diputación de Cádiz, Francisco González Cabañas, militante del Partido Socialista (PSOE). “Juntos pero no revueltos”, considera nuestro hombre, con cierta resignación.
La airada multitud protesta por los continuos reveses que sufre, desde hace años, la casi desmantelada zona industrial de la Bahía gaditana. El eslogan, Cádiz, la ciudad que sonríe- ideado por el equipo de Gobierno municipal- es todo un sarcasmo. Hace años que ni la ciudad ni su bahía, saben lo que es una sonrisa, a no ser que alguien pueda reírse de su propia miseria. Sube el tono de las protestas. Ahora la gente corea: “¿Chaves, dónde estás que no te vemos?” en alusión al socialista Manolo Chaves, presidente de la Junta de Andalucía que lleva casi 20 años chupando del bote y, a pesar de las ayudas europeas, ha sido incapaz de lograr que Andalucía en general, y Cádiz en particular, abandonen la condición de zonas deprimidas de Europa.
Manuel se pregunta cómo es posible que La Junta de Chaves haya entregado a cambio de nada (a la vista está), 62 millones de euros en subvenciones a la empresa Delphi, y que ahora ésta pretenda largarse por la puerta de atrás, con el dinero de las ayudas públicas, los beneficios obtenidos durante varios años y todo tipo de exenciones. Dudando, inicia la andadura, aunque lo hace por la acera, sin integrarse en la marcha que discurre por el centro de la calle. No le resulta fácil caminar junto a los seguidores de quienes efectuaron las primeras reconversiones salvajes en los Astilleros de la bahía porque así lo exigía el capitalismo (aquellas aguas trajeron estos lodos). De repente, aparece ante sus ojos una pancarta de solidaridad con los trabajadores afectados. ¡Qué extraño! Cuelga de la fachada del Colegio San Felipe Neri, centro donde siempre ha cursado sus estudios la élite de la ciudad.
Unos metros más allá, observa a las monjas de una escuela cercana y un grupo de alumnas que aplauden, con entusiasmo, el paso de los manifestantes y cómo éstos devuelven el aplauso. ¿ Formarán tanto alboroto porque el Ilustrísimo Señor Obispo de Cádiz, y algunos curas más, están en la manifestación?. “Yo no devolvería el aplauso”, piensa Manuel, porque conoce la posición ultra reaccionaria de la Iglesia Católica española y ha visto, en alguna ocasión, añejas fotografías en las que destacan los Príncipes de la Iglesia haciendo el saludo fascista junto a los militares golpistas que se sublevaron contra el Gobierno del Frente Popular de la Republica española, desencadenando un posterior genocidio, mientras los prelados miraban para otro lado.
Fugazmente, vislumbra a Gaspar Llamazares, Coordinador General de Izquierda Unida (IU) y opositor preferente (más bien, preferido) del Gobierno del PSOE. Reconoce a algunos militantes locales de IU con los que tiene relaciones. Está seguro de que, más de uno de ellos, se estarán preguntando si la “astuta” estrategia encaminada a cambiar el sistema desde dentro, ha servido de algo. Esta experiencia- y las acumuladas desde tiempo atrás- demuestran que contemporizar con el régimen sólo acarrea disgustos en forma de retrocesos en las conquistas sociales arrancadas gracias a la lucha, y no a estériles compadreos.
Ante la profusión de banderas de Comisiones Obreras (CCOO), y de la Unión General de Trabajadores (UGT), Manuel certifica que, además de la estupidez, la hipocresía humana también es infinita. Los sindicalistas “mayoritarios”- sostenidos económicamente por el Estado- han propiciado estas situaciones, debido a sus políticas conciliadoras y de claudicación frente a los patronos. Quizás alberguen la esperanza de alcanzar algún Expediente de Regulación de Empleo (ERE) pues, aunque los ERE sólo sirvan para destruir empleo, los sindicatos “de clase” cobran un porcentaje por cada trabajador despedido que se acoja a ellos. Curioso. Los que dicen defender el empleo, hacen negocios con el desempleo. ¿Qué pintarán ahí?
Manuel entiende, hasta cierto punto, que la alcaldesa luzca- como representante de la ciudad- su pelambrera amarilla en medio de esa caterva, pero lo que asoma por lontananza acaba con su paciencia: Una enorme pancarta del PP, es conducida por una docena de personas afines a ese partido de extrema derecha. Manuel no puede contenerse y le espeta a uno que pasa cerca de él: -“¿Pero desde cuándo ustedes se han preocupado por los obreros?”. El interpelado lo mira y se calla. No tiene respuesta. Está ahí, sólo por cuestiones de mercadeo electoral. Fastidiado, nuestro protagonista, regresa a su casa mientras murmura entre dientes: -“Menos manifestaciones y más boicoteos a las instituciones de los oligarcas y a sus amañadas elecciones”.
Los capitalistas tienen las cosas muy claras. Las manifestaciones toleradas proporcionan imagen democrática, pero carecen de un mensaje con futuro y se olvidan pronto, excepto por los afectados. El régimen del Borbón apostó hace años, de la mano del bipartidismo, por el marco neoliberal donde prima el beneficio de las empresas, y ese beneficio será mayor, allá donde exista mano de obra más barata. Los obreros avanzados, son conscientes de que la democracia de la oligarquía los excluye permanentemente de la toma de decisiones políticas y económicas; por tanto esa democracia es, para los trabajadores, más falsa que Judas. Y así seguirá, invariable, mientras abunden los ilusos que, pese a ser arrojados al paro, continúen legitimándola, participando de sus instituciones y mascaradas electorales en las que sólo hay dos opciones atorrantes: la derecha, representada por el PSOE, y la extrema derecha, representada por el PP.
La derecha en Colombia necesita fuerzas de choque para mantener los privilegios de una oligarquía que siempre se ha sentido dueña de los recursos de todos en ese país. Por la fuerza de las armas cuando el pueblo se encuentra desesperado y por la fuerza del engaño cuando una población no sabe quién es el culpable de tantos despropósitos.
Este artículo lo encuentro en Argenpress:
Opinión
Colombia
Represión justifica insurrección
Por: Miguel Suárez (RADIO CAFE ESTEREO especial para ARGENPRESS.info) *
Fecha publicación: 06/03/2007 Imprimir nota
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Tema: Situación en Colombia
País/es: Colombia
El desespero de Uribe y de la oligarquía colombiana por esconder su implicación en el denominado escándalo de la ”parapolítica”, esta llevando a Uribe a extremos lindantes con la locura y en esta a desatado una persecución implacable contra sus oponentes políticos, persecución que justifica la vigencia de la lucha armada en Colombia.
Uribe, desde su llegada a la presidencia de la oligarquía colombiana en el año 2002, con el apoyo económico, político y de terror de sus socios los narcotraficantes y de los medios de desinformación, a intentado crear un país mediático, donde los medios ocultaban sus nexos con la mafia, al igual que los de la llamada ”clase emergente”, o sea los narcotraficantes que lentamente se han ido mezclando con la oligarquía tradicional y hoy gobiernan al país.
Todos ellos nos han sido presentados como ”gente de bien”, que es el apelativo que a ellos les encanta, a pesar de ser terrorista de estado, narcotraficantes o ladrones de cuello blanco.
Las cosas parecían que les estaban funcionando muy bien. El neoliberalismo se implementó a sangre y fuego, los campesinos fueron expropiados de sus tierras, el país entregado a saqueadores, las leyes de perdón para los terroristas de estado y de legalización del paramilitarismo fueron aprobados por los senadores testaferros del narcotráfico y la ”popularidad” del jefe mafioso, según los medios de desinformación crecía sin cesar.
Pero algo fallo en el libreto y se empezaron a conocer detalles de las implicaciones de la llamada ”clase dirigente”, o sea los bandidos que manejan el país, hasta el punto de que de más de cien políticos, funcionarios y senadores uribista, terminaron presos, prófugos, sindicados o mencionados por sus vínculos con los narcotraficantes, así como se conocen cada día mas detalles de como Uribe fue electo y reelecto por la mafia, y la legitimidad del gobierno fascista se fue a ido suelo.
Los intentos de Uribe de tapar los vínculos de su gobierno con la mafia por medio de cortinas de humo han sido comunes los últimos meses, con lo cual había logrado amainar un poco el temporal, pero después de la detención del senador Alvaro Araujo, quien sentencio que si venían por el venían también por el presidente, o sea por Alvaro Uribe Vélez, estos esfuerzos han sido mayores llegando a tanto, que Uribe a comenzado una feroz cacería de brujas, acompañada de publicas ordenes de matar.
Para recuperar la legitimidad perdida, Uribe se ha decidido buscarla de la manera, como hace mucho rato ha intentado, equiparando a los narcotraficantes del Ralito, viejos miembros del llamado cartel de Medellín, con los opositores políticos alzados en armas u hoy trata de crear una cortina de humo que tape sus vínculos con la mafia, señalando guerrilleros por doquier.
El hecho de llamar a los opositores desarmados como Carlos Gaviria, presidente del Polo Democrático Alternativo; a los senadores Gustavo Petro y Piedad Córdoba, al representante a la Cámara, Wilson Borja; a la dirigente del PDA, Gloria Cuartas y al director de la Corporación Arco Iris, León Valencia; etc, como terroristas de Civil y al director del semanario Voz y miembro del partido comunista colombiano, Carlos Lozano como “cómplice de las FARC”, de por si demuestra que en Colombia los espacios políticos legales no existen y que para poder hacer política sin ser asesinado hay que echares para el monte y tomar un fusil, tal como lo han hecho miles de Colombianos que hoy están en las guerrillas.
Es bueno dejar claro que una cosa es que las Farc-EP, como movimiento político influya y quiera tomarse el poder es lo más lógico del mundo ya que la toma del poder es una meta normal de una organización política revolucionaria y otra cosa muy distinta es que los narcotraficantes, los hombres de la motosierra, influyan en política. Hoy nos quieren vender el cuento de que ambos son lesivos para su ”democracia”, escondiendo, con el apoyo de los medios, quienes son los delincuentes que manejan este país y la inexistencia de democracia en Colombia, la cual han limitado a meter un papel en un hueco.
En ese marco de patrañas, dicen ellos, que si los narcotraficantes influyeron en las votaciones del 2002 y del 2006, las Farc también lo hicieron y las han emprendido contra la oposición legal, e incluso contra reconocidos politiqueros del estamento, antiguamente sus socios, como Ernesto Samper y Horacio Serpa Uribe, etc, etc.
Hay que mencionar que uno de los primeros damnificados por el anticomunismo de Uribe y su mafia, fue el ex ministro Rafael Pardo, a quien en plena campaña electoral señalaron como hombre de las Farc, al, según ellos, haber llegado a un acuerdo con ellos.
Otro danificado fue el periodista Fredy Muñoz, a quien le fabricaron un proceso por rebelión y terrorismo en venganza contra Tele Sur, proceso que mantienen vivo con una foto probablemente trabajada en uno de los talleres gráficos de los Santos.
Uno de los escuderos del mafioso que oficia como presidente, el descompuesto ministro del Interior, Carlos Holguín Sardi, paso la campaña a otro nivel, ya no contra los opositores de siempre, sino contra sus mismos antiguos socios, cuando digo que así en el 2002, los narcotraficantes ejercieron presión en los electores sobre todo en la zona norte del país, igualmente fue evidente que hubo influencia de las Farc en el sur de Colombia, como Putumayo, Caquetá, Tolima y probablemente Huila y debido a la urgencia que tiene de tapar el escándalo de la ”para-política”, pidió a la fiscalia acelerar las investigaciones contra gobernadores y otros funcionarios al sur del país.
Cumpliendo la nueva directiva fascista, el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, se las arregló para señalar al senador Mauricio Jaramillo por la supuesta vinculación de su hermano, el ex gobernador Guillermo Alfonso Jaramillo, con las Farc.
El llamamiento de guerra contra todos los que no estén con los narcotraficantes no se hizo esperar y de inmediato apareció la fiscalia con un ”testigo” que acuso al ex gobernador del Tolima, en ese tiempo por el partido Liberal, Guillermo Alfonso Jaramillo, al ex asesor de paz del Tolima Augusto Arias Hernández, alcaldes de diferentes poblaciones y hasta Fernando Osorio Cuenca, actual gobernador del departamento, ex gerente del Comité de Cafeteros del Tolima, de tener o haber tenido pactos con las Farc-EP.
Rápidamente como lo necesita Alvaro Uribe y la mafia, la mal llamada inteligencia militar y la Fiscalía se dieron a la tarea de fabricar el proceso basados en un ”testigo” del ejercito. El diario el Tiempo dijo que la fiscalia dio orden de captura al ex asesor de paz del Tolima Augusto Arias Hernández y que se rumoraba que también contra ex gobernador del Tolima y miembro del Comité Ejecutivo del Polo Democrático Alternativo, Guillermo Alfonso Jaramillo.
¿Quién es el testigo del ejercito y la fiscalia?, pues nada mas y nadie menos que Raúl Agudelo o alias ‘Olivo Saldaña’, supuesto guerrillero quien lleva unos tres años preso.
Olivo Saldaña, es el mismo supuesto guerrillero de las Farc, que en uno de los falsos positivo del ejercito de la oligarquía colombiana, el año pasado, habiendo estado presos desde dos años antes, fue presentado como el comandante de una columna guerrillera con 70 combatientes que se le entregaba a Uribe y aparte del armamento sin usar entregaba una avioneta, con el cual, según ellos las Farc se iba a tomar el poder en Colombia.
Con bombos y platillos, Luis Carlos Restrepo, alias ”el doctor ternura”, el general Mario Montoya, comandante de ese descompuesto ejercito, dijeron que era el golpe más grande en los últimos 40 años dado a las Farc-EP.
A los días, ante las inconsistencias de las declaraciones de todos ellos, se descubrió que la supuesta columna guerrillera no existía, que el tipo había estado presos dos años antes y que la avioneta con que esa guerrilla se iba a tomar el poder estaba botada desde hacia mucho tiempo en el aeropuerto de Corozal, Sucre, la tierra de los Araujo, polo opuesto donde se entregaba el falso comandante, que además lucia prendas militares con insignias de la VI Brigada del Ejército de la oligarquía.
Los medios de desinformación al servicio de guerra jugaron su papel y el caso paso al olvido tras alguna de las habituales cortinas de humo de esa mafia.
Ahora, como parte de la cortina de humo para tapar la ”para-política” o el ”para-uribismo”, el mismo mentiroso, Olivo Saldaña, es presentado como supuesto testigo contra antiguos representantes del sistema, quienes por el hecho de no compartir el proyecto de legalización de la mafia y la paramilitarizacion del país, son señalados como guerrilleros y son el objetivo de las fuerzas del terrorismos de estado que ellos mismos amantaron.
Guillermo Jaramillo, es un hombre del sistema a quien le están cobrando, el haber denunciado genocidios de los militares en Cajamarca y el norte del Tolima y el haberse matriculado en el PDA.
Jaramillo combatió al narcotraficante conocido como ‘El Socio’, y denuncio los vínculos de ganaderos, algodoneros, arroceros, políticos, funcionarios y miembros de organismos judiciales de esa región con el capo y se enfrento políticamente a uno de los protegidos de Alvaro Uribe Vélez, Alberto Santofimio, de quien dijo, cuando hacía política en los helicópteros de Pablo Escobar.
En febrero del 2003, denunció que los narcoparamilitares en el Tolima no respetan el acuerdo de tregua al que llegaron con Alvaro Uribe Vélez razón por la cual fue amenazado de muerte por estos.
Como preámbulo de esta cacería de brujas, que hoy legitima la toma de las armas como opción política en Colombia y como un anuncio de hasta a donde pueden llegar, se menciono inclusive al expresidente conservador y padres del Plan Colombia, Andrés Pastrana, como guerrillero por haber realizado diálogos con las Farc-EP.
En las ultimas horas fue detenido el periodista y analista político Horacio Duque, miembro del partido Liberal y asesor de la campaña presidencial de Horacio Serpa, a quien los narcotraficantes le robaron la presidencia para entregársela a Alvaro Uribe.
Horacio Duque fue detenido, como represalia por sus denuncias sobre la narcopolítica y su manipulación en el alto gobierno que ha llevado a la captura de 10 parlamentarios, del padre de la ex canciller y del ex-director del DAS. Recientemente había iniciado una investigación sobre el paramilitarismo en Antioquia, que tiene muy preocupado a Uribe ya que allí pueden salir a relucir todos sus vínculos con la mafia..
Hoy no se escuchan los pronunciamientos ni en favor ni en contra del parauribismo de parte de ninguno de los altos ”dignatarios” del país, como los ex presidentes Alfonso López, Belisario Betancourt, Cesar Gaviria, Ernesto Samper o Andrés Pastrana, porque muy seguramente, aunque no les guste muchos Uribe y su mafia, ellos lo apoyan como su ultima carta para mantenerse en el poder y obviamente mantener sus privilegios.
Razón tuvo Carlos Gaviria, el presidente del Polo Democrático Alternativo, al insinuar que Uribe estaba loco.
Así en su locura terminal, obsesionado por la guerra, su estilo intolerante con discurso fascista, similar al de Carlos castaño, Uribe ve guerrilleros hasta en la sopa y de acuerdo a su anuncio de arreciar contra las Farc, hoy están escondiéndose o colocándose al lado de los mafioso, hasta los altos ”dignatarios” de la oligarquía Colombiana.
Hoy unos cinco años, después de que Alvaro Uribe se declarase en guerra contra las Farc-EP, comienzan a ser encarcelados antiguos representantes del sistema.
Con esto, además de incrementar la represión y la intolerancia Uribe Vélez trata de desviar el debate de lo fundamental, que es la ilegitimidad de su Gobierno.
Muy probablemente el próximo guerrillero amenazado será el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien dijo que la postulación hecha por Alvaro Uribe, de Colombia al mundial de fútbol, obedecía a una campaña de relaciones públicas para desviar la atención de los problemas del país, afirmación que a desatado la ira del jefe fascista.
Con todo esto cabe preguntarnos, ¿Hay realmente espacios democráticos en Colombia?, ¿Lo que esta pasando no valida una vez mas la toma de las armas como opción de hacer política en Colombia?
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