En el horizonte vemos unas elecciones en Francia que definen dos maneras de ver la sociedad, con elementales concesiones que se han hecho entre ellas. Vemos a un aprendiz de delincuente en pleno uso de su soberbia en la España de los 30 años de la transición y a un Presidente Uribe, en Colombia, en uso de sus más bastardas maneras genuflexas ante sus jefes políticos en la sede del imperio.
Segòléne Royal posiblemente no llegue a ser presidente de Francia. Desgraciadamente el hipermercantilismo ha dejado su huella después de varios años con la derecha contestataria de Chirac al mando de la nave gala. Pero ahora seguramente es el turno de la derecha neoliberal, obediente al mandato norteamericano. Una manera más sencilla de ver a la derecha en su trabajo cotidiano de perder de vista las batallas ganadas por la izquierda desde mayo de 1968. Una manera más sencilla de ver el trabajo de las mafias mundiales instalándose en Europa. No es posible un desarrollo de los grupos de la derecha mundial sin el concurso de las mafias y sus grupos de choque. De tal manera que en Francia, en España y en Alemania, los políticos tienen que allanar el terreno para que las leyes no interfieran en el trabajo de las fuerzas de choque que defenderán la libertad de los empresarios. El Estado no se impondrá y solo estará para recaudar los impuestos para gastarlos en todo aquello que desarrolle la sociedad de los dueños. La preocupada Ségolène hace un llamado: “…A los indecisos, Royal les instó hoy a "abrir los ojos" y a impedir que llegue al poder su rival, Sarkozy, "el candidato apoyado por Berlusconi, Aznar y Bush", las "grandes fortunas" y la patronal…” Yo diría que el candidato de los bajos fondos y de la delincuencia europea…
La apuesta por los desarrollos sociales tiene que ser detenida precisamente en Francia, donde los jóvenes en 1968 le metieron un rotundo gol a la incipiente sociedad de consumo que se debatía entre el escándalo de la guerra de Vietnam y la maravilla de la conquista de la Luna. Entre la lucha de los trabajadores por la dignidad de los pueblos de Suramérica y la Iglesia representante de los ricos que engañó y sigue engañando a los fieles devotos católicos.
El neocón que se presenta en Francia por parte de los conservadores, el sinuoso Nicolas Sarkozy, no ha dudado en atacar el espíritu de mayo del 68. Queda claro que ya son pocos en términos de votos quienes vemos con auténtica reverencia el significado de aquellos días de gloria, cuando el mismísimo DeGaulle mordió el polvo. Con el tiempo dirá lo mismo de la Revolución Francesa…Hoy, el voto joven en Francia, en la vetusta Europa es quien mueve las sillas presidenciales. En España fue el voto joven quien puso a Zapatero en la Moncloa. Pero porque los jóvenes fueron a votar movidos por la rabia ante la manipulación de la derecha.
Pero al salir el presidente Aznar de la Moncloa, entró en la nómina de los dueños del poder el más significado neocón español, preso de una soberbia que sólo él no podría ver, como el César romano que no podía comprender como se las arreglaría el pueblo romano sin su presencia.
Hace pocos días el señor Aznar dio una muestra más de ese hecho que los comunes mortales no hemos comprendido aún: Las leyes no son para ser cumplidas por aquellos que descienden de las familias romanas, de los dueños y señores de la gleba.
Segòléne Royal posiblemente no llegue a ser presidente de Francia. Desgraciadamente el hipermercantilismo ha dejado su huella después de varios años con la derecha contestataria de Chirac al mando de la nave gala. Pero ahora seguramente es el turno de la derecha neoliberal, obediente al mandato norteamericano. Una manera más sencilla de ver a la derecha en su trabajo cotidiano de perder de vista las batallas ganadas por la izquierda desde mayo de 1968. Una manera más sencilla de ver el trabajo de las mafias mundiales instalándose en Europa. No es posible un desarrollo de los grupos de la derecha mundial sin el concurso de las mafias y sus grupos de choque. De tal manera que en Francia, en España y en Alemania, los políticos tienen que allanar el terreno para que las leyes no interfieran en el trabajo de las fuerzas de choque que defenderán la libertad de los empresarios. El Estado no se impondrá y solo estará para recaudar los impuestos para gastarlos en todo aquello que desarrolle la sociedad de los dueños. La preocupada Ségolène hace un llamado: “…A los indecisos, Royal les instó hoy a "abrir los ojos" y a impedir que llegue al poder su rival, Sarkozy, "el candidato apoyado por Berlusconi, Aznar y Bush", las "grandes fortunas" y la patronal…” Yo diría que el candidato de los bajos fondos y de la delincuencia europea…
La apuesta por los desarrollos sociales tiene que ser detenida precisamente en Francia, donde los jóvenes en 1968 le metieron un rotundo gol a la incipiente sociedad de consumo que se debatía entre el escándalo de la guerra de Vietnam y la maravilla de la conquista de la Luna. Entre la lucha de los trabajadores por la dignidad de los pueblos de Suramérica y la Iglesia representante de los ricos que engañó y sigue engañando a los fieles devotos católicos.
El neocón que se presenta en Francia por parte de los conservadores, el sinuoso Nicolas Sarkozy, no ha dudado en atacar el espíritu de mayo del 68. Queda claro que ya son pocos en términos de votos quienes vemos con auténtica reverencia el significado de aquellos días de gloria, cuando el mismísimo DeGaulle mordió el polvo. Con el tiempo dirá lo mismo de la Revolución Francesa…Hoy, el voto joven en Francia, en la vetusta Europa es quien mueve las sillas presidenciales. En España fue el voto joven quien puso a Zapatero en la Moncloa. Pero porque los jóvenes fueron a votar movidos por la rabia ante la manipulación de la derecha.
Pero al salir el presidente Aznar de la Moncloa, entró en la nómina de los dueños del poder el más significado neocón español, preso de una soberbia que sólo él no podría ver, como el César romano que no podía comprender como se las arreglaría el pueblo romano sin su presencia.
Hace pocos días el señor Aznar dio una muestra más de ese hecho que los comunes mortales no hemos comprendido aún: Las leyes no son para ser cumplidas por aquellos que descienden de las familias romanas, de los dueños y señores de la gleba.
Los nuevos señores feudales no van a permitir que las leyes los afecten como a los comunes. Dijo el siniestro personaje, en un homenaje que le hacían los fabricantes de vino en Castilla-León, que el estado no es quién para decirle a él cuanto y cuando debe beber alcohol…que el Estado no debe decirle si debe comer hamburguesas, si debe usar ó no un determinado producto… Tras recibir la distinción de Bodeguero de Honor de la Academia del Vino de Castilla y León, Aznar afirmó el jueves que no le gusta cuando ve recomendaciones como 'no puede ir a más de tanta velocidad, no puede comer hamburguesas de tanto y además se le prohíbe beber vino'…”
Aquí está el neocón en su estado químicamente puro: El Estado debe ser reducido a su mínima expresión. Sólo debe estar para recaudar impuestos. No debe frenar el libre y honesto deseo de los comerciantes y empresarios en general, de hacer dinero. No debe permitirse al Estado que corte las libertades de los nuevos señores feudales. Las leyes deben de ser cumplidas sólo por los comunes. En Colombia se dice que las leyes son sólo para los de “ruana” (prenda contra el frío que usan los campesinos colombianos).
Pero esto no debe ser dicho claramente en público. No es políticamente correcto y solo deben de conocerlo aquellos que tiene a bien el ver a la empresa en la cima del poder. La empresa como mandataria y el funesto consenso de Washigton en su apogeo. En el futuro podría haber leyes que expresamente digan quien debe cumplirlas. El sueño de Aznar es que si mata a alguien, en un accidente en su automóvil, sólo pague una cuantiosa multa. Pero si es su chofer quien conduce, que el chofer de con sus huesos en la cárcel por mucho tiempo…
Esto de hecho no es tan raro en Suramérica, donde las leyes son aplicables a voluntad de gobiernos, sin prestar mucha atención a la división de poderes. Allí está claro quien es el dueño del poder. El pueblo solo es espectador de los manejos que las clases pudientes realizan con permiso del Estado, que es representado por políticos provenientes de esas mismas clases.
Para un mejor desempeño de los planes de la derecha mundial, individuos como Aznar y Zarcosy tienen que preparar el ambiente de manera imperceptible. Ir en detrimento del Estado en todo momento, reducirlo y ponerlo al servicio de los intereses del gran capital. Si algo ó alguien se opone a ello, las fuerzas de choque preparadas por el Hampa internacional se encargarían de poner todo en orden como lo hacen los paramilitares en Colombia y la soldadesca mercenaria en Irak y en Afganistán. Las mafias de la droga se toman su pago en el tráfico de cocaína en Colombia y heroína en Afganistán. A cambio, el dinero fluye sin rubor entre el complejo mundo de las finanzas internacionales, donde el dinero que proviene de la Industria armamentística, de la Farmacia, de la droga de la prostitución, del tráfico de personas y de animales etc. Etc., se mueve y fluye convenientemente para mantener las cosas en su justo lugar.
Esto es la “seriedad” que se espera de los hombres que hacen política en la derecha. Que los planes contemplados en el PNAC (Proyecto Para un Nuevo siglo Americano) se lleven a cabo con las menores contradicciones posibles y si las leyes le son contrarias, se omiten ó se les hace frente mediante el engaño mediático ó con el uso de las fuerzas de las mafias.
En Colombia ya se hace así con algunos contratiempos que ponen a Uribe contra las cuerdas. No es posible organizar masacres de campesinos, estudiantes y sindicalistas como en los buenos tiempos, cuando la prensa no decía nada de las conexiones política-mafia, cuando no existía Internet y las cosas no eran tan notorias. Ahora es más difícil y toca organizar a la gran prensa, a los empresarios y al gran público para que todos vean las cosas tal y como se espera que sean vistas. Si Aznar dice que el Estado no es quien para prohibirle beber ó comer, se le está dejando al español medio el mensaje de que hay que rebelarse contra la intromisión del Estado. Como en La Rebelión de Atlas de Aynd Rand. Como lo está haciendo a esta hora la Baronesa Tyssen, la gran Tita Cervera, que protesta por el derribo de árboles cerca de “su” museo en Madrid, pero que no se manifestó nunca por el derribo de árboles que impedían los desarrollos urbanísticos.
Todo este mundo de “liberales” está preparando el desembarco de las mafias en la política de algunos países que han apostado siempre por la democracia. Ese desembarco se hará con la nocturnidad de lo imperceptible. En Italia, la cuna de las mafias manejadas por el Estado, Berlusconi ha hecho lo que le han permitido sus jefes, inmersos en un ajuste de cuentas desde hace años. Pero las cosas se están aclarando y otros actores entran en escena. Los colombianos y los rusos reclaman ahora su participación en el festín y esto es asunto de arreglo en la cumbre. Se sumará, se restará y se dividirá por tantos como ganadores resulten de este nuevo Deal. El plan norteamericano es quedarse con el mercado de las armas, del petroleo y las utilidades de las drogas. El resto para Europeos y pequeñas mafias sudamericanas. Los asiáticos deben hacerse ganar su respeto. Desarrollar sus propios medios sus propias tramas. No hay cama para tanta gente...
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