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miércoles, enero 3

FISICA Y POLÍTICA. FUTURO DE UNA CIENCIA POR INVENTAR


BORDES Y FRONTERAS, PAUTAS Y PATRONES, ABERRACIONES DE LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD Y SU USO EN POLÍTICA.

Cuando comienza un nuevo año, hay una mezcla de esperanza, curiosidad, y muchas veces inquietud por tu entorno. Desde tus hijos, familiares, hasta la suerte del planeta pasando por el medio ambiente y la paz en el mundo, el escenario que se presenta ante tus ojos es muy denso y hasta desesperante. Si a eso le agregas tus propios demonios, la llamada “realidad” toma unas formas en las que no son claros sus bordes y sus fronteras y mucho menos claros las pautas y patrones que su discurrir presentan a tu cerebro.
El físico Max Plank, el inventor de un concepto tan elemental como inquietante como el de los “quanta” ó cuantos y que dio origen a toda una física llamada quántica, de tanto pensar en la materia llegó a la conclusión de que el universo no es determinista y que en su accionar la materia tiene aspectos estructurales en los que entra a formar parte la estadística y el azar. Qué puede significar esto para el análisis político ó para exponer hechos desde el análisis histórico de la actividad humana.

Es un difícil terreno que ya han horadado filósofos y físicos desde mediados del siglo XX pero que hasta ahora no han dado los frutos que de esto se esperaba. Por ejemplo, como anticiparse al comportamiento político de un grupo humano significativo como la China ante el manejo de otras masas como los textiles ó los alimentos. Como análisis político sí se ha hecho de múltiples formas pero como un resultado directo de cambios en el mundo físico que determinen un cambio en el mundo político y que muestren una serie de leyes calificables y cuantificables no está claro todavía.

Creo que en esto intervienen conceptos de física y conceptos políticos que quizá están aún por inventar ó que si existen, no han sido usados en forma correcta.
Desde los pensadores presocráticos sabemos que el mundo no es como lo vemos sino como lo interpretamos. Y es aquí donde comienzan nuestros problemas.
Porque teniendo como interprete de la realidad a un individuo sano, sin grandes aberraciones en su percepción, en el terreno de la física no habría problemas. Pero en el terreno de la política ya entran otros factores de percepción que varían mucho de un individuo sano a otro igualmente sano. Entran en su análisis político conceptos como “moralidad” e “interés superior”, ó la simple toma de partido entre izquierda y derecha y la zona gris que se llama “centro político.

Aquí se interponen hechos como la forma de analizar los eventos físicos que determinan hechos políticos en el lenguaje de la ciencia. Darle forma científica a este análisis es una tarea que entra en el terreno del análisis de la complejidad y elementos del caos no se hacen esperar. Se espera que puedan encontrarse “leyes” físicas que determinen un resultado en una actividad humana como la actividad política y poder decir por ejemplo: con un aumento de tal cultivo un grupo humano mostraría más deseos de agruparse en formaciones de extrema derecha.
Esto determinaría una nueva forma de hacer política, “cultivando” dentro de la sociedad humana aspectos físicos aparentemente inconexos. Pero la forma de hacer el análisis y la preparación del experimento exige una disciplina científica que quizá no exista todavía como no existía la estadística en el siglo XV aunque sí la escritura.
Porque si bien es claro que los “símbolos” solo representan cosas ó ideas, estos pueden ser parte del árbol que no nos deja ver el bosque. Comenzamos por interpretar que nuestra matemática puede darle forma al universo ó que mediante su simbolismo podemos llegar a la verdadera naturaleza de la materia. Es cierto que Einstein al imaginar la masa llega a la certera idea que ésta es la forma condensada de otra forma llamada energía. Que son lo mismo y sólo se trata de establecer las formas de representarlo. Utilizando debidamente las matemáticas y con el procedimiento adecuado podemos entonces llegar a darle la forma que deseamos para esa materia.
Leucipo y Demócrito llegaron por deducción a la idea de que la materia estaba hecha por átomos. El rigor intelectual de esta manera llega a la verdad suprema sobre la materia, 5 siglos antes de Cristo.

En el terreno de la política, cómo establecer que las masas humanas corresponden a comportamientos esperados de la materia. He escrito hace poco en este mismo Blog lo siguiente: “Alguna vez decía Eduard Punset
en su programa Redes de Tve-3, hablando sobre el hecho de que una estampida humana se comporta como un gas cuyas moléculas adquieren velocidad y una dirección determinada mientras trata de escapar de un recinto sometido a presión…y habla de un libro: Cubriendo una amplia variedad de tópicos, este libro describe sucintamente el valor del estudio científico en lo que respecta a mejorar la comprensión del comportamiento humano. Mediante la investigación de enfoques innovadores para dar cuenta del comportamiento social a través de la aplicación de fórmulas tomadas de la física, el autor explica cómo algunos teóricos sociales están utilizando los descubrimientos relacionados con el movimiento molecular y la formación de cristales para predecir el comportamiento de diversos grupos humanos, incluyendo multitudes de entusiastas de fútbol y grupos de peatones…”

Creo que debemos antes de establecer cuales son los bordes y las fronteras que debemos observar. De la misma manera que el químico estudia los materiales y los recipientes para su experimento, para observar los bordes y las fronteras de una masa humana deberíamos ver “su estado en reposo” y que sucede cuando activamos un hecho como la introducción de algo nuevo en su actividad. El fuego en su momento fue un hecho físico que revolucionó la actividad humana. Así mismo la rueda y el uso del caballo también hicieron su aparición y determinó otra forma de actividad humana. Con el devenir de la historia otros elementos han cambiado la actividad humana y las formas de controlar la energía determinaron el poder de unos grupos humanos sobre otros. El control de la velas de los barcos, el de los molinos, el vapor y el petróleo fueron robándose el show poco a poco.

Decía
George Macaulay Trevelyan (1876-1963), el gran historiador inglés, que el enorme poder marítimo de Inglaterra se debía a un cambio en las costumbres del arenque. Este cambio se debió a un aumento en la temperatura del mar. Al alejarse el arenque de las costas hizo que se rediseñara con los años la autonomía de los barcos y las tecnologías en cabos y velas. Un hecho físico –la temperatura del mar- estableció un hecho político.

La tenencia de tierras, de metales, de técnicas es un hecho humano que determina su física como las olas hacen parte de la física de los océanos. Esa “tenencia” está ligada fuertemente al hecho político del derecho de propiedad. Desde que comenzaron a formar grupos humanos con ideas políticas desarrolladas, los detentadores del poder establecieron que las riquezas de la tierra pertenecían a las familias ó clases por la “vía divina”, esto es por orden directa de Dios. Por eso hemos visto como esas familias han querido que el estado y la iglesia estén unidos. No sólo los islamistas sino los grupos integristas cristianos ven con buenos ojos que estado y poder religioso sean gestionados por el mismo grupo humano. Los Borgia lo hicieron diríamos ahora que descaradamente pero muy consecuentemente con los tiempos que corrían y el “juego de percepciones humanas” imperante en el momento.

Las castas y la clases se defienden de las corrientes

Quizá el estudio de grandes masas como los océanos, la atmósfera, los continentes albergue técnica para aplicar al estudio de la gran masa humana. Al igual que en física, el micromundo y el macromundo humano tienen sus propias leyes y que la misma fuerza tenga aspectos aparentemente diferentes. De hecho los aspectos cuanticos tienen un comportamiento a nivel atómico y otro a nivel cósmico. La gravedad también se muestra diferente de acuerdo al contexto que manejemos. Una gran masa como la de la tierra afecta al espacio de tal manera que hace que la luna siempre esté “cayendo” y esa caída sea en realidad una órbita lunar. Pero la masa de nuestro cuerpo no afecta mucho a una hormiga que pase por nuestro lado.
Un hecho político actúa diferente en un solo individuo que en un grupo grande de personas. Uno a uno, los senadores podrían estar de acuerdo al votar por algo, pero jaleados entre ellos mismos y en grupo votan por otra cosa. Descubrimientos como el de Trevelyan con el tiempo adquieren otros significados.
Si observamos como se comportan las hojas de los árboles que han caído a un lago, vemos en su comportamiento algunos patrones como agrupamientos y encadenamientos. No tenemos perfectamente claro si los agrupamientos humanos que en principio se producen por comunes intereses de clase, por motivaciones económicas, de raza ó de religión, estén en el fondo motivadas por hechos físicos primarios que afecten a grupos humanos. Para poder decir que la nobleza europea que fue desarrollándose desde la época de las familias romanas hasta dar con las monarquías constitucionales del siglo XXI son un fenómeno en el fondo físico y que responde al hecho de una desfensa de clase presente en un lago lleno de hojas secas que se agrupan y se arremolinan entre sí, hace falta aún mucho análisis en esa dirección y personalmente no conozco tesis alguna en ese sentido. Lo que sí he visto es análisis profundos y descriptivos de las pautas y patrones que se forman en la naturaleza. Hace muchos años leí el libro de Horace Feeland Judson y en este mismo blog he escrito: “En su libro “La búsqueda de respuestas” Horace Freeland Judson nos indica que el mundo está lleno de ejemplos de la presencia de pautas y patrones y desde el parecido morfológico de un asta de cabra macho, una molécula de ADN ó la escalera llamada de caracol, hasta “patrones” más serios como la tabla periódica de los elementos de Dimitri Mendeleev, y otros ejemplos del parecido dramático que hay en seres vivos y objetos no vivos como la arena, los meandros de los ríos, las estrellas. El pabellón de la oreja de un mamífero y una antena parabólica tienen su parecido. Un ojo de Calamar y un Telescopio de espejo tienen su parecido. El que existan patrones en la naturaleza nos estaría indicando que las cosas se van expresando poco a poco en diferentes estadios como lo indicaría la evolución de los seres vivos. Un gran antropoide se parece a un ser humano porque desciende de él. Como todo sucede lentamente, la naturaleza va cambiando su “expresión” y el ser humano ve entonces patrones y pautas.”
En
ese post intenta yo explicar ese mundo de pautas y patrones y como estos pueden de alguna manera explicar que hechos físicos encierran las causas de hechos políticos.
El hombre a través de su historia ha tenido depredadores. De grandes animales, microbios y el mismo hombre. Por lo tanto ha desarrollado defensas activas y pasivas.
La Cripsis ha sido una de ellas y el Aposematismo otra. Ambas son armas del mundo animal pero si bien son hechos físicos, su uso en política no se ha hecho esperar. Desde el final de la segunda guerra mundial se ha usado algún tipo de Cripsis, que es diferente del mimentismo para lograr que grandes grupos humanos se muevan sin que otros grupos humanos lo noten. La migración de Nazis hacia los Estados Unidos se hizo de tal manera que apareciera como aprovechamiento de cerebros científicos, pero que en el fondo contenían también el aprovechamiento de técnicos en anticomunismo utilizables para la guerra fría y para ello se usaron terribles criminales de guerra que luego se usarían en Asia y en Suramérica. No se trataba de “mimetizarlos” sino de que se confundiera su origen y su tarea final. El caso de W. Von Braun, el técnico en cohetes, inventor de las bombas volantes que asolaron Inglaterra desde Peenemünde es notorio y aunque algunos políticos norteamericanos cuestionaban que un oficial de las SS fuera el director de un proyecto emblemático norteamericano, sus voces fueron prontamente silenciadas por el ruido de las leyes patrióticas de Joseph McCarthy y su comité de actividades antinorteamericanas.
Así que la enorme migración de criminales de guerra nazis hacia los Estados unidos se hizo con técnicas que ahora vemos como de ingeniería social. Y esto es lo que intento exponer. El uso de hechos físicos como técnicas políticas.
Pero el ser humano, como ser sensible establece artificialmente fronteras que pueden desdibujar la realidad.
Escribe Alicia Montesdeoca en Tendencias 21 en un artículo titulado
“La física cuántica arroja una nueva visión de los procesos sociales” :

“Fronteras Este autor –se refiere a Ken Wilber, en la introducción a su obra “La conciencia sin fronteras”- parte del principio de que existe una unidad de conciencia o identidad suprema, la cual constituye la naturaleza y condición de todos los seres sensibles, pero, paulatinamente, vamos limitando nuestro mundo y nos apartamos de nuestra verdadera naturaleza al establecer fronteras. “Efectuamos, dice, una división artificial en comportamientos de lo que percibimos: sujeto frente a objeto, vida frente a muerte, mente y cuerpo, dentro y fuera, razón e instinto, y así recurrimos a un divorcio causante de que unas experiencias interfieran con otras y exista un enfrentamiento entre distintos aspectos de la vida”. La importancia de esta forma bipolar de divisiones que establecen líneas de conocimiento, “es que siempre tendemos a tratar la demarcación como si fuera real, y después manipulamos los opuestos así creados. Aparentemente, jamás cuestionamos la existencia de la demarcación como tal. Y como creemos que ésta es real, imaginamos tercamente que los opuestos son irreconciliables, algo que está para siempre separado y aparte”. Visión cuántica de la sociedad Con la física cuántica, sin embargo, empezamos a entender que la realidad que observamos ni está dividida, ni es previsible. El universo visto desde la física subatómica no tiene fronteras, ni se puede medir con exactitud cómo va a conducirse. Así se descubre que, en los comportamientos de un sistema formado a partir de la construcción de “metademarcaciones”, sólo existen probabilidades, es decir, sólo se pueden ofrecer conjeturas. Con la enunciación de su principio de incertidumbre, Heisenberg pone de manifiesto el fin del “marco rígido”, el desplome de las viejas demarcaciones establecidas por la física clásica. Admitiendo la incertidumbre se admite, también, la posibilidad de cambio y de construcción de nuevas realidades, se tiene presente la potencia de la realidad, lo contingente. Gary Zukav, en La Danza de los Maestros, considerada la mejor obra divulgativa de la física cuántica, dice: “La mecánica cuántica nos enseña que nosotros no estamos separados del resto del mundo, como habíamos creído. La física de las partículas nos enseña que el resto del mundo no es algo que permanece ocioso allá afuera. Por el contrario, es un brillante campo de continua creación, de transformación y, también, de aniquilamiento. Las ideas de la nueva física pueden dar lugar a que se produzcan experiencias extraordinarias cuando son captadas en su totalidad”. Si proyectamos filosóficamente las conclusiones de la mecánica cuántica, podemos afirmar que no sólo influimos en nuestra realidad sino que, en cierta medida, la creamos. Es decir, podemos afirmar que materializamos ciertas propiedades en la sociedad porque elegimos medir esas propiedades. El famoso físico John Wheeler escribió: “Al universo ¿lo atrae, de alguna manera, a la existencia la participación de los participantes?... El acto vital es el acto de participación. Participador es el nuevo concepto incontrovertible ofrecido por la mecánica cuántica. Derrota el término observador, de la teoría clásica, que designa al hombre que está seguro detrás de un grueso cristal protector y observa lo que ocurre a su alrededor sin participar en ello. Esto es algo que no puede hacerse en la mecánica cuántica”.
Hasta aquí Alicia Montesdeoca quien escribe regularmente en el portal de Tendencias 21 en un apartado muy interesante, llamado “la razón sensible”.

Pero hay más combustible para este fuego. Si bien nos hemos referido a un mundo físico medible y describible desde un punto de vista científico, ¿dónde hemos de poner los hechos que no parecen tan científicos? Me estoy refiriendo a las serendipias y a las sincronicidades y me
remito al interesante artículo de Lamberto García del Cid sobre este tema.

En lo personal, pienso que ese mundo que llamamos ahora paranormal es de alguna manera, otra expresión de la realidad cuyos bordes y fronteras no podemos ahora establecer como parte de una misma realidad.
Lo que me interesa en este aspecto es si con el tiempo podríamos establecer las bases científicas que permitan “crear” a voluntad sincronicidades y serendipias de la misma manera que se pueden crear ahora organismos trangénicos.
Rupert Shaldrake
nos habla sobre los campos morfogenéticos y en el centro de sus tesis dice que la materia tiene memoria. Es como si el mundo inerte “pensara” y actuase en consecuencia y en los organismos vivos en más ostensible esta “información” oculta en las mismas entrañas de la naturaleza. Si bien no se trata de un asunto “cientifico”, los llamados campos morfogenéticos son una vanguardia más de la investigación.
Pienso seguir escribiendo sobre este tema porque no creo agotado el temario. Pero el tema político me interesa mucho y precisamente creo que en la actualidad se hace
ingeniería social para influir en las poblaciones favoreciendo algunas posiciones políticas. Pero no solo agudizando el ingenio en la propaganda política, sino manipulando en entorno físico de las poblaciones. Por ejemplo agreagando un producto en el agua ó en los alimentos, distribuyendo una película con una mezcla específica de colores y temas tratados. También alguien podría descubrir que la presencia de un producto determinado desencadene una actitud personal, sin que el individuo use este producto. Solo por tenerlo cerca.
Tengo algunos ejemplos, pero serán el tema de otro artículo.



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