En periódicos o en blogs, se ensalza la figura de padres, políticos, científicos. Rara vez se glosa a un niño de 20 meses de edad. Esa edad tenía el niño del que les hablo hoy.
Su rubia cabellera y sus ojos azules al nacer, no parecía ser el hijo de padres de negras cabelleras y ojos profundamente negros. Su padre se encontraba en otro país cuando al niño le dio por hacer un curso de vuelo sin motor. Rompió unas celosías de vidrio y cayó de
Muchos años después, a punto de cumplir la edad que Cristo tenía cuando empezó su vida pública, su ateo padre ha dependido de sus cuidados y de sus atenciones cuando éste se encuentra hoy dependiente en una silla de ruedas. Si el niño hubiese muerto, aparte de la profunda tristeza de sus padres, hoy ese padre estaría en medio de una situación angustiosa. Si fuésemos creyentes veríamos en este hecho los torcidos reglones con los que Dios escribe los hechos. Para quienes no creemos en esas cosas, vemos los hechos que llaman a los hombres a cantar epopeyas o componer música ó poemas para glosar los hechos extraños. Ese mismo padre, hace pocos días vio empujada su silla de ruedas por un compañero de fatigas de hace muchos años. Pero ese padre es inmensamente pobre y ese compañero es el más rico de aquellos compañeros de fatiga de hace muchos años.
Como en una tragedia griega, hombres y sus hijos dependen de los elementos y su actividad los une para el dolor, la guerra o la amistad. El amor los trajo al mundo, y el amor de padre o de amigo los ha unido, muchos años después. Cuando el vacío absorbe la historia. Efectos de mundos quanticos o caminos trazados por Dios. Que los lectores escojan.
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