Cuando te encuentras
en un país diferente al tuyo, la televisión es lo que más marca tu paso por él.
Las televisiones de Colombia y España se iniciaron casi al mismo tiempo. De
ésa manera, en las postrimerías de los
años 50, ambas tenían las mismas experiencias, planes y ambiciones.
La primera vez que vi un aparato de televisión fue en Medellín.
Pero imágenes en televisión solo fue en
Cali. Como fui a la costa muy pronto, no ví esa maravilla. Mi primo Jorge,
cuando iba a Cartagena y luego a Barranquilla, me hablaba de “Investigador
submarino”, “77 Sunset Street”, “Ironside”…y yo perplejo, escuchaba esas
historias muy atentamente.
Cuando vine a España,
en los primeros años 70, me hice en una pensión de estudiantes, en el centro de
Madrid, y la televisión estaba en el comedor y uno de los chicos lo tenía en su habitación, con
lo que su pequeña habitación, por la tarde, era muy concurrida.
En esos días me dio tiempo a ver alguna serie internacional
que veía en Bogotá, y en varias reposiciones vi joyas de la televisión española
como “12 hombres sin piedad”, “La cabina”, “El asfalto”, “La historia mundial
de la frivolidad”, y noté que había dos canales, salían rombos que calificaban
en plena dictadura de Franco si una serie o película debía ser vista por
menores de edad. Hoy se cuenta que la las tijeras de los censores y sus manos
tapaban escotes femeninos y piernas cruzadas. Una persecución al desnudo que
ahora causa risa, pero que entonces tenía a mucha juventud enfurecida.
Habiendo ganado la guerra civil, los vencedores sometieron a
una persecución y muerte de los perdedores, sin que el mundo les echara una
mano. Al iluminado de Franco, que
todavía hoy tiene ardientes defensores, lo asistió la providencia. En ese
tablero de ajedrez que era el mundo con una guerra fría en plena actividad, el
presidente Eishenhower, que había ordenado tomar fotos y películas en grandes
cantidades a los campos de concentración alemanes cuando como jefe militar de
los aliados se hizo presente en los campos de la muerte, porque sabía lo que
pasaría después.
Pues en España pasó. Lo que se decía de Hitler era mentira.
Y el revisionismo histórico, todavía hecho hoy en España, por “ilustres”
escritores.
Mientras en Alemania e Italia es un delito hacer propaganda
a favor del fascismo, en España es plato de todos los días. En las televisiones
de la extrema derecha se defiende al régimen de Franco, las matanzas de
palestinos por parte de los fascistas judíos,
ver para creer, los bombardeos a poblaciones civiles afganas, las
matanzas de campesinos que huyen del ejército en Colombia, la defensa de
paramilitares en todo el mundo, defensa de quienes actúan como la Alianza Anticomunista
Argentina, las actividades del padre Moon, seguido muy de cerca por la familia
del expresidente Bush, y financiado por la feligresía evangélica
norteamericana.
Con ese retrato, se encuentra ahora Europa. Los enemigos del
Euro, que “defienden” de dientes hacia fuera la unidad de Europa y con sus
acciones dinamitan las estructuras del Estado
de bienestar. No ven como es posible que la salud y la educación no sean mercados abiertos. Si en los países
capitalistas fuera de Europa eso en un buen negocio, pues a dinamitar ése Estado del bienestar. Declararlo inviable
es lo mejor, por eso “los recortes” defendidos por Merkel, Sarcosy en su momento y por el despistado acatador de
órdenes Mariano Rajoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario