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miércoles, julio 4

Televisión temprana a ámbos lados del charco...


Cuando  te encuentras en un país diferente al tuyo, la televisión es lo que más marca tu paso por él. Las televisiones de Colombia y España se iniciaron casi al mismo tiempo. De ésa  manera, en las postrimerías de los años 50, ambas tenían las mismas experiencias, planes y ambiciones.

La primera vez que vi un aparato de televisión fue en Medellín. Pero  imágenes en televisión solo fue en Cali. Como fui a la costa muy pronto, no ví esa maravilla. Mi primo Jorge, cuando iba a Cartagena y luego a Barranquilla, me hablaba de “Investigador submarino”, “77 Sunset Street”, “Ironside”…y yo perplejo, escuchaba esas historias muy atentamente.

Cuando  vine a España, en los primeros años 70, me hice en una pensión de estudiantes, en el centro de Madrid, y la televisión estaba en el comedor y uno  de los chicos lo tenía en su habitación, con lo que su pequeña habitación, por la tarde, era muy concurrida.

En esos días me dio tiempo a ver alguna serie internacional que veía en Bogotá, y en varias reposiciones vi joyas de la televisión española como “12 hombres sin piedad”, “La cabina”, “El asfalto”, “La historia mundial de la frivolidad”, y noté que había dos canales, salían rombos que calificaban en plena dictadura de Franco si una serie o película debía ser vista por menores de edad. Hoy se cuenta que la las tijeras de los censores y sus manos tapaban escotes femeninos y piernas cruzadas. Una persecución al desnudo que ahora causa risa, pero que entonces tenía a mucha juventud enfurecida.

Habiendo ganado la guerra civil, los vencedores sometieron a una persecución y muerte de los perdedores, sin que el mundo les echara una mano.  Al iluminado de Franco, que todavía hoy tiene ardientes defensores, lo asistió la providencia. En ese tablero de ajedrez que era el mundo con una guerra fría en plena actividad, el presidente Eishenhower, que había ordenado tomar fotos y películas en grandes cantidades a los campos de concentración alemanes cuando como jefe militar de los aliados se hizo presente en los campos de la muerte, porque sabía lo que pasaría después.

Pues en España pasó. Lo que se decía de Hitler era mentira. Y el revisionismo histórico, todavía hecho hoy en España, por “ilustres” escritores.

Mientras en Alemania e Italia es un delito hacer propaganda a favor del fascismo, en España es plato de todos los días. En las televisiones de la extrema derecha se defiende al régimen de Franco, las matanzas de palestinos por parte de los fascistas judíos,  ver para creer, los bombardeos a poblaciones civiles afganas, las matanzas de campesinos que huyen del ejército en Colombia, la defensa de paramilitares en todo el mundo, defensa de quienes actúan como la Alianza Anticomunista Argentina, las actividades del padre Moon, seguido muy de cerca por la familia del expresidente Bush, y financiado por la feligresía evangélica norteamericana.

Con ese retrato, se encuentra ahora Europa. Los enemigos del Euro, que “defienden” de dientes hacia fuera la unidad de Europa y con sus acciones dinamitan las estructuras del Estado  de bienestar. No ven como es posible que la salud y la educación  no sean mercados abiertos. Si en los países capitalistas fuera de Europa eso en un buen negocio,  pues a dinamitar  ése Estado del bienestar. Declararlo inviable es lo mejor, por eso “los recortes” defendidos por Merkel, Sarcosy en su  momento y por el despistado acatador de órdenes Mariano Rajoy.

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