La “deificación” de algunos
personajes internacionales es un asunto que si bien debe estar muy estudiado,
yo no alcanzo a comprender. Se que
existen personas creyentes, con un cristianismo honesto en sus corazones, y que
han elegido libremente el camino de la fe para llevar sus vidas. Lo mismo en
otras religiones. Yo no acabo de entender, es como para estas personas no
existen pastores, curas y otros ministros libres de las insanas deificaciones
de personajes como El Papa, la Reina Isabel II de Inglaterra, El Dalai Lama y
otros personajes que bien saben sacarle dinero a estas creencias.
Ayer, la reina inglesa estuvo
paseando por el Támesis, acompañada por sus súbditos, celebrando 60 años de
reinado. Bodas de diamante. Ella es la cabeza de la iglesia de Inglaterra,
fundada por Enrique VIII. Es un catolicismo con otro Papa.
Los desfiles triunfantes de
Benedicto XVI son ya paradigmáticos, en medio de escándalos de pederastia y
malversación de fondos públicos, de luchas intestinas entre los cardenales y
obispos de todo el mundo.
Los ministros protestantes de USA tienen
una deriva fascista que pretende llevar el cristianismo como iglesia oficial y
única de los Estados Unidos. En la tierra de los que llegaron de las guerras de
religión de la vieja Europa y proclamaron la libertad total de culto como una
enseña de la América libre.
El Lama, combatido por el partido
comunista chino, quiere hacer una “deocracia” en toda China similar a la
practicada en El Tíbet.
Con lo que acontece en Europa, con
una arremetida de los ultraconservadores para hacer de Europa un Estado
fascista, veo que se han perdido los mensajes de aquellos fundadores de
Norteamérica, de los fundadores de la
comunidad económica europea, de los que creyeron firmemente que Hitler
fue derrotado militarmente para que ése continente nunca sufriera nuevamente
esas enfermedades políticas.
Por el contrario, Franco es
mostrado en España como líder espiritual y político de España, Angela Merkel ha
germanizado a Europa de una manera que ni soñó Hitler, Francia afortunadamente
ha reaccionado a tiempo. La cuna de la revolución popular tenía que salir a
defender la Europa de los ciudadanos frente a la Europa de los mercaderes.
En esas estamos, confiando en que
ésa masa de jóvenes europeos y norteamericanos, con la mayor preparación
intelectual de la historia, nos saquen
las castañas del fuego. Y que este invento de Internet, las redes sociales, los
correos y otras herramientas les sirvan a esos jóvenes para quitarnos de encima
esos poderes fácticos que nos atenazan…Banca, partidos políticos,
multinacionales, sociedades secretas, mafias de todo pelaje, mercados
financieros y otros demonios…
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